Vigilados por control remoto
M¨¢s del 60% de las empresas de EE UU usaba ya en 2021 alg¨²n tipo de programa de monitorizaci¨®n de sus empleados, seg¨²n una encuesta de ¡®The Economist¡¯
El esc¨¢ndalo de las intrusiones del programa Pegasus a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles nos ha familiarizado con las potencialidades de la tecnolog¨ªa de la vigilancia. Pero el espionaje pol¨ªtico no es, ni de lejos, el campo en el que estas tecnolog¨ªas pueden tener mayor recorrido. En el mercado existen ofertas de programas de software capaces de monitorizar todos los movimientos que hace un empleado ante el ordenador durante su jornada laboral. La sociedad del rendimiento de la que habla el fil¨®sofo Byung Chul-Ha...
El esc¨¢ndalo de las intrusiones del programa Pegasus a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles nos ha familiarizado con las potencialidades de la tecnolog¨ªa de la vigilancia. Pero el espionaje pol¨ªtico no es, ni de lejos, el campo en el que estas tecnolog¨ªas pueden tener mayor recorrido. En el mercado existen ofertas de programas de software capaces de monitorizar todos los movimientos que hace un empleado ante el ordenador durante su jornada laboral. La sociedad del rendimiento de la que habla el fil¨®sofo Byung Chul-Han ha encontrado en los programas de vigilancia y control remoto de la actividad un aliado muy poderoso. Si damos por buena la premisa de que ninguna tecnolog¨ªa que sea ¨²til deja de implantarse porque suscite problemas ¨¦ticos, estamos en los albores de un nuevo sistema que puede alterar por completo las relaciones laborales. Ya las est¨¢ alterando.
Estos programas pueden utilizarse en cualquier entorno. Debutaron como sistema de control de la productividad en los call-center, pero con el impulso del teletrabajo a causa de la pandemia se est¨¢n extendiendo a muchos otros sectores. De acuerdo con un estudio de la Comisi¨®n Europea, en abril de 2020 la demanda mundial de programas de vigilancia laboral se hab¨ªa duplicado respecto al mismo mes del a?o anterior y las b¨²squedas de informaci¨®n se hab¨ªan multiplicado por 18. Seg¨²n The Economist, otra encuesta realizada en 2021 a m¨¢s de mil empresas de EE UU revel¨® que m¨¢s del 60% usaba ya alg¨²n tipo de software de monitorizaci¨®n. Pueden ser controles simples como registrar el momento en el que el ordenador corporativo se enciende o se apaga, pero los hay mucho m¨¢s intrusivos y estos son los que plantean los mayores problemas.
Programas como Time Doctor, Veriato, Deepscore, Enaible o Remote Desk ofrecen distintos niveles de vigilancia muy intrusiva y algunos, como FlexiSpy, aplicaciones que los empleados ni siquiera llegan a notar. Programas tan extendidos como Google Workspace, Microsoft Teams o Slack incluyen tambi¨¦n mecanismos de control de la actividad. ?Qu¨¦ puede hacer el empleador con este tipo de programas de inteligencia artificial? Las versiones m¨¢s completas pueden monitorizar las pulsaciones del teclado, obtener capturas de pantalla, hacer seguimiento de la navegaci¨®n por internet, revisar el historial de b¨²squedas y tener acceso al correo electr¨®nico. Tambi¨¦n pueden activar la c¨¢mara y aplicar t¨¦cnicas de reconocimiento facial para medir la concentraci¨®n del empleado. Pueden activar el micr¨®fono y grabar el sonido ambiente de la habitaci¨®n. Algunos algoritmos de Enaible permiten comparar la rapidez con la que distintos empleados completan una tarea.
El empleado no sabe qui¨¦n est¨¢ al otro lado del sistema de control, qu¨¦ busca ni lo que puede hacer con la informaci¨®n que recaba. A un jefe le puedes explicar que atraviesas un bache o que tienes que atender una llamada de la guarder¨ªa, pero ?qu¨¦ le explicas a un algoritmo de control remoto? Incluso en los casos en los que exista total transparencia sobre esa vigilancia, la sensaci¨®n de robotizaci¨®n puede ser agobiante. Deshumanizadora. El programa Session Guardian, por ejemplo, puede desconectar autom¨¢ticamente el monitor cuando el algoritmo observa que algo no va bien. Puede ser un simple cambio de posici¨®n o que la cara salga del recuadro de control. El empleado pillado en falta tiene que volver a encender el sistema, lo que puede conducirle f¨¢cilmente en un estado de ansiedad. No es casualidad que las empresas que utilizan este tipo de programas de vigilancia tengan una gran rotaci¨®n.
La supervisi¨®n intensiva del rendimiento genera un gran estr¨¦s emocional. Si en condiciones normales de trabajo, la competitividad ya provoca altos ¨ªndices de burn-out, de agotamiento laboral, ?qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando se generalice este nuevo factor de estr¨¦s? En el apogeo de la industrializaci¨®n se critic¨® el trabajo en cadena como una forma de alienaci¨®n. Charles Chaplin lo reflej¨® de forma magistral en la pel¨ªcula Tiempos Modernos. Necesitamos con urgencia reglas ¨¦ticas y normativas que nos protejan frente a estos nuevos tiempos modernos.