El navegante que duerme como Leonardo Da Vinci
D¨ªdac Costa fue el segundo espa?ol en dar la vuelta al mundo en solitario y sin escalas. 108 noches en medio del oc¨¦ano descansando en cabezadas de 20 minutos
El mar es para D¨ªdac Costa una herencia paterna. Con 25 a?os decidi¨® sacarse la oposici¨®n de bombero precisamente para disponer de un sustento que adem¨¢s le dejara tiempo para dedicarse a la vela. Pronto comenz¨® a probarse en la navegaci¨®n en solitario, en carreras que servir¨ªan como entrenamiento para acometer la haza?a que logr¨® en 2016. En la edici¨®n de ese a?o de la Vend¨¦e Globe complet¨® la vuelta al mundo sin escalas ni asistencia en 108 d¨ªas y 19 horas, convirti¨¦ndose as¨ª en el segundo espa?ol en la historia en conseguirlo. Este 2020 ¨Cla regata se celebra cada cuatro a?os, como los Juegos Ol¨ªmpicos¨C, Costa aspira a volver a estar en la salida.
La forma de dormir desempe?a un papel fundamental en el logro. Costa debe programar descansos de un m¨¢ximo de 20 minutos o media hora tras los cu¨¢les ha de despertarse para comprobar que las condiciones meteorol¨®gicas no han cambiado, que no ha variado su rumbo o lo ha alterado el viento; que, en definitiva, todo marcha bien. Si, tras despertar, todo sigue en su sitio, vuelve a dormirse en cuesti¨®n de segundos, encadenando un m¨¢ximo de cuatro o cinco per¨ªodos de sue?o. En otras ocasiones, tan pronto abre el ojo se percata de que habr¨¢ de pasar horas despierto, en cubierta, normalmente realizando reparaciones en las velas o atendiendo otros imprevistos.
Este patr¨®n draconiano de descanso se conoce como sue?o polif¨¢sico extremo. En los a?os setenta el investigador Peretz Ladie realiz¨® estudios sobre esta modalidad de sue?o con soldados israel¨ªes en la ciudad de Haifa. Ah¨ª se descubri¨® que no rinden igual todas las siestas, siendo mejores las que ocupan las franjas nocturnas. Est¨¢ documentado que Leonardo Da Vinci descansaba por temporadas de una forma parecida, durmiendo 20 minutos de cada cuatro horas. ¡°Se sue?a mucho y muy v¨ªvidamente¡±, explica Costa, ¡°tanto que a veces tienes el deseo de escribir esos sue?o o que llegas a confundir realidad y sue?o¡±.
Para D¨ªdac Costa fue un aprendizaje primordial. ¡°Una vez, en una regata de unos d¨ªas de duraci¨®n, tras demasiadas horas en vilo en el barco, dorm¨ª y, al despertar, estaba a pocos metros de un saliente de rocas. No descansar, cuando est¨¢s t¨² solo en medio del mar, puede llevar a situaciones peligrosas¡±. Ahora ya es todo un experto pero, aun as¨ª, mientras compite, con el paso de los d¨ªas el cansancio acumulado lo lleva a padecer una sensaci¨®n parecida a la embriaguez: ¡°Es como estar ebrio, pero pilotando un barco de 18 metros de eslora y nueve toneladas sin ayuda de nadie en mitad del ?ndico¡±. Por eso es importante la gesti¨®n del sue?o, aprovechar para dormir cada vez que la climatolog¨ªa lo permite, para estar fresco cuando las tormentas arrecian y requieren de toda su pericia.
Cuando el descanso es un sue?o es una serie de ocho cap¨ªtulos de EL PA?S en colaboraci¨®n con Ikea dedicada a indagar en las rutinas de descanso de algunas personas que, por aquello a lo que se dedican o debido a circunstancias externas, han aprendido a dormir en condiciones an¨®malas para la mayor¨ªa y se han adaptado a ellas. ?C¨®mo duerme un alpinista que asciende una pared vertical?, ?y un matrimonio de sobrecargos que cambian de huso horario y estaci¨®n constantemente y han de convivir con el jet-lag? ?C¨®mo superar la claustrofobia que produce dormir en una cueva? Desc¨²brelo en el resto de episodios.