Las lecciones de cinco deportistas comprometidos
Los deportistas profesionales o aficionados tienen la responsabilidad de eliminar sus propios residuos y cuidar el medioambiente. Entrenar sin dejar huella es el nuevo reto a la hora de practicar ejercicio
Una surfista que convoca recogidas de residuos en sus redes sociales, una yogui que ha creado una marca de ropa hecha con materiales biodegradables, una escaladora que sienta c¨¢tedra medioambiental a los reci¨¦n llegados a su deporte, un runner que recicla y quema calor¨ªas a la vez y un triatleta que convierte los bolsillos de su maillot en un peque?o cubo de basura. Estos cinco atletas est¨¢n en la vanguardia del reciclaje. Esto es lo que hace cada uno de ellos para no dejar rastro.
Es dif¨ªcil diferenciar a un runner de un plogger. Ambos llevan ropa deportiva, zapatillas de correr y auriculares para escuchar m¨²sica. Hay que fijarse entonces para distinguirles en ver qui¨¦n lleva una bolsa. David de Castro es el principal impulsor en Espa?a de una pr¨¢ctica que une el deporte y la conciencia social y que, a la espera de mejor traducci¨®n, denominan plogging. Esta disciplina importada desde Suecia consiste en combinar el ejercicio al aire libre con la recogida de basuraleza en playas, monta?as y ciudades. El t¨¦rmino es una mezcla entre la expresi¨®n sueca ¡®plocka upp¡¯ ¡ªrecoger del suelo¡ª y la inglesa running.
De Castro, de 31 a?os, es miembro del Mando de Operaciones Especiales, una unidad del Ej¨¦rcito de Tierra tan exigente que a sus miembros se les conoce como ¡°los guerrilleros¡± y cuyo cuartel general est¨¢ en Alicante. All¨ª, este apasionado del ¡°ecodeporte¡± fund¨® hace tres a?os PloggingRRevolution, una asociaci¨®n para promocionar la filosof¨ªa de los runners concienciados con el medioambiente. Hab¨ªa o¨ªdo hablar del plogging y sinti¨® la necesidad de promover el movimiento en Espa?a: ¡°Lo que empez¨® como pasatiempo se ha convertido en mi otra profesi¨®n. La sostenibilidad es el futuro, no hay otra opci¨®n¡±, dice tajante.
Para De Castro, el deporte, como el reciclaje, es una cuesti¨®n de cultura y compromiso. ¡°Una vez te das cuenta y emprendes el camino, no hay vuelta atr¨¢s. Lo ¨²nico que pienso es en todo el tiempo que he estado sin hacer nada¡±, lamenta. El militar sostiene que es imposible cambiar el mundo con proyectos peque?os como el suyo, pero s¨ª puede aportar su grano de arena y animar a que la gente act¨²e. ¡°Yo huyo de teor¨ªas y mensajes catastrofistas, voy a lo pr¨¢ctico, a recoger basura ajena mientras hago deporte. Es lo que llamo hacer un 2x1. As¨ª cuidas tu cuerpo y proteges tu entorno.¡±
Cada vez que corre por senderos en alguna quedada de PloggingRRevolution, encuentra en su camino restos de basuraleza y reflexiona: ¡°?Por qu¨¦ a la gente no le pesa la conciencia cuando lo deja en el suelo?, estamos hablando de materiales que tardan en desaparecer m¨¢s de 400 a?os. La naturaleza no es sin¨®nimo de vertedero. Como no puedo cambiar su mentalidad, me limito a recogerlo y a denunciarlo en las redes¡±. En estos tres a?os, PloggingRRevolution, ha conseguido reunir a m¨¢s de 1.500 voluntarios que han recogido m¨¢s de 4.500 kg de residuos por todo el pa¨ªs. En cada recogida, se dividen por grupos de residuos, para que cada bolsa de basura vaya al contenedor adecuado. ¡°No cuesta nada hacer las cosas bien¡±, concluye.
Lo primero que hace Alazne Aurrekoetxea cuando se despierta es ver la previsi¨®n de las olas. Si todo es favorable volver¨¢ a pasar el d¨ªa en el mar. Est¨¢ segura de que practicar surf desde la infancia en La Salvaje, su playa favorita, en Sopelana (Bizkaia), es lo que de verdad ha hecho que entienda y respete la naturaleza. ¡°Al estar en contacto permanente con el oc¨¦ano, esa conexi¨®n tan fuerte es inevitable, porque mi profesi¨®n depende de ¨¦l. No hay d¨ªa en el que no me imagine cerca del mar, soy como un pez¡±.
Aurrekoetxea empieza a ver recompensada su pasi¨®n. Es subcampeona de Espa?a en paddle surf y no le faltan seguidores. Tantos, que, al salir del confinamiento, se plante¨® que podr¨ªa utilizar su perfil en Instagram para concienciar sobre el abandono de basura en las playas. Hab¨ªa al menos 18.000 personas que la escuchar¨ªan. Y aquello funcion¨®. La surfista aprovecha este altavoz social para convocar recogidas de residuos en costas y sobre todo para denunciar este problema. ¡°Utilizo mis redes sociales para crear actitud y conciencia. No basta con recoger residuos y tirarlos a una papelera corriente. Se trata de reducir, reusar y reciclarlo todo en el cubo adecuado¡±, afirma.
Aurrekoetxea considera que el surf es uno de los deportes m¨¢s sostenibles y que menos impacto medioambiental genera. ¡°Los surferos estamos muy concienciados con el reciclaje. Siempre intentamos que la durabilidad de nuestro material sea lo m¨¢s larga posible. Si se nos rompen los neoprenos, los arreglamos o nos los pasamos entre nosotros. Lo mismo sucede con las tablas. Alargamos su ciclo de vida al m¨¢ximo.¡± Ella lo tiene claro, la naturaleza le da tanto que necesita compensarlo con estos peque?os gestos.
Marta Gonz¨¢lez-Aller ha practicado todo tipo de deportes a lo largo de su vida. Pero descubrir el yoga hace poco m¨¢s de un lustro fue su liberaci¨®n. Encontr¨® la f¨®rmula de poder unir cuerpo y mente. Lo que comenz¨® siendo algo ocasional se ha convertido en su rutina diaria. ¡°La parte f¨ªsica me conecta conmigo misma, con mi ser y con mi alrededor, pero la cerebral me ense?a c¨®mo tratar a los dem¨¢s, al mundo, a la naturaleza. Lo es todo¡±, sostiene Gonz¨¢lez-Aller.
En plena pandemia, el yoga le inspir¨® para sacar adelante un proyecto de ropa sostenible, fabricada con materiales biodegradables. La marca Not Only Yoga, de la que es cofundadora, es el resultado de su preocupaci¨®n por la explotaci¨®n laboral de la industria textil y las mujeres en riesgo de exclusi¨®n social. Su empresa se llama as¨ª porque son prendas que no solo sirven para la pr¨¢ctica de yoga, sino tambi¨¦n para llevar en el d¨ªa a d¨ªa. El objetivo es que el cliente cree un armario de b¨¢sicos con ropa que no pase de moda.
Sin embargo, Gonz¨¢lez-Aller afirma que su implicaci¨®n en el cuidado del medioambiente es algo que siempre ha llevado por dentro gracias a vivir lejos de grandes ciudades y por el amor y respeto por los animales y la naturaleza que le inculcaron sus padres. ¡°Cuando estoy en una playa o en la monta?a y veo basura, me pongo a recoger pl¨¢sticos para echarlos al cubo amarillo despu¨¦s. Me sale solo, porque se me parte el alma¡±, confiesa Gonz¨¢lez-Aller.
Poco importa si su clase es al aire libre o en un sitio cerrado, esta yogui de 37 a?os se vuelve a casa con cualquier residuo que genere: ¡°Tal y como me encuentro el espacio, lo dejo. Y si lo veo sucio, lo limpio. Lo bueno del yoga es que no necesitas nada m¨¢s que lo que llevas puesto y una esterilla. Pero si me llevo algo de comer, me meto los restos en los bolsillos o en una bandolera para despu¨¦s tirarlos donde corresponda¡±, asegura.
En septiembre de 2020, un gesto de Diego M¨¦ntrida dio la vuelta al mundo. Estaba a punto de cruzar la l¨ªnea de meta del triatl¨®n Ciudad de Santander, cuando se par¨® para dejar que entrara antes un corredor que hasta ese momento iba por delante, pero que hab¨ªa perdido su ventaja por un tropez¨®n. Le dej¨® ganar porque sinti¨® que su compa?ero merec¨ªa llegar primero. Y hasta el actor Will Smith sinti¨® la necesidad de entrevistar a este triatleta espa?ol tras ver aquel momento.
Ha pasado un a?o y M¨¦ntrida, de 22 a?os, aprovecha la popularidad digital para seguir poniendo en pr¨¢ctica su sentido de lo que es justo. Ahora recauda fondos para su hermano Carlos, que padece el s¨ªndrome de West. Cada d¨ªa, se despierta a las seis de la ma?ana para atenderle y est¨¢n juntos hasta que M¨¦ntrida se tiene que ir a la universidad. Por la ma?ana, estudia Fisioterapia y Ciencias del Deporte en la universidad Rey Juan Carlos, en Alcorc¨®n (Madrid). Despu¨¦s, empiezan las duras horas de entrenamiento. Pero confiesa que no le pesan, porque siente que le falta algo si no hace deporte.
A M¨¦ntrida le gusta el triatl¨®n por la variedad, aunque no siempre le apetece nadar o correr. Entones opta por lo que m¨¢s le apasiona, ¡°irse en bici¡±. M¨¦ntrida pasa gran parte de sus entrenamientos en medio de la naturaleza y sube a lugares donde poca gente es capaz de llegar. ¡°Siempre que estoy en el alto de un puerto de monta?a veo grandes cantidades de pl¨¢stico y latas. ?C¨®mo puedes estar en un sitio as¨ª de espectacular y dejarlo todo hecho un asco? Da mucha rabia y pena¡±, asegura. Por eso tanto ¨¦l como sus compa?eros de entrenamiento recogen sin pens¨¢rselo los residuos ajenos por una cuesti¨®n de compromiso con el planeta: ¡°Son gestos muy sencillos. Tal y como te lo has tra¨ªdo en la mochila, te lo llevas. No cuesta nada¡±.
Cada vez que se sube a la bicicleta, M¨¦ntrida se aprovisiona. Suele llevar frutos secos, pl¨¢tanos, barritas y geles energ¨¦ticos. ¡°Muchas veces ni siquiera paro a comer, lo hago en movimiento, as¨ª que me guardo la c¨¢scara en el maillot y despu¨¦s la tiro en el contenedor org¨¢nico¡±. Con un desgaste f¨ªsico como el suyo en actividades que requieren tanta resistencia, la alimentaci¨®n es algo fundamental. ¡°Normalmente hacemos rutas en bicicleta de cuatro o cinco horas. Si no te coges nada para comer, al poco rato acabas sin energ¨ªa para poder seguir¡±.
M¨¦ntrida est¨¢ convencido de que llegar¨¢ el d¨ªa en el que lo raro, lo anormal, ser¨¢ no reciclar. Mientras tanto, lanza un ruego a la autoridad competente: instalen contenedores pr¨®ximos a los recorridos de cualquier entrenamiento.
La escalada est¨¢ de moda. Los seguidores de esta disciplina que el pasado verano se estren¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos no paran de aumentar en Espa?a. Entre las mujeres, por ejemplo, es el segundo deporte con m¨¢s deportistas federadas tras el baloncesto, seg¨²n los datos del Consejo Superior de Deportes. Alba ?lvarez es una de ellas, aunque se estren¨® en las rocas hace m¨¢s de 15 a?os, cuando apenas ten¨ªa 9, de la mano de su padre. Ahora, esta ambient¨®loga es testigo de la llegada de nuevos aficionados, ¡°gente de ciudad, en su mayor¨ªa, que se nota que no est¨¢ ligada al mundo natural, porque hay mucha m¨¢s basura que hace dos a?os¡±.
?lvarez fue consciente de que ten¨ªa que asumir un nuevo papel. Hay que ense?ar a los nuevos escaladores a ¡°respetar y cuidar del entorno¡±. Lo hace desde EscaladaSostenible, una ONG que se dedica a concienciar al sector para velar por la conservaci¨®n de los espacios protegidos. Su trabajo en Desnivel, una librer¨ªa especializada en alpinismo y situada en pleno barrio de Las Letras en Madrid, hace que su compromiso por el cuidado de la monta?a no deje de crecer.
Confiesa que no sabe por qu¨¦ le atrae de trepar por las rocas. ¡°Pero lo necesito porque me sirve para gestionar cualquier situaci¨®n, incluida a m¨ª misma. Ver el mundo desde las alturas me libera¡±, comenta convencida. Entre los escaladores, dice, el reciclaje es un h¨¢bito b¨¢sico que nadie cuestiona. ¡°Se da por hecho que todo el mundo lo hace, porque estamos muy conectados con la Tierra, es un contacto f¨ªsico, ser¨ªa extra?o que no se aplicara esa cultura¡±.
Pero el propio escalador tambi¨¦n debe actuar de manera responsable e intentar reducir su huella medioambiental. Es consciente de que el magnesio que utilizan para el agarre ¡°provoca un impacto visual¡±, por eso intentan raspar la pared para eliminarlo. Y, tambi¨¦n los residuos de comida ¡°porque no forman parte de la naturaleza¡±. ¡°Que sean c¨¢scaras y restos de frutos secos no significa que debamos dejarlos ah¨ª. Muchos escaladores todav¨ªa lo hacen, pero eso tambi¨¦n es basuraleza, por eso hay que meterlo en bolsas y luego tirarlas al cubo marr¨®n¡±. Tampoco dejan rastro del material que utilizan para llegar a la cima, el esparadrapo queda depositado en el contenedor de pl¨¢stico y si se rompen las cuerdas, las tiran en un punto limpio.
A ?lvarez no le importa recoger todos los residuos que se encuentra cada vez que escala en un espacio natural. ¡°Me molesta m¨¢s verlo en el suelo que cogerlo y llev¨¢rmelo al coche para luego tirarlo en el pueblo m¨¢s cercano. Pero ser¨ªa buena idea poner m¨¢s carteles para advertir del problema y pedir comportamiento c¨ªvico. Queda camino por recorrer¡±.
El deporte concienciado
El mundo del deporte tiene un papel creciente en la batalla contra el abandono incontrolado de basura. Cada vez son m¨¢s las iniciativas ciudadanas que luchan por mantener limpios los entornos en los que se hace running, ciclismo, f¨²tbol o yoga, esto es, nuestros parques, senderos, playas o monta?as.?
Aunar ejercicio y concienciaci¨®n es la receta de la Asociaci¨®n Deportiva Ambiental Km Verdes, que se encarga de dar soporte log¨ªstico en eventos deportivos como carreras populares para facilitar una correcta gesti¨®n de los residuos. Su fundador es Jonathan Luis Bello, un deportista e ingeniero que cre¨® este grupo ecopatrulla hace m¨¢s de un a?o y medio en Tenerife. ¡°Vi que se pod¨ªa combinar toda la energ¨ªa que empleamos en hacer ejercicio con acciones ambientales¡±, detalla Bello, que tambi¨¦n imparte charlas y talleres formativos en clubs, polideportivos y escuelas por toda Espa?a.
Otro programa encaminado a la educaci¨®n de los deportistas y a la reducci¨®n de la huella medioambiental es Green Sport Flag, impulsado por la Asociaci¨®n del Deporte Espa?ol (ADESP). ¡°Es un plan de acci¨®n global que se gestiona desde el deporte federado y que se encarga de sensibilizar y revertir el impacto del cambio clim¨¢tico gracias a la participaci¨®n de ecovoluntarios¡±, explica Mercedes Coghen, portavoz de la asociaci¨®n y excampeona ol¨ªmpica en hockey. ?¡°Adem¨¢s, funciona como un sistema de reconocimiento para los eventos deportivos que quieran distinguirse por ser amables y respetuosos con el entorno¡±.?
A esa acci¨®n verde se suma el Proyecto LIBERA, puesto en marcha por SEO/Birdlife en colaboraci¨®n con Ecoembes, cuyo objetivo es movilizar a la ciudadan¨ªa para recoger desechos en campos, r¨ªos, monta?as y playas; estudiar su impacto y prevenir estos vertidos. Hasta el momento, LIBERA ha caracterizado m¨¢s de 430.000 residuos que se integrar¨¢n en la base de datos del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico de Espa?a (MITECO).