El psiquiatra infantil V¨ªctor G. Carri¨®n: ¡°Es un error pensar que los ni?os afrontan mejor las crisis: son m¨¢s vulnerables¡±
El experto considera que el estr¨¦s por un duelo no procesado y el no ir a la escuela durante un tiempo son las situaciones m¨¢s dif¨ªciles para los menores en la pandemia
Hace casi dos a?os que el coronavirus azota al mundo, pero solo en los ¨²ltimos meses ha empezado a vislumbrarse la gigantesca resaca de ansiedad, depresi¨®n, suicidios y mala salud mental que las sucesivas oleadas han ido dejando en la poblaci¨®n. Tambi¨¦n en los ni?os y adolescentes. Aunque en ellos la covid se presente sin apenas s¨ªntomas o de forma leve, han acusado, en plena fase de desarrollo, el zarpazo del confinamiento, las restricciones sociales, la incertidumbre y el empobrecimiento. En Espa?a, el 39,4% de los menores se siente solo, una huella emocional que refleja el...
Hace casi dos a?os que el coronavirus azota al mundo, pero solo en los ¨²ltimos meses ha empezado a vislumbrarse la gigantesca resaca de ansiedad, depresi¨®n, suicidios y mala salud mental que las sucesivas oleadas han ido dejando en la poblaci¨®n. Tambi¨¦n en los ni?os y adolescentes. Aunque en ellos la covid se presente sin apenas s¨ªntomas o de forma leve, han acusado, en plena fase de desarrollo, el zarpazo del confinamiento, las restricciones sociales, la incertidumbre y el empobrecimiento. En Espa?a, el 39,4% de los menores se siente solo, una huella emocional que refleja el Bar¨®metro de opini¨®n de Unicef de 2021, y el 61% dicen sentir ¡°bastante, mucha o much¨ªsima¡± tristeza, frente al 50,8% de 2019. El psiquiatra infantojuvenil V¨ªctor G. Carri¨®n, de 58 a?os, ha dedicado su carrera a investigar y tratar el trauma en los ni?os y adolescentes y en c¨®mo el estr¨¦s afecta al cerebro en esas etapas de la vida. Lo que ha encontrado desmonta la extendida creencia de que los cr¨ªos superan las crisis con mayor facilidad de manera natural. En realidad, explica, son m¨¢s vulnerables.
Carri¨®n dirige el Programa de Estr¨¦s y Resiliencia en la Infancia de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, donde es vicepresidente del departamento de Psiquiatr¨ªa y Ciencias del Comportamiento, y trabaja en el hospital infantil Lucile Packard. Visita Madrid a finales de noviembre, d¨ªas antes de que el mundo supiera de la variante ¨®micron. Durante su estancia se ha reunido con psiquiatras del Hospital Puerta de Hierro, como parte de la formaci¨®n a otros profesionales en la Terapia de claves traum¨¢ticas, el nombre del tratamiento y el t¨ªtulo de su manual (editorial Gedisa), basado en tomar conciencia del trauma y desarrollar herramientas para afrontarlo. Est¨¢ en la consulta de su colega la psic¨®loga cl¨ªnica Susana Cruylles, que trabaja con ¨¦l en difundir este enfoque en el mundo hispanoparlante. Nacido en Nueva York y criado en Puerto Rico, Carri¨®n mantiene un discurso en el que llama a involucrar a las familias, educadores y terapeutas en la salud mental de los menores, a poner el foco en la prevenci¨®n y en algo simple pero muy eficaz: hablar con los ni?os.
Pregunta. La pandemia ha tenido un enorme impacto en la salud mental de la poblaci¨®n adulta. ?Qu¨¦ ha pasado con los ni?os?
Respuesta. Para muchos ni?os y para muchos adultos, ha sido como un peso m¨¢s en la mochila que llevan. La mochila es el estr¨¦s de la vida. Cuantas m¨¢s herramientas tiene uno, mejor puede llevarla, pero si eres muy joven y no has tenido tiempo de desarrollar esos recursos, puede ser muy pesada. El estr¨¦s es muy importante para el desarrollo, es favorable, pero hasta un punto m¨¢ximo. Despu¨¦s de alcanzarlo, la salud empieza a declinar y crea una curva como una U invertida. Cuando el estr¨¦s es m¨¢ximo, es en esa segunda parte de la curva donde aparecen los s¨ªntomas: los ni?os preescolares tienden a manifestarlo con comportamientos regresivos, empiezan a chuparse el dedo otra vez o pueden mojar la cama, por ejemplo. Los escolares somatizan m¨¢s el estr¨¦s, con dolores de cabeza o de est¨®mago que no tienen otra causa m¨¦dica. Los adolescentes suelen querer estar solos, se recluyen y eso puede empeorar los problemas. Durante [la fase aguda de] la pandemia, mucha gente pod¨ªa aguantar y manejar lo cr¨ªtico que suced¨ªa en esos momentos, sobrevivir, trabajar. Y estos ¨²ltimos meses, cuando la situaci¨®n parec¨ªa m¨¢s estable, ha salido todo: vemos un aumento en depresi¨®n, en ansiedad. Y si ya ten¨ªamos un problema con el suicidio, ahora los n¨²meros est¨¢n creciendo.
P. De las experiencias vividas en la pandemia, ?cu¨¢les pueden ser las m¨¢s da?inas para un ni?o?
R. Yo creo que la p¨¦rdida de un padre o de un cuidador, algo que le ha sucedido a m¨¢s de cien mil ni?os en Estados Unidos [ahora se calcula que son 167.000] y que requiere un proceso de decir adi¨®s, de dejar a las personas irse. En general, lo peor que puede pasarles a ellos es estar separados o perder a sus padres o cuidadores. Muchos no pudieron ver a sus familiares o a sus abuelos cuando estaban en el hospital y eso hace el duelo m¨¢s dificultoso. El estr¨¦s de un duelo no procesado es una de las situaciones m¨¢s dif¨ªciles para los ni?os. La otra es el no haber estado por un tiempo en la escuela con otros ni?os de su edad. Eso afecta el aprendizaje socioemocional que tienen que hacer.
P. En su experiencia cl¨ªnica, en el hospital, ?cu¨¢les son las situaciones m¨¢s frecuentes que ha visto en estos casi dos a?os?
R. Sobre todo, ansiedad y depresi¨®n. Por ejemplo, en la visita al hospital [Puerta de Hierro] en Madrid vimos bastantes trastornos de alimentaci¨®n, estr¨¦s traum¨¢tico y desgaste de los sanitarios. ?Cu¨¢l es el problema? Ocurre en todo el mundo, no tenemos suficientes psic¨®logos ni psiquiatras, en Estados Unidos la mitad de los ni?os que necesitan tratamiento no lo est¨¢ recibiendo, as¨ª que tenemos que ser innovadores. Tenemos que trabajar con las escuelas, con los deportes, crear grupos preventivos. Hay que trabajar con el sistema formando a los educadores, a los terapeutas, a quienes est¨¢n bregando con los ni?os: no podemos esperar a que tengan un trastorno de estr¨¦s grave para que llamen a nuestra puerta.
P. Uno de los ejes de su carrera es estudiar c¨®mo reacciona el cerebro de los ni?os al estr¨¦s. ?C¨®mo afecta?
R. Tienen un aumento de la hormona que secretamos cuando hay estr¨¦s, el cortisol. Aunque el cortisol baja al final del d¨ªa, el estr¨¦s hace que ellos tengan un nivel m¨¢s alto de lo que se supone. Ese incremento se da m¨¢s por la noche, antes de que se duerman, cuando tambi¨¦n tienen otros s¨ªntomas, como problemas para dormir, pesadillas o mojar la cama. Todos necesitamos ese cortisol si vamos a cruzar una calle y viene un cami¨®n: nos ayuda a saltar, a salir de esa situaci¨®n. Pero si eres un ni?o de siete a?os y sientes que un cami¨®n viene a ti todos los d¨ªas, eso tiene un coste en el cuerpo. Cuando el cortisol est¨¢ ah¨ª por mucho tiempo en cantidades aumentadas se convierte en un t¨®xico y puede afectar a c¨¦lulas del cerebro que se est¨¢n desarrollando. Los ni?os son m¨¢s vulnerables porque est¨¢n en desarrollo. Ese es un lado de la moneda, la mala noticia. En el otro lado, vemos que un buen ambiente puede proteger. Podemos arreglar ese da?o que haya ocurrido o forzar las capacidades de un ni?o para que cuando pasen las cosas, pueda hacerlo mejor. Hemos desarrollado un tratamiento que llamamos Terapia de Claves Traum¨¢ticas, y los datos nos indican que podemos sacarle provecho a esa plasticidad del cerebro si hacemos lo adecuado.
P. ?En qu¨¦ consiste la terapia?
R. Las claves traum¨¢ticas son esos olores, colores, personas, cosas que hacen que un ni?o recuerde un evento y que despiertan los s¨ªntomas traum¨¢ticos. A lo mejor no tienen la palabra trauma en su l¨¦xico, pero s¨ª tienen dentro la emoci¨®n de lo que fue esa experiencia. Parte de la terapia consiste en hacer que encuentren las palabras para describir la emoci¨®n y la experiencia. Como terapeutas, debemos tener cuidado para no dejar que nuestra experiencia describa la historia del ni?o ni darle las palabras que debe utilizar. Debe ser ¨¦l, con un gu¨ªa, un terapeuta, el que encuentre la manera de dar sentido a la experiencia.
P. Su especialidad es el estr¨¦s traum¨¢tico. ?La pandemia puede generar traumas?
R. Dependiendo de c¨®mo se present¨® la experiencia, de los recursos y de c¨®mo el ni?o piensa en ello, puede ser traum¨¢tico o no. En la covid ha habido mucho estr¨¦s y estr¨¦s traum¨¢tico en algunos casos.
R. ?C¨®mo se comporta un ni?o traumatizado?
R. El trauma afecta a toda su vida, en lo emocional, lo social y lo cognitivo. Se ve claro en el impacto del trauma en el juego, que es muy importante para el desarrollo. Se convierte en juego traum¨¢tico, es repetitivo. Por ejemplo, si un ni?o estuvo en un accidente de coche, coge dos coches de juguete y los hace chocar. Ese es un juego com¨²n, pero si pasa una hora entera y eso es lo ¨²nico que hace, lo llamamos perseverancia, y es una caracter¨ªstica del juego traum¨¢tico. La otra caracter¨ªstica es que el juego ya no da placer. Cuando el ni?o hace esto no lo est¨¢ disfrutando, el trauma le roba al ni?o esa habilidad y empieza a afectarle en otras ¨¢reas: al sue?o, al humor, el estado de ¨¢nimo. Esto no mejora solo y se queda ah¨ª a menos que trabajemos con ¨¦l.
P. ?Qu¨¦ pasa si no se atiende un trauma?
R. Lo primero que hay que hacer es reconocerlo. Evitarlo nunca es la soluci¨®n, se queda ah¨ª y empeora. El trauma crece al evitarlo. Y lo que podr¨ªa requerir un tratamiento corto, puede derivar en que un ni?o se empieza a autolesionar o toma drogas. Muchas veces, cuando tratamos a adultos con problemas complejos y vemos su historial, encontramos traumas en la etapa de su desarrollo con los que no se hizo nada.
P. Usted trabaja el concepto de resiliencia, la capacidad de afrontar y adaptarse a una situaci¨®n dif¨ªcil en un momento dado. Existe la creencia de que los ni?os, por el hecho de serlo, tienen m¨¢s facilidad para superar crisis de todo tipo.
R. Es un error pensar que los ni?os afrontan mejor las crisis: son m¨¢s vulnerables que los adultos. En lugares donde ha habido un terremoto u otro tipo de desastres, por ejemplo, los peque?os muestran m¨¢s s¨ªntomas que los adultos. Es casi acomodaticio pensar que los cr¨ªos van a estar bien y que no hay que trabajar con ellos la resiliencia. S¨ª hay que trabajarla. Los ni?os pueden ser muy resilientes, pero tenemos que ense?arles y darles la oportunidad de serlo.
P. ?De qu¨¦ manera?
R. La creatividad, la flexibilidad cognitiva... todas estas cosas hacen que alguien sea resiliente, pero no sucede de manera natural. Tenemos que darles la oportunidad de solucionar problemas. Hay que protegerlos y darles seguridad, pero no resolverles los problemas todo el tiempo. Ellos tienen que aprender a desarrollar sus habilidades de afrontamiento. Otra idea equivocada es que uno es resiliente o no lo es. En realidad, puede haber facetas en las que se tiene m¨¢s adaptabilidad que en otras, puedes serlo mucho en el trabajo y no con tu familia, y al contrario. O hay momentos de la vida en los que se es m¨¢s adaptable, pero en temporadas de mucho estr¨¦s resulta m¨¢s dif¨ªcil y eso es entendible.
P. ?Qu¨¦ cosas funcionan para fomentar la resiliencia en ni?os y adolescentes en este periodo de pandemia?
R. Yo le dir¨ªa a un ni?o ¡®vamos a escribir la historia de esta experiencia, un cuento¡¯. No tiene que ser largo, pero vamos a hablar de c¨®mo fueron estos dos a?os. Si son muy peque?os y no son tan verbales, es importante encontrar las palabras para las emociones que sienten, porque si no, las guardamos en el cuerpo sin palabras, y cuando las recordamos lo que viene es la emoci¨®n y no la palabra. Si son adolescentes, pueden hacerlo ellos solos, tener un diario o utilizar cualquier forma de arte donde puedan expresar c¨®mo se sienten, o una actividad que les conecte con la comunidad, ayudar a otras familias¡Queremos saber cu¨¢l fue su experiencia y procesarla con ellos. Suena muy b¨¢sico, pero es importante hablar con los ni?os. Tambi¨¦n hay que ver las cosas que hicimos bien. Preguntar: ?Qu¨¦ cosas te ayudaron? ?Entendiste por qu¨¦ no pudimos hacer algunas cosas? ?Qu¨¦ esperas del a?o nuevo? En nuestra terapia usamos una caja de herramientas [muestra el dibujo de una maleta] con cosas que ellos pueden utilizar. Ah¨ª pueden entrar, por ejemplo, el yoga y el mindfulness [una t¨¦cnica para enfocar la atenci¨®n en el presente], la m¨²sica, el deporte. En esta caja ponemos lo que le funciona al ni?o. Y tambi¨¦n les ense?o a crear sus propias herramientas. Cada vez que ellos crean una, que puede ser tan sencilla como tomarse un vaso de leche, funciona mucho mejor que cualquiera que les mostramos. La eficacia personal, el empoderamiento, es muy importante, es algo que sucede con este tratamiento.