Julia Gavarrete, (Chalatenango, El Salvador, 33 a?os) dedic¨® m¨¢s de dos meses de trabajo a contar la huida desesperada de una madre y sus dos hijos, que en el pasado fue procesada (y absuelta) por asociaci¨®n terrorista, en el reportaje Una familia que no debe nada huye del r¨¦gimen de excepci¨®n, publicado en el diario El Faro y galardonado con el premio Ortega y Gasset a la mejor historia o investigaci¨®n period¨ªstica de 2022. El Gobi...
Julia Gavarrete, (Chalatenango, El Salvador, 33 a?os) dedic¨® m¨¢s de dos meses de trabajo a contar la huida desesperada de una madre y sus dos hijos, que en el pasado fue procesada (y absuelta) por asociaci¨®n terrorista, en el reportaje Una familia que no debe nada huye del r¨¦gimen de excepci¨®n, publicado en el diario El Faro y galardonado con el premio Ortega y Gasset a la mejor historia o investigaci¨®n period¨ªstica de 2022. El Gobierno de Nayib Bukele impuso en marzo de 2022 un estado de excepci¨®n en El Salvador para combatir a las pandillas que durante d¨¦cadas convirtieron al pa¨ªs centroamericano en uno de los m¨¢s violentos del mundo. Pero con esta excepcionalidad, de la que pronto se cumplir¨¢ un a?o, llegaron tambi¨¦n la falta de garant¨ªas constitucionales y la lista de atropellos autoritarios del r¨¦gimen. Tras recoger el premio, la periodista ha homenajeado ¡°a todas esas voces que se atreven a denunciar pese al contexto hostil y desgastante de El Salvador. Este reconocimiento va para cada una de ellas¡±.
La historia por la que recibe el galard¨®n lleg¨® a sus manos en mayo de 2022. ¡°Una fuente de confianza me habl¨® de Norma y de sus hijos Lorena y Gustavo (nombres figurados para preservar su anonimato). La familia estaba desbordada, traumatizada, porque ten¨ªa que desplazarse continuamente desde que comenz¨® el r¨¦gimen de excepci¨®n por miedo a ser detenida por la polic¨ªa¡±, explica. A otros conocidos de su comunidad en parecida situaci¨®n los hab¨ªa apresado la polic¨ªa. El miedo volv¨ªa a sus vidas despu¨¦s de que, en 2017, la familia de Norma fuese procesada por presunta asociaci¨®n terrorista. El caso se sobresey¨® y los dejaron en libertad, pero el horror a que la situaci¨®n se repitiera con el nuevo Gobierno les hizo escapar el a?o pasado con lo puesto.
La reportera abord¨® el drama del desplazamiento forzado de ciudadanos salvadore?os por el r¨¦gimen de excepci¨®n y se volc¨® en su historia. Contact¨® con la familia en uno de esos cambios de alojamiento y mantuvo durante dos meses encuentros peri¨®dicos. Se tom¨® tiempo para ¡°dejarles hablar, que procesaran su dolor y para estar ah¨ª cuando lo necesitasen¡±. Recuerda Gavarrete que Norma, la madre, ¡ªen vela por las noches¡ª aprovechaba para descansar cuando ella llegaba a la habitaci¨®n para hilvanar la historia. Poco a poco se gan¨® la confianza de los tres, que a¨²n hoy se mantiene. ¡°Me siento muy contenta con este reportaje porque creo que les ha dado m¨¢s fuerza. Por eso este premio es un reconocimiento a su valent¨ªa¡±, sostiene.
La periodista tuvo claro desde muy joven que quer¨ªa contar historias, por eso eligi¨® este oficio. Hoy escribe de la actualidad pol¨ªtica de su pa¨ªs en El Faro, un diario de referencia en El Salvador; a la par que colabora con medios extranjeros como CNN o Univisi¨®n. ¡°Lamentablemente, son historias fuertes, de desigualdad, de migraci¨®n, de violencia de g¨¦nero, de violencia generada por las pandillas¡ El Salvador est¨¢ lleno de historias fuertes¡±, afirma.
El periodismo escrito la atrap¨® en la universidad, aunque ahora apuesta por trabajar tambi¨¦n en historias con un formato m¨¢s audiovisual. ¡°Como periodista existe un compromiso muy grande con estos casos. Creo que lo que hacemos servir¨¢ para reivindicar a las personas que se acercan a nosotros, pese al miedo y las amenazas. Tener el privilegio de contar esas historias y acercarme a las v¨ªctimas de un r¨¦gimen que ha coartado muchos derechos es una de las motivaciones m¨¢s grandes para continuar¡±, asegura.
Gavarrete trabaja en un entorno complicado, con un r¨¦gimen de excepci¨®n en vigor, espiada ¡ªjunto a otros compa?eros del diario salvadore?o¡ª con el software Pegasus, y una ley mordaza que puede llevarla a prisi¨®n si sus trabajos provocan, en opini¨®n de las autoridades oficiales, zozobra al pa¨ªs. ¡°Vivimos el d¨ªa a d¨ªa bajo una paranoia¡±, reconoce. ¡°La capacidad de Pegasus es enorme e implica intervenir las llamadas, pero tambi¨¦n abrir la c¨¢mara, el micr¨®fono, tener la localizaci¨®n en tiempo real, acceder y descargar im¨¢genes y v¨ªdeos de nuestros tel¨¦fonos¡±, relata. Han recurrido a canales alternativos, m¨¢s seguros, en sus comunicaciones. ¡°No hemos tenido acceso todav¨ªa a los contratos que confirmen que ha sido el Gobierno de El Salvador quien nos ha espiado, pero s¨ª hemos estado intervenidos¡±, apunta.
Est¨¢ preocupada por el acoso y hostigamiento que recibe a trav¨¦s de las redes sociales: ¡°La exposici¨®n es tan intensa [por parte de trolls que buscan provocar pol¨¦mica y conflictos, pero tambi¨¦n de funcionarios] que mentalmente se trata de qui¨¦n aguanta m¨¢s¡±, asevera. ?Irse del pa¨ªs? ¡°A m¨ª me interesa contar historias aqu¨ª porque El Salvador tiene un mont¨®n de ellas. Eso es lo que me mantiene arraigada a mi pa¨ªs¡±, a?ade.
La familia protagonista de su reportaje sigue escondi¨¦ndose. ¡°Creo que no son los ¨²nicos, as¨ª que trato de reivindicar las voces de las v¨ªctimas de un sistema que nunca ha estado a su lado. Un sistema que les ha incriminado hist¨®ricamente y que ahora vuelve a perseguirles sin darles posibilidad de defenderse¡±, concluye.
Periodista del diario EL PA?S en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de informaci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y local y el grueso de su trayectoria est¨¢ ligada a EL PA?S. Antes trabaj¨® en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicaci¨®n como RNE o la televisi¨®n valenciana ? Punt.