Reig Pl¨¤: tanta paz lleve como descanso deja
Quiz¨¢ de aqu¨ª en adelante, liberado de su endemoniada cruzada contra cualquier pasi¨®n humana de cintura para abajo, tenga tiempo de escuchar al pr¨®jimo m¨¢s all¨¢ de la superioridad moral de su p¨²lpito
Vivimos tiempos extra?os. Las empresas prefieren quitarse de encima las n¨®minas caras y prejubilar en masa a los veteranos a disponer de su impagable ejemplo y magisterio sobre los nuevos. Relevo generacional y tal, lo llaman. Rentabilidad ciega, quieren decir sin decirlo. Si hab¨ªa alg¨²n ¨¢mbito en el que se respetaban las canas y se dilataban los plazos del cambio de testigo, era la Iglesia. Pero eso tambi¨¦n parece haber cambiado. Teniendo en cuenta que la unidad de tiempo del Vaticano sol¨ªa ser el siglo y que el interesado curs¨® su protocolaria renuncia en julio, al cumplir 75 a?os, ...
Vivimos tiempos extra?os. Las empresas prefieren quitarse de encima las n¨®minas caras y prejubilar en masa a los veteranos a disponer de su impagable ejemplo y magisterio sobre los nuevos. Relevo generacional y tal, lo llaman. Rentabilidad ciega, quieren decir sin decirlo. Si hab¨ªa alg¨²n ¨¢mbito en el que se respetaban las canas y se dilataban los plazos del cambio de testigo, era la Iglesia. Pero eso tambi¨¦n parece haber cambiado. Teniendo en cuenta que la unidad de tiempo del Vaticano sol¨ªa ser el siglo y que el interesado curs¨® su protocolaria renuncia en julio, al cumplir 75 a?os, la jubilaci¨®n expr¨¦s del obispo de Alcal¨¢ de Henares por parte del Papa Francisco, nada m¨¢s volver de vacaciones, parece m¨¢s un cese fulminante que un retiro rutinario. Ya que soy el sumo pont¨ªfice, ha debido de pensar Francisco, le construyo un puente de plata a su jubilaci¨®n que r¨ªete t¨² del del anuncio de seguros.
Quien se sorprenda, que tire la primera piedra. Juan Antonio Reig Pl¨¢, el obispo que tuvo la sant¨ªsima mitra de decir hace 10 a?os en la homil¨ªa de Viernes Santo, retransmitida en directo por Televisi¨®n Espa?ola, que los homosexuales, a veces, se prostituyen y encuentran el infierno en los bares de lucecitas, provocando con ello ser repudiado por el Ayuntamiento en pleno de la ciudad cabeza de su di¨®cesis, llevaba tiempo calladito. Desde la ascensi¨®n del ?progresista? Francisco al sill¨®n de Pedro, su ilustr¨ªsima relegaba sus cursos de reeducaci¨®n de la homosexualidad y sus diatribas contra el aborto, el feminismo, la reproducci¨®n asistida y la eutanasia a las profundidades de su p¨¢gina web sin dejarse entrevistar ni hacer m¨¢s comentarios al respecto, en la muy acendrada y ancestral costumbre del pecador cristiano de tirar la piedra y esconder la mano. Con semejante curr¨ªculo, su apartamiento de la primera l¨ªnea de la Curia era cuesti¨®n de tiempo.
No consta si el reverend¨ªsimo ya conoc¨ªa su futuro inmediato o, como sucede en muchas empresas, el ca¨ªdo en desgracia habr¨¢ sido el ¨²ltimo en enterarse. El domingo, eso s¨ª, se despidi¨® de su pueblo como m¨¢s le gusta. Haci¨¦ndose carne mortal primorosamente cubierto por su purp¨²rea casulla presidiendo la solemne procesi¨®n de la virgen del Val, sant¨ªsima patrona de Alcal¨¢, volviendo a hombros de fornidos militares a su ermita tras pasar el verano en la catedral magistral donde su eminencia vivi¨® sus estelares momentos de gloria en este mundo. Ahora, le llover¨¢n besamanos, digo anillos, misas conmemorativas y fiestas de homenaje por parte de sus curas, sus monjas y sus feligreses m¨¢s incondicionales. Quienes no le echar¨¢n de menos ser¨¢n sus cientos de miles de ovejas descarriadas. Le deseo lo mejor en su nueva etapa. Quiz¨¢ de aqu¨ª en adelante, liberado de su endemoniada cruzada contra cualquier pasi¨®n humana de cintura para abajo, tenga tiempo de escuchar a los dem¨¢s m¨¢s all¨¢ de la superioridad moral de su p¨²lpito. No dudo que est¨¦ cansado. Debe de ser agotador sentenciar sobre el sufrimiento ajeno e intentar dormir cada noche en la paz de un Dios que predicaba amar al pr¨®jimo como a uno mismo. Tanta paz lleve como descanso deja.