La amiga y la prima de la v¨ªctima avalan su relato de que Alves la viol¨®: ¡°Lloraba desconsolada, me dijo que le hab¨ªa hecho mucho da?o¡±
El exfutbolista del Bar?a denuncia un ¡°juicio paralelo¡± en el arranque del juicio y la v¨ªctima ratifica en declaraci¨®n a puerta cerrada que fue agredida sexualmente
No hay testigos directos ni im¨¢genes de la presunta agresi¨®n sexual cometida por Dani Alves en un lavabo de la discoteca Sutton de Barcelona, cuyo juicio ha arrancado este lunes. Hay dos relatos contradictorios, como ocurre casi siempre en un proceso penal: por un lado, el de la v¨ªctima, quien ...
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No hay testigos directos ni im¨¢genes de la presunta agresi¨®n sexual cometida por Dani Alves en un lavabo de la discoteca Sutton de Barcelona, cuyo juicio ha arrancado este lunes. Hay dos relatos contradictorios, como ocurre casi siempre en un proceso penal: por un lado, el de la v¨ªctima, quien ha ratificado en su declaraci¨®n ante la Audiencia de Barcelona que el futbolista brasile?o ejerci¨® violencia sobre ella, intent¨® obligarla a practicarle una felaci¨®n, la abofete¨®, la insult¨® y la viol¨®; por el otro, el del jugador, que declarar¨¢ el ¨²ltimo d¨ªa del juicio para sostener que fue sexo consentido. Adem¨¢s, en el caso Alves est¨¢n los testimonios de dos personas (una amiga y una prima) que estuvieron con la v¨ªctima la noche del 31 de diciembre de 2022 y que, aunque no son testigos directos, pueden describir lo que ocurri¨® antes y despu¨¦s de esos 16 minutos en el lavabo y en qu¨¦ estado se encontraba la chica.
Ana M., la amiga, y Luc¨ªa M., la prima, han coincidido en sus versiones, generosas en detalles, a preguntas de las acusaciones y, m¨¢s parcos, si no amn¨¦sicos, en el turno de la defensa. Esa noche, las tres salieron de fiesta a Sutton, donde despu¨¦s de un rato bailando aceptaron la invitaci¨®n de un camarero para unirse a una mesa de la zona VIP donde se encontraban Dani Alves y un amigo. Ninguna de las tres sab¨ªa, han dicho, que era un exfutbolista del FC Barcelona y ni siquiera una persona famosa. ¡°Cuando le di dos besos para saludarle, tuvo una actitud babosa, me sent¨ª tensa. Me puso la mano en la espalda y baj¨®, casi me toca el culo¡±, ha dicho la amiga. ¡°Dani me puso la mano en la zona ¨ªntima¡±, ha agregado la prima. El jugador, sin embargo, se aproxim¨® todav¨ªa m¨¢s a la v¨ªctima (¡±su actitud con ella era m¨¢s obsesiva, la agarraba¡±, ha descrito Ana M.), con quien estuvo bailando hasta que la invit¨® a franquear una puerta que llevaba a un peque?o cuarto de ba?o.
Despu¨¦s de 16 minutos en el lavabo, donde no hay c¨¢maras, la v¨ªctima sali¨® ¡°con muy mala cara¡±. ¡°Me dijo que necesitaba irse. Dijo que le hab¨ªa hecho mucho da?o, que se hab¨ªa corrido dentro¡±, ha explicado la prima, que la acompa?¨® hasta la guardarrop¨ªa para recoger las chaquetas y marcharse; all¨ª se reencontraron con Ana M. ¡°La encontr¨¦ llorando desconsolada. La conozco desde que tengo tres a?os y no la he visto llorar de esa manera en mi vida. Me dijo: ¡®Me ha hecho mucho da?o, se ha corrido dentro¡±, ha a?adido la amiga. La propia v¨ªctima ha contado, en su declaraci¨®n a puerta cerrada (a la que no ha podido asistir, por tanto, la prensa) que Alves eyacul¨® en su interior (como, por otro lado, confirman los restos biol¨®gicos) y que al principio se resisti¨® a denunciar: ¡°Pensaba que no me iban a creer¡±, ha dicho este lunes, seg¨²n fuentes judiciales.
Fue Ana M. quien la empuj¨® a contar lo ocurrido con la ayuda de un controlador de accesos que en ese momento pas¨® por all¨ª y la vio llorando. ¡°Pens¨¦ que era alg¨²n desamor, algo habitual en una discoteca. Le intent¨¦ sonsacar informaci¨®n y solo me dijo que hab¨ªa tenido un problema con una persona muy importante¡±, ha relatado el vigilante. La v¨ªctima a¨²n no hab¨ªa se?alado a Alves como agresor cuando este pas¨® al lado del grupo y abandon¨® la sala sin dirigir una mirada o una palabra a la joven, que segu¨ªa llorando. Un responsable de Sutton se interes¨® por lo ocurrido y activ¨® el protocolo contra agresiones sexuales: los Mossos se desplazaron a la sala, la joven declar¨® por primera vez y fue trasladada al Hospital Cl¨ªnic para ser examinada.
¡°No duerme, no trabaja, apenas sale¡±
¡°Entr¨® en raz¨®n, pero nos cost¨® mucho que denunciara¡±, ha contado Ana M., que ha descrito las secuelas de la agresi¨®n en el car¨¢cter de su amiga, que ten¨ªa entonces 23 a?os. ¡°Antes era una chica alegre, ahora es ansiosa. Sale contadas veces y porque la obligamos. En cualquier sitio al que vamos piensa que la miran, que la siguen, que la van a fotografiar¡¡±. Ese estado de inquietud lo ha ratificado la prima, que vive con ella: ¡°No duerme si no se medica, no trabaja, apenas sale de casa. Lloramos d¨ªa s¨ª y d¨ªa no. Y ha empezado a tomar antidepresivos¡±.
Su angustia se agrav¨® en enero, cuando la madre de Alves ¡ªque ha acudido al juicio, pero no ha entrado en la sala a petici¨®n del futbolista¡ª y otras personas de su entorno difundieron un v¨ªdeo con la imagen y los datos personales de la v¨ªctima para intentar desacreditarla. Esos hechos est¨¢n siendo investigados por un juzgado de Barcelona y han provocado que el tribunal que juzga el caso Alves haya sido especialmente restrictivo: ha prohibido que se pronuncie su nombre en la sala, ha ordenado que la declaraci¨®n sea a puerta cerrada y ha indicado que se distorsione su voz y se pixele su imagen por temor a posteriores filtraciones.
La abogada de Alves, In¨¦s Guardiola, defiende la inocencia de su cliente. Sin testigos directos de la violaci¨®n, su estrategia de defensa pasa por desacreditar, en la medida de lo posible, los relatos de la v¨ªctima, la amiga y la prima sobre los momentos previos al incidente. La letrada sostiene que su relato no se corresponde con las im¨¢genes captadas, que mostrar¨ªan (a la espera de que se exhiban en el juicio) que hubo un inter¨¦s sexual mutuo. ¡°?La vio bailar abrazada a Alves?¡±; ¡°?su amiga rozaba con las nalgas las partes ¨ªntimas del acusado?¡±; ¡°?la v¨ªctima dijo delante de los Mossos que se hab¨ªan besado?¡±. A todas esas preguntas, las testigos han contestado con frecuentes ¡°no lo recuerdo¡±, lo que ha obligado al tribunal a recordarles su obligaci¨®n de decir la verdad y de, al menos, hacer memoria. La defensa ha hecho hincapi¨¦, por ejemplo, en que Ana M. es abogada y ha logrado que reconozca, a medias, que esa misma noche le dijo a la v¨ªctima: ¡°Tal como est¨¢n las cosas, te van a creer a ti¡±.
Alves declarar¨¢ el ¨²ltimo d¨ªa
En la primera jornada del primer gran juicio de la ley del solo s¨ª es s¨ª, que se celebra durante tres d¨ªas en la Audiencia de Barcelona, han comparecido seis testigos: la v¨ªctima, su amiga y su prima, dos camareros y el controlador de accesos. Antes de esas testificales, la defensa de Alves ha planteado una bater¨ªa de argumentos para solicitar que el proceso se declare nulo. Guardiola considera que el jugador ha sido v¨ªctima de un ¡°juicio paralelo¡± y de una ¡°condena social¡±, lo que ha vulnerado su derecho a la presunci¨®n de inocencia: ¡°Se sienta en el banquillo con el convencimiento social de que es culpable¡±, ha insistido la defensa, que ha recibido la r¨¦plica de la fiscal: ¡°Los delitos que afectan a personajes p¨²blicos tienen una inevitable dimensi¨®n medi¨¢tica. Hemos le¨ªdo informaciones y opiniones en todos los sentidos, tambi¨¦n que intentan desacreditar a la v¨ªctima¡±. A esa senda se ha sumado la abogada de la joven, Ester Garc¨ªa, que denunci¨® la difusi¨®n de su imagen en redes sociales (¡±el personaje p¨²blico es el acusado, no mi representada¡±) y ha subrayado que Alves no puede alegar que es objeto de un ¡°juicio paralelo¡± porque ¨¦l mismo concedi¨®, en junio, una entrevista a La Vanguardia.
El tribunal ha rechazado cualquier atisbo de nulidad, por lo que el juicio se ha celebrado sin que, finalmente, se haya concretado acuerdo alguno entre las partes. Ese pacto, que estuvo sobre la mesa durante semanas, hubiese permitido a Alves una eventual rebaja de la pena de prisi¨®n a cambio de un reconocimiento de los hechos. El lateral brasile?o ha sido conducido al banquillo de los acusados desde la c¨¢rcel de Brians 2, donde permanece desde el 20 de enero de 2023. Ese d¨ªa, fue detenido y declar¨® ante la jueza, donde dio hasta tres versiones de lo ocurrido: primero dijo que no conoc¨ªa a la joven, despu¨¦s que no ocurri¨® nada y finalmente, que ella le practic¨® una felaci¨®n. Ante esas ¡°contradicciones¡± manifiestas y el contraste con los indicios recogidos por la polic¨ªa, la jueza lo envi¨® a prisi¨®n.
Poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s de los hechos, Alves ha accedido a la sala de vistas a trav¨¦s de los ascensores del Palacio de Justicia, un itinerario especial que ha impedido a los periodistas ver su llegada. Vestido con camisa blanca y tejanos, ha permanecido toda la sesi¨®n en silencio. La Fiscal¨ªa pide para ¨¦l nueve a?os de c¨¢rcel, una pena que la v¨ªctima eleva a 12. Declarar¨¢ previsiblemente el mi¨¦rcoles, en la ¨²ltima sesi¨®n de la vista oral, despu¨¦s del resto de los testigos, incluida su mujer, Joana Sanz, propuesta para acreditar supuestos problemas con el alcohol.
Aunque defiende su absoluci¨®n, la abogada ha planteado un escenario alternativo para el caso de que el tribunal lo condene. Solicita que se le apliquen dos atenuantes (lo que le permitir¨ªa rebajar la pena): por estado de embriaguez y por reparaci¨®n del da?o, ya que ha abonado los 150.000 euros de indemnizaci¨®n que solicitaba la Fiscal¨ªa. La abogada ha subrayado que la capacidad econ¨®mica del futbolista ¡°se ha visto limitada y mermada sustancialmente¡± y ha hecho un repaso de las deudas contra¨ªdas con la Hacienda espa?ola y los embargos dictados en Brasil.