El n¨²mero de funcionarios que deja la sanidad privada de Muface para ir a la p¨²blica crece a un ritmo de m¨¢s de 10.000 al a?o
La primera investigaci¨®n con datos sobre hospitalizaciones del colectivo revela que buena parte de los que toman la decisi¨®n son pacientes con enfermedades graves y personas mayores
Un n¨²mero creciente de pacientes del sistema Muface, una mutualidad financiada con fondos p¨²blicos que cubre la asistencia m¨¦dica de casi 1,5 millones de funcionarios y sus familiares, renuncian al seguro m¨¦dico privado que les ofrece el Gobierno y prefieren ser atendidos en la sanidad p¨²blica cuando envejecen y son diagnosticados de enfermedades graves como el c¨¢ncer. As¨ª lo pone de manifiesto una investigaci¨®n llevada a cabo por miembros del departamento de m¨¦todos cuantitativos en econom¨ªa y gesti¨®n de la Univ...
Un n¨²mero creciente de pacientes del sistema Muface, una mutualidad financiada con fondos p¨²blicos que cubre la asistencia m¨¦dica de casi 1,5 millones de funcionarios y sus familiares, renuncian al seguro m¨¦dico privado que les ofrece el Gobierno y prefieren ser atendidos en la sanidad p¨²blica cuando envejecen y son diagnosticados de enfermedades graves como el c¨¢ncer. As¨ª lo pone de manifiesto una investigaci¨®n llevada a cabo por miembros del departamento de m¨¦todos cuantitativos en econom¨ªa y gesti¨®n de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la primera que ha analizado las altas hospitalarias de este colectivo. En total, seg¨²n datos de las memorias de la entidad, el n¨²mero de personas protegidas por Muface que se decantan por la sanidad p¨²blica ha ido creciendo a un ritmo de m¨¢s de 10.000 personas anuales desde 2006.
Muface es obligatoria para los funcionarios del Estado, aunque una vez dentro del sistema los asegurados tienen la opci¨®n de elegir cada a?o entre ser atendidos por un seguro m¨¦dico privado (Adeslas, Asisa o DKV) o la sanidad p¨²blica. Aunque cada vez menos, la mayor¨ªa elige la primera opci¨®n ¡ªlo que les supone el pago de una peque?a parte de las cuotas¡ª principalmente por dos cuestiones muy valoradas por el colectivo: la posibilidad de elegir libremente m¨¦dico especialista sin pasar por atenci¨®n primaria y evitar las listas de espera de la sanidad p¨²blica. En Espa?a existen otras dos mutualidades parecidas que atienden a los militares y al personal del sistema judicial (Isfas y Mugeju).
La investigaci¨®n ha estudiado m¨¢s de un mill¨®n de hospitalizaciones en centros p¨²blicos de la Comunidad Valenciana entre 2010 y 2015 a partir del Conjunto M¨ªnimo B¨¢sico de Datos (CMBD), un registro que incluye la informaci¨®n de todos los ingresos en la sanidad p¨²blica. Esto ha permitido a los investigadores comparar las patolog¨ªas que sufr¨ªan los pacientes de Muface que hab¨ªan optado por la sanidad p¨²blica (7.264 personas) con el resto de la poblaci¨®n atendida con la tarjeta sanitaria convencional.
¡°Lo que hemos visto es que entre los pacientes de Muface atendidos en los hospitales p¨²blicos hay m¨¢s casos de lo que ser¨ªa esperable de linfoma, c¨¢ncer y tumores con o sin met¨¢stasis. En cambio, las dolencias menos graves tienen una prevalencia menor en este grupo que en el resto de la poblaci¨®n¡±, explica Jaime Pinilla, uno de los dos autores del estudio junto a la catedr¨¢tica de Econom¨ªa Beatriz Gonz¨¢lez L¨®pez-Valc¨¢rcel.
La prevalencia de linfomas es un 176% mayor entre los pacientes de Muface atendidos en hospitales p¨²blicos que entre la poblaci¨®n general. En los tumores s¨®lidos con met¨¢stasis este incremento es del 57% y del 48% en los c¨¢nceres en general. En cambio, los mutualistas tienen una prevalencia menor de diabetes con complicaciones (52% menos), obesidad (43%), enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica (33%) e hipertensi¨®n (14%).
Como no hay otras razones que expliquen estas diferencias ¡ªla prevalencia de estas patolog¨ªas es homog¨¦nea en toda la poblaci¨®n y la comparaci¨®n se ha hecho entre personas de la misma edad, sexo y lugar de residencia¡ª, la conclusi¨®n a la que llegan los investigadores es que existe un flujo de funcionarios que cuando sufren patolog¨ªas m¨¢s graves, m¨¢s frecuentes a medida que la persona envejece, renuncian al seguro privado y prefieren ser atendidos en la sanidad p¨²blica. Esto supone que los que se quedan en los hospitales privados tienen el perfil contrario: menos dolencias graves y m¨¢s leves.
¡°Es una conclusi¨®n a la que llegamos por deducci¨®n, porque nos faltar¨ªa tener acceso a la informaci¨®n sobre los pacientes atendidos en los hospitales privados, que es algo que Muface no ofrece. Pero la calidad de los datos estudiados y el m¨¦todo utilizado, un estudio observacional cuasi-experimental en el que por cada mutualista hemos elegido al menos a un no mutialista de las mismas caracter¨ªsticas como control, nos hace pensar que las conclusiones son robustas¡±, afirma Jaime Pinilla.
Los datos incluidos en el estudio y otros aportados por Muface muestran una tendencia que se ha mantenido constante en los ¨²ltimos 15 a?os: cada vez son m¨¢s los mutualistas que optan por la sanidad p¨²blica, aunque sigan siendo mayor¨ªa los que lo hacen por el seguro privado. El n¨²mero total de personas protegidas se ha mantenido estable entorno a 1,5 millones de personas, pero los que prefieren la sanidad p¨²blica han aumentado desde 2006 en 183.000 personas y los que optan por el seguro privado se ha reducido en 217.000.
Actualmente, el 26,7% de los mutualistas optan por el sistema p¨²blico, casi el doble que el 14,1% que lo hac¨ªa en 2006. A¨²n teniendo en cuenta la evoluci¨®n natural de este grupo ¡ªfallecimientos, nuevas incorporaciones...¡ª, estos datos revelan que cada a?o son m¨¢s de 10.000 los funcionarios que apuestan por la sanidad p¨²blica en detrimento de la privada.
Seg¨²n Muface, que recuerda que la gran mayor¨ªa de los mutualistas siguen apostando por los seguros privados, una parte de este cambio se debe a las nuevas generaciones de funcionarios, que aunque no muy numerosos ¡ªdesde 2018 entran a la mutualidad unas 26.000 al a?o de media¡ª son mucho m¨¢s proclives a lo p¨²blico y se reparten casi a partes iguales entre los dos sistemas.
Pero lo m¨¢s destacable en t¨¦rminos sanitarios son las personas mayores, tradicionalmente mucho m¨¢s fieles a los seguros m¨¦dicos privados. El dato m¨¢s relevante es c¨®mo se reparten entre la sanidad p¨²blica y privada los incrementos que se producen cada a?o en el n¨²mero de jubilados, un grupo de creciente importancia debido a la elevada edad media de los mutualistas (en torno a los 50 a?os, cinco m¨¢s que la poblaci¨®n general). El an¨¢lisis de los datos de este grupo revela que si hace una d¨¦cada este incremento iba un 80% al seguro privado y solo el 20% el sistema p¨²blico, estos porcentajes se han igualado hasta llegar al 54%-46% en el ¨²ltimo a?o completo (2021). Seg¨²n los datos provisionales de Muface de 2022, tres de cada cuatro han ido este a?o a la p¨²blica.
Impacto econ¨®mico
¡°Las conclusiones del estudio, que son extrapolables a toda Espa?a, tienen unas implicaciones econ¨®micas muy importantes si tenemos en cuenta que la mayor parte del gasto sanitario se concentra en un grupo reducido de personas, entre el 5% y el 10% de los pacientes acaparan m¨¢s del 50% del gasto total. Si una parte significativa de estos pacientes m¨¢s complejos acaban en la sanidad p¨²blica, se produce un evidente desequilibrio por el que esta asume m¨¢s procesos complejos y costosos, mientras la privada tiende a quedarse con los m¨¢s leves y econ¨®micos¡±, argumenta Jos¨¦ Ram¨®n Repullo, profesor de Planificaci¨®n y Econom¨ªa de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad.
Este hecho pone el foco en uno de los principales argumentos utilizados por los defensores del modelo Muface: que el sistema supone un ahorro para las administraciones porque el gasto p¨²blico destinado a cada mutualista es menor que el que se destina a la media de la poblaci¨®n. Seg¨²n el informe Sanidad privada, aportando valor, publicado por la Fundaci¨®n IDIS ¡ªentidad que aglutina al sector sanitario privado¡ª, el gasto medio por cada paciente de la sanidad p¨²blica ascendi¨® en 2020 a 1.464 euros, mientras el coste medio de las primas de Muface fue de 917, un 37% menos.
¡°La idea de que Muface supone un ahorro ha sido muy defendida por los partidarios del modelo. Pero la verdad es que no tenemos estudios que lo demuestren y la nueva investigaci¨®n es especialmente relevante porque es la primera que aporta evidencias. Y estas parecen indicar que la sanidad p¨²blica soporta unos gastos muy importantes de pacientes de Muface que los seguros privados evitan. Este es un tema muy importante porque las mutualidades tambi¨¦n se financian con fondos p¨²blicos y es necesaria la m¨¢xima transparencia para investigar y mejorar el destino que tienen¡±, sostiene Sergio Garc¨ªa Vicente, miembro de la junta directiva de la Asociaci¨®n Econom¨ªa y Salud (AES).
La cuesti¨®n clave en este punto, sobre la que no existe ninguna investigaci¨®n publicada, es la raz¨®n que lleva a los funcionarios a decidir cambiar la asistencia privada por la p¨²blica. Los autores del estudio plantean en sus conclusiones que ¡°las compa?¨ªas aseguradoras privadas podr¨ªan emitir mensajes o se?ales sobre la calidad de su atenci¨®n al mutualista en procesos graves y costosos, lo cual llevar¨ªa a una selecci¨®n activa por riesgo¡±.
La selecci¨®n de riesgos es el proceso por el cual las compa?¨ªas tienden a evitar a los pacientes que les suponen un mayor coste y preferir a aquellos con mejor salud. ¡°En ocasiones, estos mecanismos pueden ser sutiles. Basta que a un enfermo grave se le haga ver de alguna forma que estar¨ªa mejor atendido en la p¨²blica o que se le pongan trabas que retrasen o hagan m¨¢s complejo el acceso a servicios y tratamientos. Pero otras veces son cuestiones estructurales. La parte privada de Muface funciona bien para procesos simples a cargo de un solo m¨¦dico. Pero si tienes una dolencia compleja, que requiera varios especialistas y pasar por circuitos diferentes, los pacientes se enfrentan a una odisea de tr¨¢mites y ventanillas en una gesti¨®n que se ha quedado anticuada. Los hospitales p¨²blicos han avanzado m¨¢s en la asistencia integrada de varias especialidades con servicios punteros¡±, defiende Jos¨¦ Repullo.
Conclusiones ¡°sesgadas¡±
Las conclusiones del estudio no son compartidas por el sector privado. Juan Abarca, presidente de la Fundaci¨®n IDIS, las califica como ¡°muy sesgadas¡±. ¡°Los autores se limitan a investigar de forma retrospectiva a pacientes de la Comunidad Valenciana durante unos a?os, pero solo a los que han sido atendidos en la sanidad p¨²blica. Desconocen, por tanto, todo lo que ocurre en la privada. A nosotros, como proveedores de servicios sanitarios, no nos interesa que los pacientes se nos vayan a la p¨²blica, ni siquiera los complejos. Nuestro objetivo es ofrecer una asistencia integral a todo el colectivo. No tiene sentido pensar que nos queramos quitar de encima 10 o12 pacientes ni que exista una selecci¨®n de riesgos¡±, afirma.
Seg¨²n el sector, lo importante es ¡°garantizar una adecuada financiaci¨®n a trav¨¦s de las primas, algo que en los ¨²ltimos a?os no ha ocurrido¡±, lo que ha provocado que en este tiempo varias compa?¨ªas de seguros m¨¦dicos privados ¡ªSanitas, Mapfre, Caser....¡ª hayan abandonado Muface al considerar que no les es rentable. El Ministerio de Hacienda aprob¨® a finales del a?o pasado destinar 3.521 millones entre 2022 y 2024 al convenio con Muface, con un incremento anual de las primas del 8% al 10%, seg¨²n el a?o.
La existencia de Muface, Isfas y Mugeju, un sistema que no existe en ning¨²n otro pa¨ªs europeo, es motivo de frecuentes controversias entre sus defensores y cr¨ªticos. Los primeros defienden que es un modelo con d¨¦cadas de historia, que supone un derecho adquirido, que ahorra dinero al Estado y que la sanidad p¨²blica no ser¨ªa capaz de asumir a los cerca de dos millones de personas protegidas por las tres entidades. Los detractores sostienen que las mutualidades son un sistema sanitario paralelo que privilegia a los funcionarios y rompe la equidad, que el supuesto ahorro no es tal si la sanidad p¨²blica acaba atendiendo a los casos m¨¢s graves y que con el dinero que el Estado destina a estas mutualidades podr¨ªa reforzarse la sanidad p¨²blica para atender a todos los ciudadanos.