Los expertos cuestionan la utilidad de la dosis de refuerzo a cuatro semanas de la infecci¨®n: ¡°No tiene sentido¡±
Sanidad no ha esperado a contar con estudios que avalen la nueva estrategia de vacunaci¨®n para reci¨¦n contagiados, al contrario de lo que ha sucedido hasta ahora
Unas semanas despu¨¦s de pasar la infecci¨®n por covid, el cuerpo de una persona sana que haya recibido previamente la vacunaci¨®n completa es algo as¨ª como una m¨¢quina de matar virus. Su sistema inmunitario m¨¢s profundo ya estaba preparado para evitar la enfermedad grave en la grand¨ªsima mayor¨ªa de los casos y el contacto reciente con el coronavirus le sirve como algo parecido a una dosis de refuerzo que ayuda a producir nuevos anticuerpos. Vir¨®logos e inmun¨®logos consultados por EL PA?S est¨¢n sorprendidos por la nueva estrategia de vacunaci¨®n, ...
Unas semanas despu¨¦s de pasar la infecci¨®n por covid, el cuerpo de una persona sana que haya recibido previamente la vacunaci¨®n completa es algo as¨ª como una m¨¢quina de matar virus. Su sistema inmunitario m¨¢s profundo ya estaba preparado para evitar la enfermedad grave en la grand¨ªsima mayor¨ªa de los casos y el contacto reciente con el coronavirus le sirve como algo parecido a una dosis de refuerzo que ayuda a producir nuevos anticuerpos. Vir¨®logos e inmun¨®logos consultados por EL PA?S est¨¢n sorprendidos por la nueva estrategia de vacunaci¨®n, publicada esta semana por el Ministerio de Sanidad, que indica la dosis de refuerzo en personas mayores de 40 a?os a partir de cuatro semanas desde la infecci¨®n, siempre seis meses despu¨¦s de la ¨²ltima dosis. ¡°Desde el punto de vista inmunol¨®gico no tiene sentido¡±, sostiene Marcos L¨®pez Hoyos, presidente de la Sociedad Espa?ola de Inmunolog¨ªa.
No hay estudios que avalen esta pauta: la ¨®micron es tan reciente que no ha dado tiempo a hacerlos. Hasta ahora, la estrategia de vacunaci¨®n siempre se hab¨ªa basado en la evidencia cient¨ªfica. Los expertos de la Ponencia de Vacunas fueron m¨¢s conservadores que otros pa¨ªses al recomendar la dosis de refuerzo. Esperaron a que todos los datos la avalasen, especialmente en poblaci¨®n menor de 60 a?os, cuyo riesgo de enfermar gravemente o morir es muy bajo si han recibido la pauta completa. Esta tercera inoculaci¨®n lleg¨® incluso algo tarde, en opini¨®n de expertos como el catedr¨¢tico de la Universidad de Harvard Miguel Hern¨¢n, que cree que habr¨ªa sido efectiva para reducir el impacto de la sexta ola si se hubiera empezado antes.
En la dosis de refuerzo para los recientemente infectados, la estrategia no ha esperado a contar con evidencia cient¨ªfica. ¡°No encontramos explicaci¨®n¡±, subraya L¨®pez Hoyos, que asegura que incluso puede generar ¡°problemas en el sistema inmunitario¡± con tan corto intervalo. ¡°Tras la vacunaci¨®n, una infecci¨®n por ¨®micron es como una nueva dosis, pero m¨¢s completa, porque no solo nos exponemos a una parte del virus, como con la inyecci¨®n, sino a todos sus ant¨ªgenos. Semanas despu¨¦s el organismo tiene anticuerpos efectivos. No por dar una y otra dosis hasta el infinito sin espaciamiento de tiempo vamos a conseguir una mejor protecci¨®n¡±, a?ade.
Jaime Jes¨²s P¨¦rez, de la Sociedad Espa?ola de Vacunolog¨ªa, defiende la decisi¨®n de Sanidad: ¡°Los conocimientos que vamos teniendo van apuntando hacia tener en cuenta el padecimiento de la enfermedad como posible refuerzo, pero la incertidumbre est¨¢ ah¨ª y el contexto internacional tambi¨¦n. En ning¨²n pa¨ªs de Europa ni en Estados Unidos se toma la infecci¨®n como parte de la pauta. En las decisiones de salud p¨²blica hay que hacer recomendaciones que, causando el m¨ªnimo da?o, provoquen el mayor beneficio. Si se genera evidencia de que no es necesaria esta dosis, probablemente las estrategias cambien¡±.
P¨¦rez reconoce que se podr¨ªa ampliar el plazo, pero atribuye la decisi¨®n a optimizar la log¨ªstica y homogeneizar la estrategia con otros pa¨ªses: ¡°Hay que tener en cuenta que las campa?as est¨¢n en marcha. Y si una persona no recibe la dosis de refuerzo puede encontrarse que le impidan el ingreso a algunos pa¨ªses que la exijan independientemente de haber pasado la enfermedad¡±.
Adolfo Garc¨ªa-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Pat¨®genos Emergentes del Hospital Monte Sina¨ª de Nueva York, no ve razones para recibir una inyecci¨®n de recuerdo tan seguida a la infecci¨®n. ¡°Yo no me la pondr¨ªa cuatro semanas despu¨¦s de contagiarme, ya que esta exposici¨®n al virus sirve como dosis de refuerzo. Esperar¨ªa unos meses a una vacuna dise?ada frente a las nuevas variantes. Lo que s¨ª har¨ªa es seguir poniendo esta tercera dosis a quien no ha pasado la enfermedad¡±, razona.
La estrategia de vacunaci¨®n no explica los motivos de esta decisi¨®n. Es lo contrario que sucede, por ejemplo, con otras pautas, o con la vacunaci¨®n a los ni?os, para los que el documento expone las evidencias cient¨ªficas, los riesgos, beneficios y razones para implementarla. El Ministerio de Sanidad responde a este peri¨®dico que la pauta ha sido la recomendaci¨®n de la Ponencia de vacunas, el grupo de t¨¦cnicos que ha dise?ado toda la estrategia. Y matiza que el texto reza que son ¡°al menos¡± cuatro semanas, pero que se puede espaciar m¨¢s. Jaime Jes¨²s P¨¦rez, por su parte, apunta que las comunidades tienen potestad para alargar la pauta: en Murcia, por ejemplo han decidido ponerla a las ocho semanas.
Un plazo ¡°arbitrario¡±
Federico Martin¨®n, asesor de vacunas de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, opina que imponer cuatro semanas (u ocho) es ¡°arbitrario¡±. Conjetura varias razones sobre las que se han podido basar los expertos que asesoran a Sanidad: ¡°La pauta vacunal completa requiere tres dosis y no dos a la luz del conocimiento actual. Es decir, hablamos de refuerzo, pero en realidad dos dosis no llegan y la pauta son tres, y si hoy se vacunase desde cero una persona, le pondr¨ªamos las tres¡±. Adem¨¢s, contin¨²a, la infecci¨®n natural confiere una protecci¨®n ¡°m¨¢s impredecible¡± que la inducida por vacuna. ¡°Quiz¨¢s por eso se ha decidido obviar el hecho de que te hayas expuesto previamente o no, ahora que hay dosis suficientes. Obviamente, desde un punto de vista inmunol¨®gico, no hay prisa por poner la vacuna tras la infecci¨®n, pero alg¨²n tipo de arbitrariedad hay que establecer, y cuatro semanas es arbitrario, como podr¨ªan ser ocho o cuatro meses, ya que no tenemos la certeza de cu¨¢nto dura esa protecci¨®n y puede variar seg¨²n la persona¡±, a?ade.
Las cuatro semanas tras superar la infecci¨®n ser¨ªan para Martin¨®n m¨¢s bien una estrategia de salud p¨²blica por cuestiones log¨ªsticas, ya que no se puede hacer una pauta a medida de cada ciudadano. ¡°El punto m¨¢s discutible es si, despu¨¦s de ¨®micron, tiene sentido la tercera dosis con una vacuna con la composici¨®n original (basada en la variante de Wuhan). Ah¨ª es donde podr¨ªamos decir: ¡®Bueno, como no hay prisa, era mejor agotar plazos y meter la tercera dosis con una de nueva generaci¨®n¡¯. Y, una vez m¨¢s, hay que insistir en que tenemos que vacunar a quien m¨¢s lo necesita all¨ª donde est¨¦ con las vacunas que tenemos. Los beneficios de tercera dosis tras infecci¨®n por ¨®micron son te¨®ricamente m¨¢s marginales y en la pr¨¢ctica desconocidos, lo que limita el balance beneficio-riesgo, y eso es otro aspecto en contra de apurar la vacunaci¨®n, por seguras que sean estas vacunas, que lo son¡±, razona el experto.
Con una sexta ola que va camino de contagiar a millones de personas, la actualizaci¨®n de la estrategia va a afectar a cientos de miles: sobre todo entre 40 y 60 a?os, que son las que tienen ahora turno para las dosis de refuerzo: los mayores ya est¨¢n mayoritariamente inoculados y para los menores de esa edad todav¨ªa no hay pautado pinchazo de recuerdo.