La Iglesia de Gipuzkoa forma a sacerdotes y catequistas en la prevenci¨®n de abusos sexuales a menores
La di¨®cesis donostiarra pone en marcha un programa que instruye al personal religioso en evitar los casos de pederastia
La Iglesia de Gipuzkoa tiene constancia de seis denuncias en los ¨²ltimos 50 a?os contra miembros de esta di¨®cesis por abusos sexuales a menores. ¡°Pedir perd¨®n por lo sucedido en la Iglesia es necesario, pero no es suficiente¡±, consider¨® el obispo de San Sebasti¨¢n, Fernando Prado, en una carta publicada en octubre pasado. Entonces anunci¨® que hab¨ªa que dar ¡°pasos concretos y reales¡± para ¡°intentar que lo sucedido no vuelva a suceder¡±. Con esa finalidad, el prelado ha explicado este lunes que la Di¨®cesis de Sa...
La Iglesia de Gipuzkoa tiene constancia de seis denuncias en los ¨²ltimos 50 a?os contra miembros de esta di¨®cesis por abusos sexuales a menores. ¡°Pedir perd¨®n por lo sucedido en la Iglesia es necesario, pero no es suficiente¡±, consider¨® el obispo de San Sebasti¨¢n, Fernando Prado, en una carta publicada en octubre pasado. Entonces anunci¨® que hab¨ªa que dar ¡°pasos concretos y reales¡± para ¡°intentar que lo sucedido no vuelva a suceder¡±. Con esa finalidad, el prelado ha explicado este lunes que la Di¨®cesis de San Sebasti¨¢n ha puesto en marcha un programa de formaci¨®n dirigido a todo el personal de la pastoral, incluidos los sacerdotes, para prevenir y proteger a los menores y personas vulnerables ante cualquier posible caso de abuso sexual en el futuro.
¡°Es importante nuestro compromiso con un futuro sin abusos y empe?arnos en ello con los medios que tenemos a nuestra disposici¨®n¡±, afirma en su escrito Prado, quien lleva dos a?os al frente la Iglesia guipuzcoana. En la carta pastoral que ha remitido ahora a los feligreses con motivo del A?o Jubilar 2025 dedica uno de los 131 apartados de la misma a los casos de pederastia en los que estar¨ªa involucrada la instituci¨®n eclesial. Y dice: ¡°La credibilidad de la Iglesia se ha visto debilitada, fundamentalmente, por la lacerante cuesti¨®n de los abusos a menores¡±. Prado admite que ¡°la Iglesia no lo ha hecho bien siempre en lo que concierne a este tema¡±, porque ¡°las v¨ªctimas no se sintieron escuchadas, reconocidas y atendidas¡±.
El obispo se?ala en su misiva pastoral que, tras la aparici¨®n de los casos de abusos sexuales, la Iglesia ha tomado conciencia de la ¡°gravedad del problema¡± y realizado ¡°un esfuerzo grande por erradicarlo¡±. ¡°Hemos recorrido un camino sincero y empe?ativo, situando a las v¨ªctimas en el centro, ofreciendo canales de denuncia, protocolos de actuaci¨®n y programas de sensibilizaci¨®n para que nuestras parroquias y nuestros centros sean ¨¢mbitos y espacios seguros¡±, escribe en la carta titulada ¡°En ¨¦l, nuestra esperanza¡±.
Como ejemplo de esta estrategia para favorecer la protecci¨®n de los menores en el ¨¢mbito eclesial, el obispo de San Sebasti¨¢n ha citado el programa ¡°Arduratuz¡±, por el que est¨¢n obligados a realizar ¡°todos los agentes de pastoral¡±, desde los curas, los catequistas, monitores, agentes de evangelizaci¨®n, profesores de escuelas cristinas hasta trabajadores de C¨¢ritas.
El curso, de tres horas de duraci¨®n y por el que ya han pasado sacerdotes, ser¨¢ certificado y tiene como objetivo ¡°formar a los miembros de la Iglesia en la prevenci¨®n de abusos¡±, proporcionando las herramientas necesarias para ¡°reconocer y actuar frente a situaciones de riesgo¡±.
El anterior obispo donostiarra, Juan Ignacio Munilla, abri¨® en 2016 una investigaci¨®n contra el que fuera vicario Juan Kruz Mendiz¨¢bal, despu¨¦s de recibir varias denuncias de abusos. En 2022, la di¨®cesis remiti¨® a la Ertzaintza cuatro expedientes por pederastia que salieron a la luz en 2017, despu¨¦s de que Munilla hiciera un llamamiento p¨²blico para destapar cualquier caso de esta naturaleza en Gipuzkoa.
El actual prelado ha pedido hoy que se supere la ¡°foto fija¡± que relaciona a la Iglesia con los abusos sexuales, aunque ha reconocido que seguir¨¢ habiendo alg¨²n caso ¡°espor¨¢dico¡± porque ¡°humanos somos¡±.