Monse?or ¡®Erre que erre¡¯

Viernes Santo y Corpus Christi son, con Navidad, las fiestas mayores de la Iglesia. Las ocasiones en las que un obispo exhibe toda su magnificencia y pone a prueba su liderazgo moral y su capacidad de conciliaci¨®n entre las almas de su di¨®cesis. En los dos meses que han pasado de una fecha a otra, Juan Antonio Reig Pla, obispo y primer pastor de Alcal¨¢ de Henares, ha conseguido exactamente lo contrario. Soliviantar, dividir y enfrentar a sus ovejas. Cuando esta tarde, investido con sus mejores galas lit¨²rgicas, encabece la procesi¨®n del Corpus, rodeado de cofrades de traje y corbata, manolas de mantilla y peineta y ni?os de primera comuni¨®n, dejar¨¢ a su paso una ciudad polarizada entre la adhesi¨®n incondicional de algunos y el indignado rechazo de la mayor¨ªa. Otro intentar¨ªa reconducir la situaci¨®n. ?l saca pecho y sigue echando le?a al fuego. No en vano le llaman monse?or Erre que Erre.

Con su homil¨ªa de Viernes Santo en la catedral magistral de Alcal¨¢, transmitida a millones de espectadores a trav¨¦s de TVE, y en la que dijo que los homosexuales ¡°a veces, para comprobarlo, se corrompen y se prostituyen, van a clubs de hombres y encuentran el infierno¡±, el obispo ha ofendido a gran parte del censo de la capital de su di¨®cesis. Una tranquila ciudad de 200.000 habitantes a 30 kil¨®metros de Madrid cuyo nombre sol¨ªa salir en los medios por ser la sede del Premio Cervantes y albergar una Universidad y un casco hist¨®rico Patrimonio de la Humanidad. El malestar ha llegado a tal punto que el Ayuntamiento en pleno, con la sola oposici¨®n del gobernante Partido Popular y el ultraderechista Alcal¨¢ 2000, ha aprobado una moci¨®n en la que se le reprueba, se le veta en actos municipales y se pide su relevo a la Conferencia Episcopal. Alcal¨¢ no quiere a su obispo.

Supuestamente estupefacto y agraviado ante semejante contestaci¨®n a su sagrado magisterio, monse?or ha pasado al contraataque. Despu¨¦s de sentenciar en un comunicado que ¡°ninguna instituci¨®n humana est¨¢ legitimada para juzgar ni impedir que se ense?en los contenidos de la doctrina cat¨®lica¡±, y de pedir a todos los cat¨®licos que oren por la libertad religiosa en Espa?a, por ¨¦l mismo y por quienes le ¡°persiguen¡±, Reig ha emprendido una creciente campa?a de autoafirmaci¨®n de la que da cumplida cuenta en la p¨¢gina web del obispado. As¨ª, muchos de los ni?os y ni?as alcala¨ªnos de 9 a?os que tomaron su primera comuni¨®n en mayo, y sus invitados, tuvieron que o¨ªr el citado escrito en la ceremonia, as¨ª como la invitaci¨®n expresa de su p¨¢rroco a enviar correos electr¨®nicos instando a los concejales de UPyD ¡ªque la presentaron¡ª, y a los del PSOE e IU ¡ªque la apoyaron con sus votos¡ª, a retirar la moci¨®n contra el obispo.

El propio Reig, en persona, respondi¨® como un resorte al edil Anselmo Avenda?o, de UPyD, cuando este, cat¨®lico confeso, quiso explicarle por e-mail los motivos que le llevaron a pedir su reprobaci¨®n. En su misiva, el obispo rogaba a Avenda?o ¡°rectificar la moci¨®n¡±, a?adiendo, para perplejidad del concejal, que ¡°ello redundar¨ªa en el fortalecimiento de la amistad civil que siempre ha presidido las relaciones entre este obispado y los grupos pol¨ªticos del Ayuntamiento¡±.

Reig pidi¨® a UPyD que retirara la moci¨®n en su contra ya que afectaba a la ¡°amistad civil¡± entre obispado y Ayuntamiento

Eso fue el 23 de mayo. Tres d¨ªas despu¨¦s, quiz¨¢ crecido por la encendida defensa p¨²blica que hizo de ¨¦l el cardenal Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal, los m¨¢s de 2.000 correos de adhesi¨®n que dice haber recibido en su web, y la ovaci¨®n de diez minutos que levant¨® su presencia en el Congreso Mundial de Familias de Madrid, Reig engordaba a¨²n m¨¢s la n¨®mina de sus acusados. Esta vez aludi¨® a quienes apoyan la reproducci¨®n asistida, el feminismo radical, la manipulaci¨®n de embriones y la ideolog¨ªa de g¨¦nero. Opciones que, seg¨²n ¨¦l, ¡°deconstruyen la familia, la educaci¨®n y a la persona¡±. Eso por si le faltaba alg¨²n colectivo por se?alar. Pese a que si algo se le supone a un obispo es su calidad de embajador de Cristo, la diplomacia no parece ser una de las virtudes que le adornan.

No hace falta salir del antiguo colegio de los Agonizantes, el edificio del siglo XIX que acoge al Ayuntamiento, para encontrar a varios ofendidos por su eminencia, y no solo civilmente. Pilar Fern¨¢ndez, jefa de filas de Izquierda Unida, est¨¢ dolid¨ªsima, a su pesar. ¡°No ofende quien quiere, sino quien puede. Pero si por m¨ª es, mi hijo no va a pisar una iglesia en su vida. Me siento profundamente agraviada porque mi ni?o es el futuro. Negarle a las mujeres el derecho a la maternidad que la ciencia les permite es como negarle tratamiento a un enfermo de c¨¢ncer¡±. Fern¨¢ndez, de 42 a?os, que comulg¨® en el palacio arzobispal donde reside Reig, se refiere a Juan, su beb¨¦ de 18 meses, concebido mediante un proceso de reproducci¨®n asistida que le cost¨® ¡°dos a?os de l¨¢grimas para traer una vida al mundo¡±. Pilar fue quien le puso a Reig el apodo que circula por ciertos sectores de la ciudad. ¡°Es como Paco Mart¨ªnez Soria en la pel¨ªcula Don Erre que Erre, simp¨¢tico por fuera y ultramontano por dentro, de mantenerla y no enmendarla. Si hubiera hecho alg¨²n gesto tras la homil¨ªa, no estar¨ªamos en este punto. Pero no. Est¨¢ en posesi¨®n de la verdad, su reino no es de este mundo, y esta ciudad no se merece a este obispo. A ver si logra lo que parece que pretende, lo hacen cardenal y se va a Roma¡±.

Javier Rodr¨ªguez Palacios, de 37 a?os, portavoz del PSOE y jefe de la oposici¨®n municipal, tambi¨¦n se siente aludido. En 2010, un a?o despu¨¦s de estrenarse como obispo de Alcal¨¢, monse?or Reig declar¨®: ¡°Los matrimonios can¨®nicamente constituidos son menos dados a la violencia de g¨¦nero que aquellos que son parejas de hecho¡±. Para Rodr¨ªguez, de 37 a?os, que convive sin papeles desde hace seis a?os con su novia, Diana, la homil¨ªa de Viernes Santo fue la gota que colm¨® su paciencia. ¡°A quien nos recrimina que los pol¨ªticos opinemos sobre el obispo, les respondo: es el obispo el que se mete en nuestras vidas, critica y vilipendia lo que hacemos o dejamos de hacer los dem¨¢s, seamos o no cat¨®licos. Claro que expresa la doctrina de la Iglesia. Pero hay m¨¢s de 70 obispos en Espa?a, y ninguno ofende como ¨¦l. Creo que est¨¢ haciendo carrera pol¨ªtica. Se ha gustado, se ha venido arriba y va de portavoz de los radicales, es como la Esperanza Aguirre de la Conferencia Episcopal. Me parece estupendo, pero no queremos a este obispo en Alcal¨¢¡±.

En la coqueta librer¨ªa Cervantes, a tiro de piedra del Ayuntamiento, ondea la bandera arco¨ªris. Su propietario, Javier Rodr¨ªguez ?lvarez, de 58 a?os, lleva cuatro de matrimonio con ?ngel, su pareja de siempre. La librer¨ªa de Javier, alcala¨ªno de toda la vida y gran animador de la esencia local, es punto de encuentro de pol¨ªticos, universitarios y complutenses de todo pelaje. Cristiano y con muchos amigos religiosos, Rodr¨ªguez est¨¢ indignado con el obispo. ¡°Es un tipo afable, pero tiene mucho af¨¢n de protagonismo y fijaci¨®n por el sexo. Ya podr¨ªa decir que le parece vergonzoso lo de Bankia, o defender a las maltratadas. Su discurso no me sorprende, pero hace mucho da?o a esta ciudad. Me entristece ir a la feria del libro y que me presenten como Javier, de Alcal¨¢, la del obispo, y no de la del Cervantes¡±.

El obispo es simp¨¢tico y dicharachero, de los que te trituran la mano si eres var¨®n, pero por dentro es ¡°ultramontano¡±

En este ambiente se celebra el Corpus. Hasta hoy, no ha habido ocasi¨®n de escenificar el veto al obispo. La Universidad, que no se ha pronunciado sobre el caso Reig, m¨¢s all¨¢ del ¡°respeto a todas las creencias, ideolog¨ªas, diversidad y orientaci¨®n sexual de los ciudadanos¡±, le invit¨® al Premio Cervantes, el 23 de abril, pero monse?or excus¨® su presencia. Hoy, ning¨²n edil del PSOE, IU y UPyD acudir¨¢ a la procesi¨®n, pero tampoco iban antes. S¨ª ir¨¢, en bloque, el PP. El alcalde, Bartolom¨¦ Gonz¨¢lez, y su equipo, en el que conviven varias sensibilidades religiosas ¡ªdesde un teniente de alcalde que lleva de salvapantallas del m¨®vil a Benedicto XVI, a otros menos devotos¡ª, no quieren hablar del asunto. Est¨¢n entre la espada y la cruz.

Aunque en privado alg¨²n concejal deplora las declaraciones del obispo por lo que suponen de perjuicio a la imagen de una ciudad castigada por el paro, la desindustrializaci¨®n y la ca¨ªda del turismo, criticar abiertamente al pastor ser¨ªa anatema. Como en otras ciudades hist¨®ricas, en Alcal¨¢ conviven dos mundos. El de los complut¨ªsimos ¡ªo garrapi?ados, por las t¨ªpicas almendras¡ª, vecinos del cogollo urbano y social, y el resto, los habitantes de los bloques y los adosados de los barrios, que bajan al centro los fines de semana para encontr¨¢rselo, muchas veces, cortado al tr¨¢fico por los actos religiosos que jalonan un nutrido calendario lit¨²rgico que tiene en Semana Santa su cita estrella. Los 4.000 cofrades apoyan en masa a su obispo y no conviene desairarlos.

Sin embargo, el PP depende de la abstenci¨®n de los dos ediles de UPyD para conservar la mayor¨ªa minoritaria con que gobierna y no parece aconsejable romper los puentes con ellos. Sobre todo cuando es de dominio p¨²blico que Bartolo, como conocen al alcalde todos los alcala¨ªnos, desea dejar el cargo y Javier Bello, su probable sucesor, necesita esos votos para ser investido. El hecho de que los concejales del PP ¡ªquiz¨¢ animados por los 376.000 euros al a?o que, seg¨²n un diario local, supondr¨ªa para las arcas municipales¡ª apoyaran en mayo la moci¨®n presentada por el PSOE para cobrar el IBI a la Iglesia, semanas antes de que Rajoy desautorizara tal cosa, tampoco ayuda a que Bartolo se anime a hacer declaraciones al respecto.

Juan Antonio Reig Pla (Cocentaina, Alicante, 1947) es un hombre campechano, simp¨¢tico, dicharachero. Uno de esos tipos que te palmean la espalda y te trituran la mano si eres var¨®n, y te cumplimentan con lo que ellos entienden por galanter¨ªa si eres mujer. Pero Reig Pla es obispo las 24 horas. Por eso, seas quien seas, te tiende la mano con el dorso hacia arriba dando por supuesto que vas a besarle el anillo, y, si no es el caso, tienes que gir¨¢rsela para saludarle como al resto de los mortales. Eso dicen quienes le conocen. No ha sido posible comprobarlo. Monse?or Reig no desea hablar con la prensa. Al menos, no con este peri¨®dico. ¡°El obispo est¨¢ muy liado. Adem¨¢s, hay periodistas de confianza y otros de no tanta¡±, responde al tel¨¦fono el padre Gabriel Garc¨ªa-Alfageme, su secretario personal, cocinero antes que fraile seg¨²n confiesa ¨¦l solo. ¡°Soy bilba¨ªno y periodista, trabaj¨¦ en un peri¨®dico antes de ser sacerdote, y s¨¦ c¨®mo funcionan las cosas¡±, arguye para rechazar la entrevista. Una negativa que se extiende a los p¨¢rrocos, cofrad¨ªas y colectivos varios ¡ªde Comuni¨®n y Liberaci¨®n a una veintena de profesores universitarios¡ª que firman las numerosas y entusiastas notas de adhesi¨®n colgadas en la web episcopal. ¡°Mi pastor es un hombre santo, un enamorado de los pobres que no merece el acoso que sufre por los malintencionados que sacan sus palabras de contexto¡±, dice el director de una ONG con la condici¨®n de no ser identificado.

Monse?or Reig festej¨® su llegada al obispado de Alcal¨¢ en 2009 con una multitudinaria comilona en Oma, un sal¨®n de bodas, bautizos y comuniones. Antes, hab¨ªa sido obispo de Castell¨®n (1996-2005) y de Cartagena (2005-2009), de donde le llam¨® a su vera el cardenal arzobispo de Madrid Rouco Varela. Reig lleg¨® a su nueva di¨®cesis con una bien ganada reputaci¨®n de pol¨¦mico y ultraconservador. Enseguida, Rouco evidenci¨® su sinton¨ªa con ¨¦l encomend¨¢ndole la presidencia de la Subcomisi¨®n de Familia y Vida. Monstra te esse matrem ¡ªmu¨¦strate como madre¡ª fue, precisamente, el lema episcopal que escogi¨® el pastor. Desde entonces, Reig, no ha perdido ocasi¨®n de predicar su particular visi¨®n de la sexualidad, la familia y la vida. Y, a¨²n m¨¢s desde su famosa homil¨ªa, ha multiplicado su exposici¨®n en una especie de crescendo que, seg¨²n algunos, podr¨ªa obedecer a su deseo de postularse a un ascenso. Rouco, que cumple 76 a?os en agosto, est¨¢ de retirada y en la Conferencia ya hay movimientos ante la sucesi¨®n.

¡°Estrategia es una palabra que le viene grande a Reig¡±, difiere un experto en los entresijos episcopales. ¡°Es solo un pe¨®n ¨²til de Rouco. Su perro ladrador. Lo que dice es lo que piensan casi todos los obispos, aunque a alguno le horrorice o¨ªrlo. Pero ¨¦l lo suelta, henchido de orgullo cat¨®lico, y toma las consecuencias como un martirio personal. Probablemente est¨¢ perplejo con la que ha liado, y cree que de verdad le persiguen. El victimismo siempre le es ¨²til a la Iglesia¡±.

La procesi¨®n del Corpus es la m¨¢s vistosa del a?o. Quiz¨¢, entre la multitud que acudir¨¢ a expresarle su adhesi¨®n y de paso ver y dejarse ver por los paisanos, el pastor Reig no eche en falta a sus ovejas descarriadas. Esas a las que pas¨® lista el Viernes Santo. Ese d¨ªa, Reig se esmer¨® con su serm¨®n. Ven¨ªa la tele. Con su voz bien modulada, las manos sobre el plexo solar y la gordezuela sotabarba vibrando al ritmo de su discurso, Reig esboz¨® en 20 minutos clavados y sin un papel delante una variada galer¨ªa de pecadores. No solo los gais. Tambi¨¦n las mujeres que aceptan hacer favores sexuales para medrar en el trabajo. La joven que, inexperta, se ve seducida y aborta. Y todos esos jovencitos ¡°cad¨¢veres vivientes que salen de la discoteca ah¨ªtos de droga y alcohol¡±. Estas c¨¢lidas noches muchos chicos y chicas bautizados en las parroquias de Alcal¨¢ hacen botell¨®n a los pies del palacio arzobispal. Es de suponer que, hasta que logre por fin conciliar el sue?o, el se?or obispo rece por ellos.?