V¨ªctor Carri¨®n: ¡°Sobreproteger a los ni?os les puede crear mucho estr¨¦s¡±
Este psiquiatra infantil lleva dos d¨¦cadas investigando?en la Universidad de Stanford c¨®mo el estr¨¦s moldea el cerebro de los menores. Defiende la necesidad de ense?arles a ser m¨¢s resilientes. Ha puesto en marcha en las escuelas de San Francisco un programa de yoga y relajaci¨®n para ayudar a los alumnos a gestionar la ansiedad. En esta conversaci¨®n, recomienda a los padres que den a sus hijos autonom¨ªa. Y observa con preocupaci¨®n el uso excesivo de la tecnolog¨ªa.
C?MO ENSE?AR a los ni?os a ser m¨¢s resilientes? ?C¨®mo educarles para que sepan enfrentarse a las dificultades cotidianas? Padres y profesores se hacen esta pregunta a menudo y V¨ªctor Carri¨®n tiene algunas respuestas. El psiquiatra infantil, nacido en Puerto Rico hace 45 a?os, investiga en la Universidad de Stanford (Estados Unidos) c¨®mo el estr¨¦s moldea el cerebro de los ni?os y hasta qu¨¦ punto afecta al comportamiento y al rendimiento acad¨¦mico. Est¨¢ convencido de que hay que guiar a los menores para que aprendan a gestionar la ansiedad desde peque?os, y por ello ¨¦l y su equipo han impulsado en varias escuelas p¨²blicas de San Francisco un programa para ense?ar unos cuantos trucos a 3.500 alumnos, que reciben a diario clases de yoga y relajaci¨®n, con unos resultados, dice, bastante prometedores.
Son muchas las situaciones que generan estr¨¦s en los ni?os: el miedo a no cumplir con las expectativas sociales y acad¨¦micas, a no hacer amigos, problemas familiares, con los profesores¡ Las investigaciones de Carri¨®n han concluido que, en un nivel ¨®ptimo, este estr¨¦s puede ser positivo o f¨¢cil de controlar. Pero en otros casos no basta con la meditaci¨®n. Cuando los episodios son muy frecuentes o intensos (malos tratos f¨ªsicos o psicol¨®gicos, acoso escolar, abandono, conflictos b¨¦licos y cat¨¢strofes naturales) suele ser necesario recibir tratamiento. Se estima que cerca de un tercio de los ni?os sufren alguna experiencia traum¨¢tica, m¨¢s o menos grave, antes de llegar a los 18 a?os. De ellos, al menos un 6% llegar¨¢ a sufrir estr¨¦s postraum¨¢tico, cuyas secuelas pueden dejarse ver tambi¨¦n en la edad adulta.
Sentado en el sal¨®n de un luminoso apartamento con vistas a la Plaza Mayor de Madrid, cedido por un conocido para la entrevista, Carri¨®n conversa sobre la especial vulnerabilidad de los ni?os y c¨®mo ense?arles a ser m¨¢s fuertes y aut¨®nomos. Est¨¢ de visita unos d¨ªas en Espa?a para realizar un taller con profesionales de la salud de la Comunidad de Madrid organizado por la psic¨®loga cl¨ªnica y terapeuta de familia Susana de ?Cruylles. El hablar de Carri¨®n, suave y pausado, y su expresi¨®n relajada hacen que resulte muy f¨¢cil imaginarle dirigiendo con ¨¦xito una terapia antiestr¨¦s.
Afirma que se puede ense?ar a los ni?os a ser m¨¢s ?resilientes. Por supuesto. En primer lugar, es importante tener el apoyo de un adulto en el que confiar, sea un familiar, un maestro, un entrenador¡ Alguien interesado en su vida y a quien el ni?o pueda hablar de las cosas que le hayan molestado. As¨ª les vamos guiando. Por ejemplo, explicarles que sus temores, como sacar malas notas, los tenemos todos. Tambi¨¦n es bueno que practiquen deportes o realicen actividades art¨ªsticas que les ayuden a gestionar el estr¨¦s cotidiano.?
?Qu¨¦ importancia tiene la escuela? Mucha. All¨ª pasan buena parte del d¨ªa. All¨ª se relacionan y conviven con muchas otras personas. Por eso pusimos en marcha el proyecto de San Francisco. Hemos a?adido en el ?curr¨ªculo escolar una nueva actividad que incluye yoga y mindfulness. Llevamos tres a?os. Hemos comparado estos colegios con otros que no tienen estas actividades y, aunque los resultados que tenemos son muy preliminares, hemos visto que hay un menor ?absentismo y los ni?os duermen mejor. Falta por ver si influye en el rendimiento acad¨¦mico. Tambi¨¦n ?ense?amos a los maestros a conocer qu¨¦ estresa a los ni?os para entenderlos y saber cu¨¢ndo necesitan ayuda.?
¡°Si tengo unos padres que siempre me est¨¢n diciendo qu¨¦ quieres hacer, qu¨¦ te quieres poner, al final empiezo a pensar que no tienen idea de nada¡±
El mindfulness parece ahora la panacea. Consiste en hacer unos ejercicios de meditaci¨®n y respiraci¨®n que te ayudan a centrarte m¨¢s en ti y en el momento que est¨¢s viviendo, sin juzgar, vivir el momento. Est¨¢ resultando una herramienta genial de gesti¨®n del estr¨¦s y la concentraci¨®n. Al principio, los ni?os de nuestra investigaci¨®n se mov¨ªan sin parar por el aula. Era dif¨ªcil decirles si¨¦ntate y c¨¦ntrate en esto. As¨ª que les animamos a moverse con el yoga. Combinamos las dos cosas. Vimos enseguida que les beneficiaba, les hac¨ªa sentir bien y lo dec¨ªan. Hay juegos para respirar profundamente. Parece una tonter¨ªa, pero si uno respira mejor, con una buena postura, lleva m¨¢s ox¨ªgeno a los m¨²sculos y los relaja. Son t¨¦cnicas de prevenci¨®n. Pero cuando ya hay ni?os con s¨ªntomas de estr¨¦s importante hay que ir a terapia.?
?Y qu¨¦ papel desempe?an los padres? Ahora se habla mucho del apego. Hay que proteger al ni?o, intentar que no le pase nada malo, estimularle para que se desarrolle y ayudarle a afrontar las dificultades, porque esas dificultades le hacen crecer como persona. El adulto debe acompa?arle y ayudarle a entender lo que sucede, pero tiene que darle autonom¨ªa. Es importante ense?arle que a veces se sentir¨¢ frustrado y dejar que, en la medida de lo posible, solucione ¨¦l mismo sus problemas. Eso le puede ayudar a gestionar el estr¨¦s en el futuro. Pero si se lo haces todo, no le ayudas a aprender c¨®mo enfrentarse al mundo. El ni?o sobreprotegido es m¨¢s vulnerable al estr¨¦s. Hay apegos que son excesivos. No es f¨¢cil, pero se trata de encontrar el equilibrio.
?Sobreproteger a los ni?os les causa ansiedad? Les puede crear mucho estr¨¦s. Insisto en que los ni?os se tienen que sentir cuidados. Pero tambi¨¦n que las personas que se encargan de su cuidado tienen autoridad, que saben qu¨¦ hay que hacer. Si tengo unos padres que siempre me est¨¢n diciendo qu¨¦ quieres hacer, qu¨¦ te quieres poner, qu¨¦ quieres comer, ad¨®nde quieres ir¡, empiezo a pensar que no tienen ni idea de nada, que soy yo, el ni?o, quien debe tomar las decisiones. Y eso causa mucha ansiedad. Los ni?os piensan as¨ª. Hay que encontrar el equilibrio entre dejarles que a veces decidan por s¨ª mismos algunas cosas y que lo decidan todo. Conviene apoyarlos para que tengan experiencias de engrandecimiento y crecimiento emocional y social. Que sean aut¨®nomos.
?Qu¨¦ etapa de la vida de un ni?o es m¨¢s importante? ?Todas! Cada minuto es cr¨ªtico. Pero la etapa de 0 a 5 a?os es esencial porque se desarrolla mucho el cerebro. Tambi¨¦n es importante la edad escolar, entre los 7 y 8 a?os, y la adolescencia temprana. Hemos visto que la parte frontal del cerebro es clave y sabemos que esa parte se desarrolla hasta la veintena y m¨¢s. As¨ª que hay mucho margen para que se produzcan cambios positivos.
Estar enganchados al m¨®vil, a la tableta, al ordenador¡, ?es una nueva fuente de generaci¨®n de estr¨¦s? Por supuesto que afecta. No solo al cerebro, que se ve estimulado de forma constante, sino que tambi¨¦n genera un problema de conexi¨®n. Los chavales suelen decirnos que se sienten desconectados de su entorno. No perciben que participen en los asuntos de la familia, en la clase, con los amigos. Hay escuelas en las que todos los ni?os tienen tableta y a veces la relaci¨®n es con ese aparato y no con el resto de la clase, con el compa?ero de al lado. Es importante disfrutar de la tecnolog¨ªa y de lo nuevo, de los avances, pero todo debe tener sus l¨ªmites. De la misma forma que hay que poner l¨ªmites en cuanto a la comida, el dormir¡, hay que poner l¨ªmites al uso de la tecnolog¨ªa. De nuevo, buscar ese equilibrio. Me gustan esas familias que, antes de sentarse a la mesa a cenar, pasan una cesta para que todos dejen all¨ª su m¨®vil.
El acoso ahora llega adem¨¢s por el m¨®vil. El acoso ha sido siempre un ?problema. Afecta a la v¨ªctima, al per?petrador, que normalmente ha sido v¨ªctima a su vez de bullying de alguna forma, el ?sistema, los padres¡ Pero la dificultad espec¨ªfica del ciberbullying es que suele suceder en silencio. Cuando yo era ni?o, se ve¨ªa al acosador, qui¨¦n era. Ahora no siempre se sabe. Solo lo sabe el ni?o. El ciberacoso puede llegar a ser muy cruel.?
?C¨®mo perjudica el estr¨¦s a los ni?os? El estr¨¦s es necesario, es clave para desarrollarnos. En un nivel ¨®ptimo, mejora nuestro rendimiento. Estar preocupados por el examen de ma?ana nos hace esforzarnos m¨¢s. Es una se?al de que nos importa. Pero si el estr¨¦s sobrepasa unos l¨ªmites, el rendimiento empieza a bajar y puede afectar al desarrollo acad¨¦mico, emocional, cognitivo y social. El estr¨¦s depende de una acumulaci¨®n de experiencias. Cuando un ni?o vive un acto terrorista, un episodio violento o un desastre natural, como un hurac¨¢n, puede llegar a desarrollar un trastorno de estr¨¦s. Pero lo que ves m¨¢s a menudo es una vida con acumulaci¨®n de distintas vivencias traum¨¢ticas que van sum¨¢ndose, como violencia en el hogar, pobreza, problemas en el colegio. Ah¨ª aparece el estr¨¦s traum¨¢tico, que es cr¨®nico. Y que debe ser tratado.
?Esos ni?os se convierten en adultos enfermos? Exactamente. Si no se trata, se pueden desarrollar trastornos de estr¨¦s traum¨¢tico cr¨®nico, adicciones a las drogas y al alcohol, depresi¨®n y ansiedad, problemas en las relaciones sociales. Es muy habitual que se autolesionen. Hay que reconocerlo y tratarlo temprano, porque el cerebro de un ni?o no est¨¢ completamente desarrollado y es m¨¢s vulnerable al estr¨¦s que un adulto. Por eso es importante el diagn¨®stico. A veces est¨¢ muy claro, pero no siempre se tiene el trastorno al completo, no se tienen todos los s¨ªntomas, y es m¨¢s dif¨ªcil verlo. Por eso son necesarios profesionales de la salud formados, y que los padres y los profesores tengan informaci¨®n. Existe tambi¨¦n el problema de que mucha gente, suele ser la familia, no quiere ver el problema. Es una l¨¢stima porque en verdad se responde muy bien a la terapia.
Se suele decir que los ni?os lo superan todo, que se adaptan bien, que todo lo olvidan. Muchas personas est¨¢n convencidas de que un ni?o puede superar cualquier problema porque es joven. Es completamente lo opuesto. No hay nada en la literatura cient¨ªfica que concluya que por ser ni?o exista una protecci¨®n especial. Los ni?os se enteran m¨¢s de lo que creemos y les afecta m¨¢s de lo que parece.?
?Un solo evento puede cambiar la vida? Si uno va a Hait¨ª despu¨¦s del terremoto, lo que se ve es que los ni?os con m¨¢s estr¨¦s traum¨¢tico ya hab¨ªan vivido anteriormente experiencias estresantes. La mayor¨ªa de las veces no basta con un solo evento. Puede pasar si la persona es especialmente vulnerable desde el nacimiento, aunque todav¨ªa sabemos poco de la influencia que tiene la gen¨¦tica en la fortaleza personal. Por otra parte, en t¨¦rminos de estr¨¦s cotidiano vemos que las expectativas acad¨¦micas y sociales excesivas o poco realistas que algunos padres tienen en relaci¨®n con sus hijos pueden provocar mucho estr¨¦s. Sobre todo puede haber dificultades cuando ese joven no se siente conectado a unos amigos, familiares o alg¨²n apoyo de referencia.
?Hay m¨¢s traumas ahora que antes? Siempre han existido. Incluso hay traumas hist¨®ricos que han pasado de generaci¨®n en generaci¨®n. Como la esclavitud o el Holocausto. Contin¨²an afectando a generaciones posteriores.?
Algunos dicen que a veces se piensa demasiado en el pasado. Hay que reconocer lo que pas¨® y que se hable de ello, porque si no se repara el problema, no desaparece. La reparaci¨®n es importante. Si algo no ha sido procesado cognitivamente, el problema sale som¨¢ticamente, en enfermedades mentales y generales. El sue?o, por ejemplo, es importante. Si no hay suficientes etapas profundas durante el sue?o, se tienen problemas procesando los eventos del d¨ªa. Cuando no se procesan las cosas, no se crea una narrativa de lo que ha pasado y c¨®mo nos ha afectado. Lo que queda en la memoria son unas se?ales o im¨¢genes que no se procesan. Entonces, cuando uno les hace frente en su vida cotidiana reacciona de una forma y no sabe por qu¨¦. Puede ser una reacci¨®n peque?a o a veces grande.?
¡°Las expectativas acad¨¦micas o sociales poco realistas que algunos padres tienen en relaci¨®n con sus hijos
pueden provocar mucho estr¨¦s¡±
?C¨®mo son esas reacciones? Un chaval que de repente sale corriendo de la clase, sin un motivo aparente. Se le etiquetar¨¢ casi seguramente como problem¨¢tico, y cuando uno es ni?o, el desarrollo de la identidad es muy importante y se absorben esos nombres f¨¢cilmente y se incorporan a su personalidad. Pero quiz¨¢ hay algo detr¨¢s de su comportamiento. Puede que est¨¦ respondiendo a algo que pasa en la clase. Quiz¨¢ el volumen de las voces haya subido y le recuerde que, cuando eso pasa en casa, est¨¢ a punto de haber violencia de alg¨²n tipo. Echar a correr es lo mejor que puede hacer. El cuerpo aprende de manera autom¨¢tica que, cuando oye ruidos fuertes, hay que huir. Ese ni?o responde as¨ª y no sabe ni por qu¨¦. Durante la infancia, las vivencias y los sentimientos no siempre se relacionan. Hay que ayudarles a hacer esa conexi¨®n, porque ellos no las ven. Cuando esto sucede, se les debe ayudar a entender qu¨¦ pasa y se les debe ofrecer alternativas a huir de la clase, otras v¨ªas de escape.?
?Reaccionar¨¢ igual el hermano de ese ni?o que haya vivido en casa lo mismo que ¨¦l? Hay cierta predisposici¨®n. La resiliencia es una f¨®rmula matem¨¢tica en la que hay muchas variables. Hay factores gen¨¦ticos que nos hacen m¨¢s vulnerables al estr¨¦s y eso cambia de persona a persona. Como dec¨ªa antes, todav¨ªa no sabemos mucho de esa vulnerabilidad gen¨¦tica. Es algo que estamos investigando. Pero sabemos que el estr¨¦s influye en el desarrollo del cerebro y afecta a ¨¢reas que son importantes en t¨¦rminos de regulaci¨®n de las emociones y de la funci¨®n ejecutiva (realizaci¨®n, concentraci¨®n, atenci¨®n).?
Usted es m¨¢s partidario de la terapia que de la medicaci¨®n para tratar a los ni?os con problemas. ?Se les da demasiados f¨¢rmacos? S¨ª. En Estados Unidos hay estudios que demuestran que est¨¢n sobremedicados. Los hay que necesitan f¨¢rmacos, pero tambi¨¦n terapia. Cuando estudiaba psiquiatr¨ªa infantil en los noventa, algunos ni?os llegaban a la consulta con notitas del profesor en las que me dec¨ªan que el ni?o sufr¨ªa d¨¦ficit de atenci¨®n e hiperactividad (TDAH), que le diera Ritalin [un popular f¨¢rmaco destinado a calmar los s¨ªntomas de ese trastorno]. Pero despu¨¦s ve¨ªa que muchos de ellos sufr¨ªan en realidad las consecuencias del estr¨¦s. Sus miedos y la tendencia a huir de las situaciones y meterse en peleas se confund¨ªan con la falta de atenci¨®n, hiperactividad y agresi¨®n asociados al TDAH. El problema es que si a un ni?o con un trastorno de estr¨¦s le das Ritalin, no solo no mejora, sino que puede empeorar.?
?El sistema de salud est¨¢ preparado para atender esos problemas infantiles? Hay carencias en todo el mundo. En temas de salud mental hay siempre tres problemas que dificultan el tratamiento: el acceso a los servicios sanitarios, los recursos limitados que restringen mucho el n¨²mero de terapeutas a disposici¨®n de los pacientes y la falta de inter¨¦s de los responsables p¨²blicos en la prevenci¨®n. Hay que trabajar para que los ni?os que lo necesiten puedan ser tratados.?
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