Tu pr¨®ximo paseo por la ciudad ser¨¢ diferente
Desde separadores de carriles hasta pasarelas de playa o toboganes, existe un mundo de elementos fabricados con material reciclado. ?Qu¨¦ mobiliario urbano nace de la basura que generamos?
Un peat¨®n despreocupado no caer¨¢ en que el bolardo que acaba de sortear no es de hierro macizo. El ba?ista nunca sabr¨¢ que la pasarela que le conduce a la playa est¨¢ lejos de ser de madera. Aunque no reparemos en ello, las ciudades espa?olas est¨¢n repletas de arquitectura reciclada. Jardineras que fueron pl¨¢sticos destrozados, separadores de carriles-bici que provienen de tapones de botellas, toboganes que salieron de la c¨¢scara de arroz. En un intento por cumplir el mandato de la econom¨ªa circular, que no es otra cosa que transformar los residuos que incansablemente generamos, las empresas se las ingenian para que la basura cobre una segunda vida y renueve nuestro mobiliario urbano. Estos son los elementos resucitados que salpican nuestras urbes.
C¨¢scara de arroz para toboganes
La c¨¢scara de arroz, un resto vegetal que se suele quemar en los arrozales valencianos, es uno de los ingredientes de los que se sirve Molder Disnova, una compa?¨ªa valenciana, para fabricar toboganes y asientos de columpio. ¡°Hemos incorporado este residuo local, que se suele quemar sin darle salida, a nuestro proceso de producci¨®n¡±, explica Joaqu¨ªn Laserna, director general de la empresa, que se?ala que ya han instalado los primeros toboganes de este tipo en municipios del Pa¨ªs Vasco. ¡°Transformamos la c¨¢scara de arroz en una harina y la mezclamos con pl¨¢stico reciclado, reduciendo la proporci¨®n de este ¨²ltimo material en un 15%¡±.
Molder Disnova se especializa en mobiliario de parques infantiles, un sector con estrictas normas europeas de fabricaci¨®n que valora cada vez m¨¢s la obra sostenible. ¡°Muchos ayuntamientos ya lo premian. Existe una ley de contrataci¨®n verde que promueve la introducci¨®n de elementos ecofriendly¡±, detalla Laserna. Su compa?¨ªa, presente en Espa?a y en Canad¨¢ y el norte de ?frica, da una segunda vida a una miscel¨¢nea de elementos pl¨¢sticos: las barreras blancas y rojas de carretera, dep¨®sitos, contenedores de residuos amarillos y azules¡
¡°Nuestros socios tienen est¨¢n en el registro de carbono y tiene medida su huella ambiental¡±, indica Miren Jim¨¦nez, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Mobiliario Urbano y Parques Infantiles, a la que pertenece Molder Disnova. ¡°La econom¨ªa circular nos preocupa a todos. Y la obra sostenible y reciclable es sin duda el futuro de las ciudades¡±.
La madera que no es madera
En la coru?esa playa de Noia, un paraje surcado por la r¨ªa de Arousa, se despliega una plataforma peatonal que, a simple vista, parece una construcci¨®n de madera. Un vistazo m¨¢s cercano tampoco despeja la duda: listones gruesos, marrones¡ ?seguro que esto no es madera? Es madera, pero madera pl¨¢stica. Y la de Noia es la primera pasarela de Galicia fabricada en su totalidad con este material. El creador de este compuesto es Solteco, una empresa riojana que produce toda clase de mobiliario urbano con esta imitaci¨®n, al menos est¨¦tica, de la madera: vallados, mesas, jardineras para huertos urbanos, casetas.
Solteco rescata y trabaja desechos de polietileno y polipropileno, dos clases de pl¨¢sticos de uso industrial, en la elaboraci¨®n de su madera pl¨¢stica. Recientemente han a?adido a su f¨®rmula el pl¨¢stico film utilizado para el cultivo de champi?ones, un residuo que no ten¨ªa salida y cuya recuperaci¨®n ha despertado el inter¨¦s de la Asociaci¨®n Profesional de Productores de Sustratos y Hongos de La Rioja, Navarra y Arag¨®n.
¡°Trabajamos con material muy deteriorado. Es incre¨ªble en lo que se puede convertir al reciclarlos¡±, explica Jos¨¦ Vicente Sainz, fundador y director de la compa?¨ªa, que trabaj¨® toda su vida en una multinacional hasta dedicarse a tiempo completo a esta aventura empresarial.
El empresario detalla que la nueva materia prima es duradera, con una vida ¨²til de unos 20 a?os, sin necesidad de mantenimiento y resistente a la sal marina, algo valioso para las instalaciones costeras. ¡°Para ayuntamientos de 2.000 a 3.000 habitantes calculamos ahorros de 50.000 euros en mantenimiento¡±, estima. Sainz se?ala que a¨²n falta una apuesta firme por parte de las administraciones para que esta clase de materiales pasen de excepci¨®n a norma. ¡°En Alemania o Latinoam¨¦rica es m¨¢s frecuente. Y desde que empezamos, la mentalidad ha cambiado, pero a¨²n no se puede comparar¡±, cierra.
Transformar el pl¨¢stico m¨¢s complejo
Zicla, una empresa catalana nacida en 2005, trabaja con una de las clases de basura m¨¢s arduas de transformar: aquellos residuos del contenedor amarillo que, por su peque?o tama?o y su composici¨®n y dureza, complican el proceso de reciclaje. Un ejemplo ser¨ªan los tapones duros de las botellas de detergente. ¡°Son los m¨¢s complejos de recuperar¡±, explica Alfredo Balmaceda, codirector de la compa?¨ªa, que se sirve de este material para fabricar unos elementos urbanos cada vez m¨¢s necesarios en las ciudades de hoy, como los separadores de calzada para delimitar los carriles-bici o las plataformas de acceso a los autobuses. ¡°Sacamos productos terminados. Intentamos llegar al m¨¢ximo de upcycling [reciclaje] posible¡±, afirma.
¡°La pandemia ha sido un tir¨®n para muchos carriles-bici porque han cambiado las formas de movilidad¡±, considera Balmaceda, que explica que sus piezas son modulares, intercambiables, reciclables adem¨¢s de recicladas y con garant¨ªa de ecodise?o. Resalta que el material conseguido con el reciclaje de esos pl¨¢sticos que tiramos al contenedor amarillo es igual de resistente que los productos de fabricaci¨®n virgen: ¡°Tiene las mismas prestaciones de flexi¨®n y tracci¨®n. Son piezas que ocupan un lugar en la calle y el tr¨¢fico, y tienen que ser resistentes y duraderas¡±.
Orientada a la movilidad y accesibilidad, Zicla trabaja con municipios y el 95% de sus productos se destinan a obra p¨²blica. Sus piezas est¨¢n en ciudades de toda Espa?a. ¡°Estamos abriendo mercado en Francia, Reino Unido, Chile y Estados Unidos¡±, cierra Balmaceda.
La segunda vida de los objetos cotidianos
Lo que los ciudadanos tiran a los contenedores selectivos es materia prima para la fabricaci¨®n de m¨²ltiples objetos cotidianos. Una botella de pl¨¢stico sirve para producir textiles, monturas de gafas o termos de caf¨¦. Las latas de conserva son sustento para ollas y sillas. Una caja de los servicios de delivery se puede recuperar y convertir en cart¨®n virgen. Consulta en este art¨ªculo qu¨¦ productos del d¨ªa a d¨ªa est¨¢n hechos con material reciclado