Monjas contra el obispo de Mallorca: el monasterio del siglo XIV junto al mar seguir¨¢ siendo de ellas
Un juzgado da la raz¨®n a una congregaci¨®n de religiosas de clausura sobre la titularidad del convento de Santa Isabel, en el centro de Palma, que el Obispado inmatricul¨® en 2014
El enorme y sobrio monasterio de Santa Isabel, enclavado en el centro hist¨®rico de Palma y a escasos metros del mar, es el escenario de una batalla judicial por su titularidad que enfrenta a la decena de monjas jer¨®nimas de clausura que lo habitaron hasta 2014 con el obispo de Mallorca. Ese a?o, el Obispado inmatricul¨® el edificio de 6.418 metros cuadrados con jardines y patios, situado en un lugar goloso para emprender cualqu...
El enorme y sobrio monasterio de Santa Isabel, enclavado en el centro hist¨®rico de Palma y a escasos metros del mar, es el escenario de una batalla judicial por su titularidad que enfrenta a la decena de monjas jer¨®nimas de clausura que lo habitaron hasta 2014 con el obispo de Mallorca. Ese a?o, el Obispado inmatricul¨® el edificio de 6.418 metros cuadrados con jardines y patios, situado en un lugar goloso para emprender cualquier proyecto inmobiliario en la tur¨ªstica isla. Desde entonces, las religiosas y el Obispado han pleiteado para hacerse con la propiedad entre las suspicacias por ambas partes sobre el uso final que se dar¨ªa al monasterio. El ¨²ltimo asalto, por el momento, lo han ganado las monjas de clausura, aunque el Obispado ya ha avanzado que recurrir¨¢ la sentencia de primera instancia que esta semana ha concedido la titularidad del inmueble a las religiosas y ha anulado la inmatriculaci¨®n de la Iglesia.
¡°La verdad padece, pero no perece¡±. Citando a Santa Teresa de Jes¨²s, las religiosas celebran lo que consideran el reconocimiento de la existencia de sus derechos hist¨®ricos y patrimoniales sobre el inmueble. En el peque?o y austero locutorio del monasterio, la priora de Santa Isabel, sor ?ngeles Sanz, ha explicado este viernes que esta resoluci¨®n judicial ¡°muy esperada¡± ha llegado despu¨¦s de ¡°algo tan escandaloso¡± como ha sido el no llegar a acuerdos entre los propios miembros de la Iglesia. Lo ha hecho detr¨¢s de una reja y junto a un crucifijo, despu¨¦s de obtener una dispensa para poder romper la clausura en p¨²blico durante unas horas para poder explicar la postura de la congregaci¨®n: ¡°No es un triunfo, es simple y llanamente la verdad que ha salido a la luz¡±.
La tambi¨¦n presidenta de la Federaci¨®n de Monasterios de Monjas Jer¨®nimas de Santa Paula ha subrayado el ¡°sufrimiento¡± que han padecido durante a?os por tener que lidiar con alguien como el obispo de Mallorca, Sebasti¨¤ Taltavull, a quien ha excusado deslizando que ¡°quiz¨¢s han sido sus colaboradores los que le han llevado a este momento¡±. ¡°Lo he pasado mal, por un dolor interno de que la Iglesia est¨¦ separada¡±, relata la priora, que lamenta que ha pedido entrevistarse varias veces con el obispo a solas y no lo ha conseguido.
Para la abogada de las religiosas, Pilar Rosell¨®, la lucha ha sido ¡°contra un sistema machista a m¨¢s no poder¡± y acusa al Obispado de haber urdido ¡°un embuste¡± para tratar de demostrar ¡°con un certificado fraudulento¡± que el monasterio era de su propiedad. ¡°Las monjas no son las hermanas peque?as que se dedican a las tareas dom¨¦sticas¡±.
El conflicto entre las Jer¨®nimas y los sacerdotes se remonta a 2014, cuando la comunidad de religiosas de clausura, todas de avanzada edad, se traslad¨® a vivir al convento de San Bartolom¨¦ de Inca, en el centro de la isla. Las religiosas de la orden hab¨ªan residido en Santa Isabel desde agosto de 1485. El c¨¦ntrico monasterio se hab¨ªa quedado anticuado y se hab¨ªa convertido en un lugar enorme para la docena de monjas que todav¨ªa viv¨ªan en ¨¦l.
Meses despu¨¦s del traslado, el Obispado de Mallorca inmatricul¨® la propiedad y les reclam¨® las llaves, ante las sospechas de que pudieran acabar vendiendo el lugar. Ellas se negaron a entregarlas y fue entonces cuando comenzaron las desavenencias, con una escalada del conflicto que les llev¨® a una trifulca en plena calle con enviados del Obispado cuando ellas intentaron sacar los cuadros y algunos objetos del monasterio para llevarlos a Inca.
Finalmente, las monjas decidieron acudir a los tribunales para tratar de anular la inmatriculaci¨®n. La Audiencia Provincial dio entonces la raz¨®n al Obispado, en una sentencia dictada en 2017, al considerar que hab¨ªa actuado conforme a la ley impulsada en 1998 que permiti¨® a la Iglesia registrar a su nombre miles de edificios, pisos y fincas en toda Espa?a con tan solo una certificaci¨®n eclesi¨¢stica.
Gracias a esa norma, aprobada durante el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, entre 1998 y 2015 la lista de bienes inmatriculados se elev¨® a 34.824 en toda Espa?a. De ellos, 137 en Baleares, la mayor¨ªa (106 edificios) son templos o dependencias complementarias, como el monasterio de las Jer¨®nimas. Sin embargo, las religiosas recurrieron por la v¨ªa civil para adjudicarse la titularidad del convento y anular la actuaci¨®n del Obispado.
Desamortizaciones del siglo XXI
Las monjas argumentan que la congregaci¨®n ha pose¨ªdo las tres fincas que conforman el monasterio ¡°pac¨ªficamente y sin interrupci¨®n¡± desde el 28 de agosto de 1485, lo que adem¨¢s fue reconocido por una certificaci¨®n emitida por el Arzobispo-Obispo de Mallorca en julio de 1934, con una validaci¨®n posterior del abogado del Estado. Las religiosas han presentado 143 documentos que prueban que Santa Isabel siempre ha sido suyo, desde certificados de dos obispos a facturas por obras realizadas, contratos de alquiler y notificaciones del catastro.
Buena parte de la documentaci¨®n se encontraba en los archivos que las monjas guardaban con celo y por los que el Obispado trat¨® de pugnar sin ¨¦xito. El obispo trat¨® de tirar por tierra estos argumentos alegando que la comunidad de religiosas Jer¨®nimas del Convento de Santa Isabel dej¨® de existir como personalidad jur¨ªdica en junio de 2014, cuando las religiosas se trasladaron a Inca, y apel¨® a las distintas desamortizaciones que prohibieron a las monjas de clausura la adquisici¨®n de bienes inmuebles.
La sentencia dictada esta semana por la jueza de primera instancia n¨²mero 9 de Palma les da la raz¨®n a ellas, al ratificar que la congregaci¨®n ha venido afirm¨¢ndose ¡°desde siempre¡± como propietaria de las fincas ¡°afrontando su conservaci¨®n, ampliaci¨®n y reforma¡±. En el dictamen, la jueza subraya que se trata de una posesi¨®n ¡°pac¨ªfica, p¨²blica e ininterrumpida¡± muy superior a los 30 a?os que son exigidos en el art¨ªculo 1959 del C¨®digo Civil.
¡°Nunca han dejado de poseerlas desde 1485 y siempre lo han hecho en concepto de due?as, pese a las leyes desamortizadoras¡±, zanja la magistrada, que declara nula la inscripci¨®n del inmueble a nombre del Obispado, al que tambi¨¦n condena a pagar las costas del proceso, como ped¨ªan las monjas, que acusaban a la Iglesia de ¡°evidente temeridad y mala fe¡±. Junto con este caso, la pol¨¦mica tambi¨¦n estall¨® cuando trascendi¨® que la Iglesia hab¨ªa inmatriculado una plaza p¨²blica, las Murallas de Sant Salvador en Art¨¤ o el colegio de Monti-sion de Pollen?a.
Aina Comas Delgado, portavoz de la plataforma Recuperando en Mallorca, fue una de las personas que luch¨® en los tribunales para que el Obispado mallorqu¨ªn devolviese en 2021 la propiedad del conjunto hist¨®rico de las Murallas de Sant Salvador al Ayuntamiento de Art¨¤, su verdadero propietario. Para ella, la sentencia favorable a las religiosas ¡°demuestra que las reivindicaciones contra las inmatriculaciones no tienen una motivaci¨®n anticlerical¡±, como define la Iglesia.
La asociaci¨®n opina que el registro de este inmueble tiene un componente ¡°especulativo¡± en el que la di¨®cesis siempre saldr¨ªa ganando. ¡°No se han dedicado a inmatricular monasterios en ruinas, ni en zonas donde no va nadie, sino que han sido selectivos. En este caso, el convento de las Jer¨®nimas est¨¢ en la capital, donde el metro cuadrado de la vivienda tiene un gran valor¡±, explica la portavoz.
Futuro del monasterio
Sobre el pleito siempre ha planeado el destino que ambas partes pretenden dar al monasterio, un conjunto que cuenta con enormes jardines, patios y cocheras, que est¨¢ protegido como Bien de Inter¨¦s Cultural y que a d¨ªa de hoy solo contempla usos asistenciales en el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Palma, aunque algunos creen que podr¨ªa terminar vendido. ¡°En este momento no hay ning¨²n plan para vender. No hay ninguna negociaci¨®n con nadie, no sabemos si por la otra parte la hab¨ªa¡±, ha deslizado la priora.
La congregaci¨®n habla de rumores que apuntaban a una negociaci¨®n del anterior obispo, Javier Salinas, con un grupo empresarial. ¡°El se?or Salinas parece ser que negociaba con hoteleros¡±, ha apuntado Enrique Trigueros, delegado de la Santa Sede para la asistencia religiosa.
Con todo, sor ?ngeles Sanz ha recordado que cualquier propietario tiene derecho a hacer ¡°lo que le parezca mejor¡± y ha insistido en que ahora la prioridad para la congregaci¨®n es traer vida religiosa para habitar el monasterio, algo que puede resultar dif¨ªcil por la falta de vocaciones. Hace unos a?os se puso sobre la mesa que el edificio se convirtiera en un centro asistencial gestionado por la fundaci¨®n de personas con discapacidad Amadip Esment, en el que las religiosas pudieran seguir viviendo, pero qued¨® totalmente paralizado por el proceso judicial.
Mientras se decide sobre su futuro, un grupo de voluntarios de distintos ¨¢mbitos ayudan en el mantenimiento diario del recinto para evitar su deterioro, cuidando de los huertos y jardines que alberga en su interior. ¡°Se han dicho muchas mentiras, las monjas no se plantearon venderlo para nada. Que lo quisiera hacer el Obispado es otra cosa. De todas formas, si consideras que ha llegado el momento, vender es leg¨ªtimo, lo que no es leg¨ªtimo es robar un monasterio¡±, sentencia la abogada.
El Obispado de Mallorca ya ha anunciado que presentar¨¢ un recurso de apelaci¨®n contra la sentencia y ha insistido en que su voluntad tambi¨¦n es ¡°retornar la vida religiosa al monasterio de Santa Isabel¡±. Desde la instituci¨®n sostienen que llevan tiempo realizando gestiones para devolverle el uso para el cual fue construido y que sea ¡°definitivamente habitado¡± por una comunidad mon¨¢stica como, dicen, se ha hecho con otros inmuebles y antiguos conventos de la di¨®cesis.
Sin embargo, las suspicacias por el futuro de un complejo de ese tama?o en el centro de la ciudad y con vistas al mar seguir¨¢n sobrevolando el asunto, m¨¢s en una ciudad tur¨ªstica donde el metro cuadrado se paga a precio de oro. ¡°Me queda la inc¨®gnita por la insistencia del Obispado de quedarse con el monasterio¡±, concluye la priora.