¡°Qu¨¦, ?otra para tu har¨¦n?¡±: siete actrices solicitan sumarse a la denuncia contra el dramaturgo Ram¨®n Paso por agresiones sexuales
Las mujeres relatan el acoso, las humillaciones y la violencia que ejerc¨ªa el autor y director teatral sobre ellas
Siete actrices han solicitado a?adir sus testimonios a la denuncia que ha presentado la Fiscal¨ªa Provincial de Madrid contra el dramaturgo y director teatral Ram¨®n Paso, de 47 a?os, por agresiones sexuales a 14 mujeres. Seg¨²n ha podido confirmar EL PA?S, tras hacerse p¨²blica en los medios de comunicaci¨®n el pasado mi¨¦rcoles la actuaci¨®n del ministerio p¨²blico, las siete nuevas denunciantes escribieron un correo electr¨®n...
Siete actrices han solicitado a?adir sus testimonios a la denuncia que ha presentado la Fiscal¨ªa Provincial de Madrid contra el dramaturgo y director teatral Ram¨®n Paso, de 47 a?os, por agresiones sexuales a 14 mujeres. Seg¨²n ha podido confirmar EL PA?S, tras hacerse p¨²blica en los medios de comunicaci¨®n el pasado mi¨¦rcoles la actuaci¨®n del ministerio p¨²blico, las siete nuevas denunciantes escribieron un correo electr¨®nico al despacho de Luisa Est¨¦vez, la abogada que representa a las otras 14 mujeres, para expresarle su deseo de sumarse a la denuncia. Por el momento no han recibido respuesta.
Ram¨®n Paso, nieto de Alfonso Paso y bisnieto de Enrique Jardiel Poncela, tiene una larga trayectoria como autor y director teatral. Su ¨²ltima obra, Jardiel enamorado, estrenada hace dos semanas en el teatro Infanta Isabel de Madrid, fue cancelada el d¨ªa que trascendi¨® la denuncia. Tras conocer la voluntad de denunciar de estas siete mujeres m¨¢s, este peri¨®dico ha intentado ponerse en contacto con Paso por correo electr¨®nico, tel¨¦fono y WhatsApp, sin que hasta el momento haya contestado.
Algunas de ellas han descrito a este diario varios episodios de acoso, coacciones, maltrato y violencia sexual cuando trabajaron como actrices en la compa?¨ªa PasoAzor¨ªn ¡ªque gestiona el investigado junto a sus socias Ana Azor¨ªn, In¨¦s Kerzan y ?ngela Peirat, que le han apoyado p¨²blicamente tras las denuncias¡ª entre los a?os 2015 y 2018. Otras han abundado en detalles que dibujan un patr¨®n de violencia ejercido por Paso: enfrentar a unas actrices con otras, tratar de aislarlas de su entorno, controlar su tiempo, amenazarlas y atacarlas.
Una de ellas recuerda c¨®mo Paso ¡°gritaba¡± e ¡°insultaba¡± a dos compa?eras, ¡°muy j¨®venes¡±, porque ¡°la mayor¨ªa¡± lo eran: ¡°Chicas que acababan de mudarse a Madrid o era uno de los primeros trabajos que hac¨ªan. Siempre buscaba chicas entre 20 y 30 a?os, nunca m¨¢s de esa edad¡±. Ellas trataban de encontrar una oportunidad en un mundo, el del teatro, muy competitivo, reducido y con poco trabajo. Y no por los sueldos: en la compa?¨ªa PasoAzor¨ªn, muchas de las que pasaron por all¨ª nunca tuvieron un contrato, solo una hoja de papel como si aquello fuera una asociaci¨®n y unos pagos m¨ªseros de 20 o 30 euros como sueldo mensual.
Ninguna de estas siete mujeres aparece con su nombre en el art¨ªculo, han pedido anonimato por temor a ser identificadas por Paso o por su entorno, y este diario ha elegido iniciales al azar para identificarlas. A continuaci¨®n, dos de los relatos de las actrices.
Testimonio de X. Lleg¨® a la compa?¨ªa con 27 a?os
X conoci¨® la compa?¨ªa PasoAzor¨ªn por un anuncio en el que buscaban actrices con apariencia de ni?a. Como tantos para esa compa?¨ªa; en uno de ellos, publicado el pasado enero, se lee: ¡°Se busca actriz de aspecto ani?ado para obra de teatro de terror¡±. El personaje, Flora: ¡°Ni?a de 15 a?os inteligente, misteriosa, con un punto oscuro, con ternura e indefensi¨®n¡±. Se present¨® a una audici¨®n que no fue una prueba de interpretaci¨®n al uso, sino una entrevista en una cafeter¨ªa. Adem¨¢s de Paso, estaban presentes sus socias. Cuando termin¨®, una le dijo: ¡°Tu perfil le ha gustado a Ram¨®n. No pareces tonta¡±, recuerda.
Se incorpor¨® a los ensayos de una obra en la que solo hab¨ªa mujeres en el reparto. Desde el principio le extra?aron bastantes cosas: ¡°Se hac¨ªan muchos chascarrillos y comentarios bastante hirientes. No hab¨ªa ambiente de compa?¨ªa unida. Escuchaba cosas como ¡®si os port¨¢is bien, en la pr¨®xima obra sal¨ªs en el cartel¡¯. Yo pasaba de eso, lo que me manten¨ªa ah¨ª era que nos dijeron que m¨¢s adelante ¨ªbamos a actuar en otros teatros grandes y yo quer¨ªa estar ah¨ª, que me fuera a ver gente¡±.
Tambi¨¦n le sorprend¨ªa el hecho de que Paso nunca saludara a los amigos o familiares de las actrices que iban a verlas a las funciones: ¡°No quer¨ªa que tuvi¨¦ramos otros trabajos y no pod¨ªamos tener representante. Soltaba cosas como: ¡®Una actriz de verdad no puede tener pareja¡¯. Y tambi¨¦n: ¡®No s¨¦ por qu¨¦ vais de finas, si todas las actrices sois putas o yonquis¡¯. A alguna la agarraba del pelo. A otra le dec¨ªa que era discapacitada. Y a otra: ¡®Joder, ?qu¨¦ tetas tienes!¡¯. A m¨ª me hac¨ªa comentarios sobre mis pechos o el culo¡±.
¡°No quer¨ªa que tuvi¨¦ramos otros trabajos y no pod¨ªamos tener representante. Soltaba cosas como: ¡®Una actriz de verdad no puede tener pareja¡¯.
X tambi¨¦n recuerda que una vez lleg¨® pronto a un ensayo y lo vio bes¨¢ndose con una de las chicas. ¡°Me vieron y se separaron corriendo¡±. En otra ocasi¨®n, Paso le dijo que no estaba dando el nivel y que se hab¨ªa reunido con todas las actrices y que todas estaban de acuerdo en que la quer¨ªan echar, pero que le iba a dar una oportunidad porque sab¨ªa que ella quer¨ªa estar en un gran teatro de Madrid. Pero que para eso tendr¨ªa que cenar con ¨¦l aparte para ensayar. ¡°Yo le dije que no iba a poder. Pero ¨¦l me replic¨®: ¡®Bueno, ya le dir¨¦ a M [una mujer que en ese momento formaba parte de la compa?¨ªa] que busque el hueco¡±, asegura.
Este es el relato de X de aquel ensayo extra: ¡°Quedamos los tres a la salida del metro Tribunal y vamos al bar Manuela Malasa?a. Cuando nos ponemos a leer el texto me dice que no puede trabajar conmigo porque estoy muy tensa: ¡®As¨ª que vamos a pedirnos una copa y despu¨¦s hablamos¡¯. Yo le digo que no bebo alcohol, pero ¨¦l insiste: ¡®Ese es tu problema. Si te tomas una copa, sigues dentro. Si no, no¡¯. M me susurra: ¡®P¨ªdetela y le das dos tragos¡¯. Eso hago. Pido lo mismo que toman siempre ellos: un c¨®ctel negro que es una mezcla de un mont¨®n de alcoholes. Me plantean entonces un juego que consiste en que cada vez que yo no lea bien el texto, tengo que dar una prenda. Yo me digo: ¡®Vais listos, os voy a dar el abrigo¡¯. Mientras, me advierten que no he bebido y que tengo que dar un trago antes de empezar¡±. Lo hago, comenzamos y me dice: ¡®Ves, ya te vas relajando. As¨ª que venga, otro trago¡¯. Lo tomo, pero es el ¨²ltimo¡±.
X hace una pausa y despu¨¦s contin¨²a: ¡°Empiezo a tener mucho calor y cada vez me encuentro peor, me doy cuenta de que hablo muy alto porque el camarero nos mira. Entonces Ram¨®n dice que no podemos seguir ah¨ª porque estamos llamando la atenci¨®n. Yo no entiendo c¨®mo con solo dos tragos puedo encontrarme tan mal, quiero marcharme, pero Ram¨®n me dice no, que vamos a seguir ensayando en otro sitio. Me llevan a un hotel cercano. Yo le insisto a la otra chica con que no me encuentro bien, pero ella me dice que se me va a pasar, que no me preocupe. Adem¨¢s de hablar s¨²per alto, yo hago un mont¨®n de aspavientos, no puedo controlarme. Me molesta tambi¨¦n mucho la luz. Es muy raro. Subo medio a gatas hasta la habitaci¨®n. Y Ram¨®n todo el rato orden¨¢ndole a la otra chica: ¡®T¨¢pale la boca¡¯. Nos metemos en la habitaci¨®n y yo me empiezo a quitar la ropa por el calor que tengo. Me quedo en ropa interior. Les grito que me den mi m¨®vil, me lo han quitado. Llega un momento en que me voy a vomitar en el ba?o, sigo en ropa interior, ¨¦l me sigue y empieza a hacerme fotos. Veo el flash, flipo, me doy la vuelta y veo c¨®mo ella se acerca, le empuja y dice: ¡®Por ah¨ª no. Eso no, eso no¡¯. A m¨ª esa frase me suena a que eso ya lo han hecho otras veces. En ese momento no s¨¦ c¨®mo lo hago, pero me levanto como para pegarle a Ram¨®n. Ella me intenta parar y le digo: ¡®Que me des el m¨®vil ahora mismo o te pego tambi¨¦n a ti¡±.
Recuerda que despu¨¦s de eso le devolvieron el m¨®vil, llam¨® a su novio, cogi¨® sus cosas y sali¨® de la habitaci¨®n casi sin vestir. Esper¨® al novio escondida en un rinc¨®n de la recepci¨®n. ¡°Cuando me recogi¨® mi chico no pod¨ªa hablar. Me puse a llorar. Con el tiempo he llegado a pensar que me echaron algo en la bebida. Yo no bebo alcohol, pero con dos tragos no te pasa eso¡±, explica.
Al d¨ªa siguiente X se levant¨® fatal, vomitando, con fiebre. ¡°Aun as¨ª no falt¨¦ a la funci¨®n que ten¨ªamos por la tarde. Pero Ram¨®n no fue y al terminar llam¨® a M para preguntar qu¨¦ tal lo hab¨ªa hecho yo. Ella le dijo que hab¨ªa sido mi mejor funci¨®n. Y entonces ¨¦l me escribi¨®: ¡®?Ves como a veces hay que pasar por cosas para ser una buena actriz? Ahora s¨ª has hecho tu mejor funci¨®n¡¯. Yo estaba bloqueada¡±, asegura.
X le cont¨® lo que hab¨ªa pasado a otra compa?era con la que hab¨ªa hecho amistad y ella le dijo que denunciara. ¡°Pero no lo hice y me he sentido muy mal por no haberlo hecho. No me atrev¨ª porque cre¨ªa que no ten¨ªa pruebas¡±, explica.
Hubo un par¨®n de verano antes de los ensayos de la nueva obra y en ese tiempo tom¨® la decisi¨®n de marcharse. Cuando lo comunic¨® a la vuelta, Paso la amenaz¨® con que no iba a recomendarla a nadie y que se encargar¨ªa de que no trabajara m¨¢s.
Una vez fuera, X empez¨® a contar muy poco a poco a algunas amigas lo que hab¨ªa vivido y con el tiempo lleg¨® a redactar una denuncia para presentarla a la polic¨ªa, pero no la present¨® porque segu¨ªa creyendo que lo que ella ten¨ªa nadie lo iba a considerar v¨¢lido para para probar nada. ¡°Porque lo que hoy se entiende de la violencia sexual en aquel momento no se entend¨ªa¡±. Se refiere al propio testimonio de las mujeres en estos delitos, donde muchas veces no existen pruebas f¨ªsicas. Y tambi¨¦n, por eso, tuvo miedo de hacerlo p¨²blico, pens¨® que no la iban a creer.
Y as¨ª un mont¨®n de a?os hasta que se fue cruzando con otras mujeres que hab¨ªan pasado por la compa?¨ªa PasoAzor¨ªn y fueron montando un grupo. Hablaban de vez en cuando, pero no pasaban de ah¨ª. ¡°Hasta que se hizo p¨²blica la denuncia de las 14 chicas esta semana y fue como una bomba. Nos lo empezamos a pasar y decidimos que ten¨ªamos que hacer lo que fuera por sumarnos¡±.
Testimonio de H. Actu¨® en la compa?¨ªa con 23 a?os
H lleg¨® a la compa?¨ªa PasoAzor¨ªn como X y tantas otras: un anuncio para una audici¨®n. Recuerda perfectamente con el que consigui¨® su papel: ¡°Actriz de entre 18 y 25 a?os con aspecto ani?ado, y bailarina¡±.
Enseguida empezaron los ensayos, en los que pasaban ¡°cosas raras¡±, cuenta H: ¡°Te sacaba de la sala, te llevaba a un lado, te cog¨ªa de la mano y te hablaba: ¡®S¨¦ c¨®mo te sientes, ?qu¨¦ tal todo?¡¯. Empez¨® a decirme que si yo quer¨ªa ser una gran actriz, ten¨ªa que pedirle a ¨¦l que fuera mi maestro, porque toda gran actriz tiene un maestro. Y que yo pod¨ªa llegar a lo m¨¢s alto. Le dije: ¡®Por favor, Ram¨®n, s¨¦ mi maestro¡¯. Me dijo: ¡®Pues vamos a empezar, tienes que hacerme caso en todo¡±.
Al principio, ese ¡°todo¡± era ¡°normal¡±: ver obras de teatro que ¨¦l le pasaba en v¨ªdeo, comentarlas. Pero tambi¨¦n comenz¨® a observar algunos patrones en el comportamiento de Paso. Como el intento de absorber todo el tiempo de las actrices y la insistencia en el consumo de alcohol: ¡°No sal¨ªa de ese lugar. Estaba en los ensayos de lunes a viernes. Despu¨¦s, cada d¨ªa hab¨ªa que ir a una reuni¨®n de direcci¨®n que era en un bar a beber cerveza. Y los fines de semana ensay¨¢bamos en su piso. Cuando volv¨ªa a casa, me escrib¨ªa y est¨¢bamos todo el rato hablando por WhatsApp¡±.
Tambi¨¦n empez¨® a sufrir el aislamiento dentro del propio grupo: ¡°Nos pon¨ªa en contra a unas de otras¡±. Y del exterior: ¡°Seg¨²n ¨¦l, me lastraba mi familia, mis amigos, mi pareja. Dec¨ªa que ten¨ªa que desvincularme de todo el mundo para no sentir afecto hacia nadie, que nada pudiera afectar a mi carrera. Es decir, ten¨ªa simplemente que adorarle a ¨¦l¡±.
Empez¨® a cogerla de la mano, siempre. Y a prometerle contactos, oportunidades.
¡°Me dec¨ªa que me presentar¨ªa a directores importantes, a gente importante. Un d¨ªa me llev¨® a un estreno. ?bamos de la mano y apareci¨® una se?ora de una revista cultural y le dijo: ¡®Qu¨¦, Ram¨®n, ?otra para tu har¨¦n?¡±, relata.
Entonces empezaron a pasar otras cosas. Como los ¡°te quiero¡± que le dec¨ªa a las pocas semanas de conocerla y la petici¨®n de que se los devolviese: ¡°Y yo: ¡®S¨ª, Ram¨®n, te quiero¡¯. Pero pensaba: ¡®Si te conozco de semanas, ?por qu¨¦ tengo que decir te quiero?¡±. O intentar convencerla de que ella se estaba enamorando de ¨¦l: ¡°T¨² a¨²n no lo sabes, pero te est¨¢s enamorando de m¨ª', me dec¨ªa. Yo le contestaba que estaba enamorada de mi novio, inocentemente. Sent¨ªa muchas veces que estaba haciendo el papel de mi vida¡±.
Pero ¡°lo peor¡± para ella eran los fines de semana en casa de ¨¦l. Cuando llegaban, ensayaban. Luego le ped¨ªa que fuesen a su despacho: ¡°O habitaci¨®n o lo que fuera eso, y cerraba con un pestillo. Despu¨¦s de hablar de la funci¨®n, empezaba a enturbiarse. Se colocaba m¨¢s cerca, me tocaba las manos, las piernas. Y me dec¨ªa: ¡®Vamos a jugar a un juego, cu¨¦ntame una mentira y yo adivino si es verdad o no¡¯. H sab¨ªa que hasta que no dijese algo ¡°sexual¡±, ¨¦l no la dejar¨ªa salir: ¡°Llegu¨¦ a decir cosas como ¡®no llevo bragas¡¯ o ¡®he tenido un sue?o er¨®tico contigo¡±. La obligaba a hacer aquello tambi¨¦n durante las funciones, justo antes de salir a escena.
As¨ª pasaron meses, hasta que un d¨ªa el comportamiento de Paso cambi¨®. ?l la llev¨® a ver una obra, y en medio de la funci¨®n, ¡°al o¨ªdo¡±, le dijo: ¡°Te voy a besar¡±. Cuenta ella que su cuerpo ¡°reaccion¨®¡± tens¨¢ndose hacia delante y le dijo: ¡°No, Ram¨®n, eso no, por favor¡±. Y empez¨® el maltrato: ¡°Ya no era la mejor actriz del mundo, la ni?a m¨¢s maravillosa que iba a llegar a ser muy buena. Me echaba de los ensayos, me gritaba¡±.
Tiempo despu¨¦s, lleg¨® una actriz nueva. Esta mujer advirti¨® a H ¡°desde el principio¡± que lo que suced¨ªa no era normal. ¡°C¨®mo te trata en los ensayos. Si fuera t¨², yo ma?ana no volv¨ªa¡±, le dijo. No fue al d¨ªa siguiente, pero no tard¨® mucho en abandonar la compa?¨ªa. Durante mucho tiempo no entendi¨® por qu¨¦ no lo hab¨ªa hecho antes. Hasta m¨¢s de un a?o despu¨¦s no le cont¨® ¡°nada a nadie¡±. Sent¨ªa ¡°verg¨¹enza¡± porque cre¨ªa que, de alguna manera, ella estaba accediendo a lo que ocurr¨ªa, aun sabiendo ¡°que no era normal¡±. ¡°Hace a?os no se hablaba tanto de esto. Yo entend¨ªa que solo pod¨ªa denunciar si era violaci¨®n, si hab¨ªa penetraci¨®n, y si no, no era denunciable¡±, explica.
El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.