Para acabar con la violencia de g¨¦nero, necesitamos m¨¢s mujeres en posiciones de poder
No solo necesitamos normas y est¨¢ndares, sino mecanismos s¨®lidos de cumplimiento
Una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia basada en el g¨¦nero (VBG) en cualquiera de sus formas, como abuso psicol¨®gico, acoso sexual o matrimonio infantil, entre muchas otras. Siete de cada 10 mujeres creen que el abuso verbal o f¨ªsico por parte de una pareja se ha vuelto m¨¢s com¨²n. Y seis de cada 10 sienten que el acoso sexual en espacios p¨²blicos ha empeorado. Algunos acontecimientos mundiales recientes han hecho m¨¢s visible, y social y legalmente repudiado, este tipo de violencia: la pandemia de la covid-19 mostr¨® la fragilidad de las mujeres encerradas con sus abusadores, ...
Una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia basada en el g¨¦nero (VBG) en cualquiera de sus formas, como abuso psicol¨®gico, acoso sexual o matrimonio infantil, entre muchas otras. Siete de cada 10 mujeres creen que el abuso verbal o f¨ªsico por parte de una pareja se ha vuelto m¨¢s com¨²n. Y seis de cada 10 sienten que el acoso sexual en espacios p¨²blicos ha empeorado. Algunos acontecimientos mundiales recientes han hecho m¨¢s visible, y social y legalmente repudiado, este tipo de violencia: la pandemia de la covid-19 mostr¨® la fragilidad de las mujeres encerradas con sus abusadores, y conflictos actuales y antiguos han arrojado luz sobre la violencia contra las mujeres y sus familias en un contexto de guerra. La violencia contra las mujeres alcanza niveles hist¨®ricos en el contexto de una falta de liderazgo alarmante y con una impunidad indigna del siglo XXI.
Aunque su visibilidad es cada vez mayor y, por tanto, cada vez menos aceptable socialmente, la VBG es un fen¨®meno muy complejo que requiere ser abordado desde todos los ¨¢ngulos posibles, como los frentes legal, educativo y social. Erradicar todas las formas de violencia de g¨¦nero es una responsabilidad colectiva. El papel de los gobiernos en la creaci¨®n e implementaci¨®n de marcos legales y compromisos para reducir la VBG es esencial para construir una red de seguridad para sobrevivientes y v¨ªctimas. Sin embargo, aunque la mayor¨ªa de los gobiernos tienen pol¨ªticas y regulaciones contra las diferentes formas de VBG, estos marcos var¨ªan entre pa¨ªses, ofreciendo respuestas variadas y a menudo insuficientes.
La inacci¨®n es violencia
La masculinizaci¨®n de los roles de liderazgo en los gobiernos y el nivel desigual de respuestas y pol¨ªticas para detener todas las formas de violencia contra la mujer plantean la cuesti¨®n de la relevancia de los marcos habilitantes internacionales y multilaterales y la coordinaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas, as¨ª como la necesidad de un mayor papel de las mujeres en posiciones de liderazgo y toma de decisiones.
Para responder a estos problemas, GWL Voices ha elaborado un estudio para abordar la cuesti¨®n cr¨ªtica de la conexi¨®n entre el liderazgo pol¨ªtico femenino y el establecimiento y la eficacia de los marcos legales para reducir la violencia de g¨¦nero. Encontramos que la legislaci¨®n y la implementaci¨®n de la violencia de g¨¦nero est¨¢n influenciadas positivamente por el liderazgo pol¨ªtico femenino, especialmente por la presencia de mujeres en los parlamentos. En 2019 exist¨ªa en el mundo una fuerte correlaci¨®n positiva entre el porcentaje de mujeres en el parlamento y la cantidad y calidad de la legislaci¨®n contra tres formas de violencia de g¨¦nero: violencia dom¨¦stica, matrimonio infantil y violencia sexual.
Este resultado no es sorprendente. GWL Voices trabaja por la inclusi¨®n de mujeres en puestos de liderazgo porque sabemos que no es solo una cuesti¨®n de justicia e igualdad, sino tambi¨¦n de oportunidades. Cuando las mujeres est¨¢n en el asiento del conductor y pueden tomar decisiones que afectan sus derechos y su bienestar, los resultados son sin duda positivos.
La inacci¨®n es violencia. Necesitamos acci¨®n urgente en todos los niveles, desde los hogares y los gobiernos locales y nacionales hasta el derecho internacional y los espacios multilaterales. Y no solo necesitamos normas y est¨¢ndares, sino mecanismos s¨®lidos de cumplimiento. La vida y la dignidad de millones de mujeres dependen de nuestra capacidad de actuar y actuar ahora.