Tragedia y farsa del coma de Manel Monteagudo
Una noticia extraordinaria, la ¡®resurrecci¨®n¡¯ de un gallego en 2014 que dec¨ªa haber estado 35 a?os en coma, se convierte en un esc¨¢ndalo que compromete m¨¢s al periodismo que al impostor
La vida de una noticia es caprichosa, sobre todo si no es noticia. El 28 de octubre a las 10.40 lleg¨® un correo electr¨®nico a las redacciones de los medios de comunicaci¨®n de Pontevedra. Se trataba de una convocatoria de la presentaci¨®n del poemario De mari?o a poeta de Manel Monteagudo, seud¨®nimo de Jos¨¦ Manuel Blanco Castro. El acto tuvo lugar el d¨ªa 29 en el espacio O Sanatorio, un espacio cultural cuyo nombre ven¨ªa bien al caso, pues en la biograf¨ªa aportada en el mensaje se explicab...
La vida de una noticia es caprichosa, sobre todo si no es noticia. El 28 de octubre a las 10.40 lleg¨® un correo electr¨®nico a las redacciones de los medios de comunicaci¨®n de Pontevedra. Se trataba de una convocatoria de la presentaci¨®n del poemario De mari?o a poeta de Manel Monteagudo, seud¨®nimo de Jos¨¦ Manuel Blanco Castro. El acto tuvo lugar el d¨ªa 29 en el espacio O Sanatorio, un espacio cultural cuyo nombre ven¨ªa bien al caso, pues en la biograf¨ªa aportada en el mensaje se explicaba que Monteagudo, tras un grave accidente en un buque en el que trabajaba de joven, hab¨ªa permanecido 35 a?os ¡°pr¨¢cticamente vegetal¡±. Ese mismo d¨ªa, pero por la ma?ana, lo entrevist¨® Radio Pontevedra a modo de previa de la presentaci¨®n. Cont¨® all¨ª c¨®mo su mujer, al despertarse ¨¦l en 2014 tras quedar ¡°en coma¡± en 1979, ¡°se echaba encima de m¨ª llorando y llorando, y yo no sab¨ªa ni qui¨¦n era¡±. Hechas las presentaciones, a Manel Monteagudo se le reservaba una sorpresa mayor: aparecieron en su cuarto dos hijas, una de ellas embarazada. Ese relato, el de un hombre que se despierta en 2014 de s¨²bito tras 35 a?os en coma, y tiene una mujer y dos hijas, y no sabe lo que es internet y llora delante del espejo gritando ¡°ese no soy yo, ese no soy yo¡±, sin la declaraci¨®n de un solo m¨¦dico que hubiese tratado al paciente, ha ocupado esta semana televisiones, radios y peri¨®dicos nacionales. Primero como tragedia, luego como farsa.
El relato de Monteagudo no era nuevo. Circulaba intermitentemente por medios locales, pero m¨¢s suavizado, cada vez que presentaba un libro. De tal manera que en algunas previas de sus presentaciones se despachaban sus 35 a?os en estado ¡°pr¨¢cticamente¡± vegetativo como aspecto secundario. Era un relato, eso s¨ª, cambiante. La entrevista m¨¢s antigua que permanece en internet es una realizada por La Voz de Galicia en 2019 en la que Monteagudo desmiente al Monteagudo de 2021: no estuvo 35 a?os en coma, sino 64 d¨ªas, aunque despu¨¦s qued¨® maltrecho y con repetidos episodios de amnesia. En 2020, en la revista literaria Terra de Outes, Manel Monteagudo se extiende. Dice que, tras un coma de tres meses, pas¨® 14 meses m¨¢s encamado ¡°en un estado semicatat¨®nico, hasta que, en un momento de lucidez, me cas¨¦ con mi novia (¡) Con el tiempo fui recuperando la movilidad y el habla, pero solo de forma epis¨®dica, pues los desmayos segu¨ªan provoc¨¢ndome frecuentes estados de inconsciencia que pod¨ªan durar d¨ªas y, lo que es peor, p¨¦rdida total de la memoria¡±. El neur¨®logo que lo atend¨ªa, dijo en esa entrevista, se retir¨® y el nuevo le anul¨® la medicaci¨®n (11 pastillas) que lo dejaban aturdido; en 2014 recuper¨® la autonom¨ªa, el habla fluida y la memoria. ¡°Unos meses despu¨¦s me dieron de alta y desde ese momento le¨ª y escrib¨ª nuevamente, a lo que mi esposa tuvo que volver a ense?arme¡±, contaba en esa publicaci¨®n.
En declaraciones al periodista Manuel Rey, del diario Galicia Ciencia, Xo¨¢n Mari?o, amigo de la adolescencia de Monteagudo, cuenta c¨®mo se lo encontr¨® una vez en Outes (A Coru?a) en 2001 o 2002 ¡°y me habl¨® de su accidente y de lo que a¨²n sufr¨ªa. No pod¨ªa estar solo, porque en cualquier momento perd¨ªa el conocimiento y ca¨ªa, se desmayaba y volv¨ªa al estado comatoso. Y as¨ª durante muchos a?os¡±. Despu¨¦s, seg¨²n ese testimonio de Mari?o, ¡°comenz¨® a recibir un trato que lo mantuvo como un zombi; estaba despierto, estaba de pie, pero era lo mismo que si no le hubieras hablado, que no sab¨ªa nada, hasta que le cambiaron la medicaci¨®n y ese cambio le permiti¨® recobrar la conciencia por completo. A partir de ese momento fue como si hubiera resucitado. Empez¨® a poder hablar con todos, a recordar, a comprender¡ ¡°.
Hace dos meses, con motivo de su ¨²ltimo poemario, La Voz de Galicia cubri¨® la presentaci¨®n en Noia, donde anunci¨® un contrato de 15 a?os (a poemario por a?o) con una editorial, Medulia, con la que este diario no ha podido ponerse en contacto. Pero fue la presentaci¨®n de Pontevedra, semanas despu¨¦s, la que encendi¨® una mecha imprevisible. De los medios locales de la ciudad gallega, Manel Monteagudo salt¨® a la TVG, la televisi¨®n auton¨®mica. Y la pieza dedicada a ¨¦l, colgada en las redes sociales, empez¨® a coger fuerza. El fen¨®meno local del hombre de los 35 a?os en coma se empezaba a disolver en una tormenta perfecta que tuvo su origen el 11 de noviembre en TVE, cuando Monteagudo cont¨® su relato (sin matices: sin 64 d¨ªas en coma, ni episodios catat¨®nicos, ni breves estados de lucidez) en el programa La Hora de la 1. A partir de ah¨ª, y empujada por las redes, la historia se traslad¨® a palo seco tal y como llegaba de un medio a otro, y de una televisi¨®n a otra hasta convertirse en la noticia del d¨ªa e, instant¨¢neamente, en un esc¨¢ndalo may¨²sculo que compromet¨ªa m¨¢s al periodismo que al falsario: ?nadie hab¨ªa hecho siquiera las cuentas con los a?os que estuvo en coma y las edades de sus hijas?
Tras ser noticia durante 48 horas, y ver se?aladas sus incongruencias en el relato, sobre todo cient¨ªficas, el viernes Monteagudo se dirigi¨® a los medios, que para entonces ya estaban dedicando el tiempo y los recursos en desmontar una historia publicada para la que no hubo tiempo y recursos en contrastar antes de publicar, y dijo desesperado que su mentira se hab¨ªa ¡°salido de madre¡±. ¡°Admito y asumo toda la culpabilidad, acepto todo lo que me digan. El que lo dijo mal fui yo y ya est¨¢¡±, coment¨® en referencia a su narraci¨®n, que no era tan extraordinaria al principio, en 2019, y que con el tiempo fue creciendo hasta convertirse en un disparate del que no pudo salir, de tal manera que la noticia no era ya que estuviese 35 a?os en coma, sino que alguien se lo creyese, y tratase de hac¨¦rselo creer a los dem¨¢s.