¡°Quer¨ªa abrir una pasteler¨ªa de barrio, pero terminaron viniendo clientes de toda Espa?a¡±

Noelia Tomoshige (Sevilla, 34 a?os) aprendi¨® a expresar sus emociones a trav¨¦s de la comida. ¡°Entre asi¨¢ticos nunca nos decimos ¡®te quiero¡¯. Por eso, lo que m¨¢s me ilusiona es cuando alguien me dice que ha sentido lo que yo quer¨ªa transmitir con mis postres¡±, describe esta andaluza de ascendencia japonesa.

Hace cuatro a?os, a los 30, decidi¨® dejar el trabajo en el que llevaba una d¨¦cada, la venta de moda de lujo, para aventurarse en un proyecto propio. ¡°En mi casa son todos artistas, pero tard¨¦ en descubrir mi vocaci¨®n¡±, reconoce. Se inscribi¨® en un curso culinario de dos semanas en Jap¨®n y cuando volvi¨® a Espa?a decidi¨® ir a la escuela de alta cocina Le Cordon Bleu. Nueve meses despu¨¦s, en 2021, naci¨® Monroebakes, un negocio en Getafe (Madrid) donde Tomoshige ha puesto sus conocimientos y su esencia.

Quiso hacer reposter¨ªa de barrio y vivir ¡°tranquilamente¡±, pero la nominaron al premio Pastelera Revelaci¨®n en Madrid Fusi¨®n 2023. Era una cata a ciegas y ella quer¨ªa que, con un bocado, los jueces supieran que el postre era puramente Tomoshige. Para la receta escogi¨® los ingredientes minuciosamente. ¡°Utilic¨¦ el sudachi, un c¨ªtrico japon¨¦s con un sabor inconfundible; miel de casta?o de Andaluc¨ªa, que es m¨¢s intensa; y lo present¨¦ en una tarta con t¨¦cnicas francesas¡±. Con estas tres almas, que conjuga en todas sus creaciones, gan¨®, y ese reconocimiento tuvo una gran repercusi¨®n en su rutina. Empez¨® a haber colas diarias a las puertas de su pasteler¨ªa. ¡°Hab¨ªa clientes que ven¨ªan de todas partes de Espa?a y para m¨ª fue una ¨¦poca incre¨ªble, de much¨ªsimo trabajo, pero tambi¨¦n de mucha satisfacci¨®n¡±, reconoce en este v¨ªdeo de Luces largas, el proyecto de Renault que ofrece una visi¨®n ¨ªntima de personajes con prometedoras trayectorias por delante.

La fusi¨®n de sus culturas ha sido fundamental en el camino de Noelia Tomoshige. Comenz¨® con sus padres, que se conocieron muy j¨®venes en un club de flamenco en la universidad en Jap¨®n y decidieron presentarse un concurso que organizaba la Embajada espa?ola en Tokio. ?l como guitarrista y ella como bailaora, se hicieron con el premio: una beca de estudio con los mejores del flamenco en Sevilla. Para esa pareja el cambio de pa¨ªs y costumbres supuso ¡°un contraste muy grande¡±, como revela la chef pastelera: ¡°A¨²n lo es hoy, imag¨ªnate hace 50 a?os¡±. A pesar del choque, los dos eligieron quedarse en Espa?a porque estaban seguros de querer dedicar su vida a ese arte, como reafirma la andaluza: ¡°Lo que he aprendido de mis padres es la capacidad de adaptaci¨®n, de sacrificarte por lo que te apasiona y de poder transmitir la belleza a trav¨¦s de tu profesi¨®n¡±. Una fusi¨®n y personalizaci¨®n que transmite en cada uno de sus delicados pasteles.