En bici o a pie. En busca de la ciudad a escala humana
?Por qu¨¦ es tiempo de dejar el coche de lado? Dos iniciativas en Madrid y Valencia que ponen en el centro la movilidad sostenible y social
Cuando el deporte me dio una vida
?Por qu¨¦ es tiempo de dejar el coche a un lado? Dos iniciativas en Madrid y Valencia que ponen en el centro la movilidad sostenible y social
Tienes la bici a punto de estrenar. Cuando llega el d¨ªa sales a la calle con la ilusi¨®n intacta y lo primero que ves son coches, cientos de coches, v¨ªas estrechas y escasos carriles-bici. Y seg¨²n te vas moviendo por la ciudad, te topas con alg¨²n que otro conductor sulfurado y con glorietas insalvables en las que toca desmontar. Para el peat¨®n la historia no es muy diferente: falta espacio en el coraz¨®n de las urbes, v¨ªas accesibles para personas con necesidades especiales, una escala m¨¢s humana y espacios verdes. ?Qu¨¦ hacer? ?Qu¨¦ falta para que caminantes y ciclistas tomen definitivamente las calles? ?C¨®mo aprender a moverse sin sufrir? ?Y d¨®nde est¨¢ la felicidad de andar e ir en bici? Distintas personas e iniciativas demuestran que hay esperanza.
Madrid: ir sobre dos ruedas y disfrutar en el intento
En la calle de Antonio Grilo de Madrid, una estrecha y corta traves¨ªa que desemboca en el mercado de los Mostenses, se concentra un peque?o grupo de ciudadanos con sus bicis. Han acudido a un taller a resolver sus dudas de circulaci¨®n y a reafirmarse en el uso de las dos ruedas. Durante la pr¨®xima hora de formaci¨®n se suceden las preguntas: ?c¨®mo se?alizo correctamente? ?Y si me quedo atrapado entre dos veh¨ªculos, o voy a parar a una rotonda sin carril-bici? ?C¨®mo evito comerme el humo de un tubo de escape? ?El sill¨ªn, a qu¨¦ altura? ?Qu¨¦ luces son las m¨¢s adecuadas? Y una percepci¨®n m¨¢s o menos compartida: ?por qu¨¦ me sigo sintiendo vulnerable al circular, una especie de usurpador en una calzada dominada por el coche?
¡°As¨ª como ir andando, montar en bici es y debe ser una experiencia amable y agradable¡±, considera Manuel Mercadal, ingeniero de 37 a?os y maestro de ceremonias del taller, gratuito y de libre inscripci¨®n. ¡°Es importante alejar esa imagen de conflicto, de lucha, de deportista de ¨¦lite: no hace falta disfrazarse con maillot de licra para ir a comprar el pan¡±.

Mercadal es uno de los miembros de Pedalibre, organizadora de esta clase a pie de calle. La asociaci¨®n, fundada en 1982, trabaja por normalizar el uso de la bicicleta en la ciudad despejando dudas pr¨¢cticas, t¨¦cnicas y legales, y fomenta el cicloturismo, una forma de ver ciertas maravillas de la ciudad que tienden a pasar desapercibidas desde la ventanilla del coche. Los martes, en el barrio de La Guindalera, abren un taller donde cualquiera puede acercarse para reparar y poner a punto su montura.
¡°Volv¨ª a Madrid tras vivir diez a?os en Par¨ªs, donde hay una gran apuesta por la movilidad sostenible¡±, relata Mercadal. ¡°Y encontr¨¦ una ciudad que, aunque similar en densidad de poblaci¨®n y tama?o, est¨¢ muy por detr¨¢s y parece que bloquea deliberadamente este desarrollo. Entonces me puse a buscar como loco qui¨¦n hac¨ªa qu¨¦ en esta ciudad hasta que di con Pedalibre¡±.

Se top¨® entonces con una ciudad apresurada y surcada de grandes arterias de entre seis y ?16! carriles, como el paseo de la Castellana, desarrollos urban¨ªsticos de los 60 y 70 con aceras que no llegan al metro de anchura pero que sin embargo cuentan con banda de aparcamiento o barrios con callejas colapsadas por furgones de reparto y coches particulares. Una pel¨ªcula de terror para un veh¨ªculo de tracci¨®n f¨ªsica, impulsado a doble pierna.
¡°Son zonas que hay que redise?ar con espacios segregados y seguros¡±, tercia Mercadal. ¡°Se han ido haciendo t¨ªmidos avances, pero son fideos en un plato de sopa, con infraestructuras de su padre y de su madre. Hay que conseguir una red ciclista conectada, coherente y segura¡±.
Si la iniciativa de Pedalibre te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar en esta causa para cambiar el mundo
ACT?A
Pedalibre es una de las asociaciones adheridas a ConBici, la coordinadora que agrupa las iniciativas ciclistas en Espa?a. Aqu¨ª puedes consultar qu¨¦ proyectos se llevan a cabo en tu provincia.
Una de estas zonas a redise?ar es la propia calle de Antonio Grilo, donde Fernando Garc¨ªa, de 49 a?os, trabajador en el mundo de la publicidad y tambi¨¦n miembro de Pedalibre, encabeza peque?os actos destinados a conseguir su peatonalizaci¨®n. Antonio Grilo es una de las muchas v¨ªas del centro que tiene una raqu¨ªtica acera elevada respecto a la calzada, un escal¨®n que a¨²n la diferencia de otras calles cercanas ya remodeladas, de plataforma ¨²nica, con una sola altura y prioridad peatonal. ¡°El primer d¨ªa que convoqu¨¦ fue lo de Filomena [la tormenta de nieve que asol¨® Madrid a principios de enero] y claro, se chaf¨®¡±, recuerda riendo. ¡°Pero llevamos ya cuatro s¨¢bados y la manifestaci¨®n se ha extendido a las calles Desenga?o y Estudio. Queremos andar sin problemas por nuestro barrio¡±.
Las dudas expuestas durante la formaci¨®n dan cuenta de que no solo est¨¢ por ganarse la batalla urban¨ªstica. Se dirime tambi¨¦n la cultural, plantearse qu¨¦ es exactamente eso de la movilidad sostenible, un asunto, en opini¨®n de Mercadal, plagado de clich¨¦s, anglicismos y conceptos et¨¦reos que camuflan la realidad. ¡°?Bici y peatones, por el amor de Dios!¡±, reclama el ciclista. ¡°Hay que desterrar ideas casposas como que yo tengo mi libertad para ir a por tabaco en un SUV de dos toneladas. Deber¨ªamos entender que esto no es posible por razones de espacio p¨²blico, seguridad ciudadana, justicia medioambiental¡±.


Aunque casi todos los participantes de la formaci¨®n han sufrido alg¨²n susto en esa convivencia coche-peat¨®n, otro de los motivos para acudir al taller, la ciudad est¨¢ lejos de ser una jungla salvaje, un estereotipo que desde Pedalibre tratan de disipar: ¡°No hay que perpetuar la imagen del conductor furioso. La mayor parte de los conductores nos cuida. ?Cu¨¢ntos te han puesto en peligro y cu¨¢ntos te han respetado?¡±. Los instructores lanzan una reflexi¨®n final: ¡°Tiene que calar la sensaci¨®n de que debo estar aqu¨ª con mi bici. Y cierto orgullo de contribuir a un mundo mejor¡±.
Seis recomendaciones desde Pedalibre
- Invierte dos minutos en planificar tu ruta con Google Maps: en la medida de lo posible, evita grandes arterias y zonas de tr¨¢fico denso
- Revisa tu bici antes de salir: la altura del sill¨ªn, el rebote de las ruedas, las luces¡
- S¨¦ predecible y antic¨ªpate. Una bici que va despacio no da problemas.
- Mu¨¦vete con calma y seguridad. Con la certeza de que tienes el mismo derecho de circulaci¨®n.
- Si te agobias, baja de la bici y ll¨¦vala andando.
- Conoce tus derechos como ciclopeat¨®n.
?Otra ciudad es posible?
Que las calles sean propicias para ciclistas y peatones implica reducir el espacio del coche. ¡°Hay que desincentivar, pero dar alternativas. Cojo coche porque sale gratis y porque puedo aparcar. Si tocamos alguna de las dos variables la cosa cambia¡±. Quien as¨ª habla es Xabier Arruza, coordinador de Bilbao Urban & Design, una agrupaci¨®n de expertos que realizan reconversiones urbanas, entre ellas la Transformaci¨®n Urbana Metropolitana de Bilbao, una de las obras m¨¢s emblem¨¢ticas del norte peninsular.
Precisamente ciudades como Bilbao, Par¨ªs o ?msterdam tratan de acercarse a la llamada ciudad de los 15 minutos, o ciudad de proximidad, donde los servicios b¨¢sicos est¨¢n a menos de un cuarto de hora caminando. ¡°Cuando la ciudad se expande surge la necesidad de accesibilidad: tener la cultura, el trabajo, el colegio y el ocio cerca¡±, ampl¨ªa Arruza.

La pandemia acrecent¨® el deseo de andar. Los ciudadanos redescubrieron una ciudad amplia, a estrenar tras el apocalipsis. ¡°La necesidad de propiciar espacios peatonales m¨¢s seguros es inevitable. Sin importar la temperatura, nuestras calles no han sido concebidas para caminar¡±, reflexiona Rosa Elena Mart¨ªnez, arquitecta y urbanista de 30 a?os y portavoz de la Asociaci¨®n Viandantes A Pie, constituida en 1995 para introducir al peat¨®n en la agenda social y pol¨ªtica de Madrid. ¡°Recordemos el parque lineal en el que se convirti¨® la Castellana durante la desescalada. ?Y qu¨¦ decir cuando durante la borrasca Filomena hicimos la M-30 peatonal? Esto es un indicio de que por naturaleza andamos, y que, si tenemos oportunidad para hacerlo, lo haremos¡±.
Otros colectivos replantean la ciudad de formas inesperadas. La Liminal, por ejemplo, lanza una mirada cr¨ªtica a la urbe desde el g¨¦nero y el arte. Y el proyecto de investigaci¨®n urbana Despaseando plantea rutas alternativas por Madrid e invita a reflexionar sobre qu¨¦ es habitar un espacio.
Torrent: repartir 900 bicis y resucitar un barrio
Empez¨® casi como una broma. Hace seis a?os Txema Hern¨¢ndez y Toni Velarde, vecinos de Torrent (Valencia), encontraron una bicicleta rota. Decidieron repararla, adecentarla y donarla. Aquello de recuperar lo perdido les gust¨®. La broma creci¨® y hoy tiene nombre propio: el proyecto BicisPerATotes, impulsado por la asociaci¨®n Soterranya, suma casi 900 bicis arregladas y donadas a distintas entidades y proyectos ben¨¦ficos. Pero por encima de todo las reparten en el Xenillet, una zona degradada y ahora en recuperaci¨®n, donde estos mec¨¢nicos-activistas trabajan por mejorar y abrir las puertas de su barrio a todo aquel que quiera conocerlo. Siempre subidos al sill¨ªn.


¡°Voy en bici desde el 98¡±, explica Hern¨¢ndez, en Soterranya desde hace 17 a?os, cuando la fund¨® junto a varios amigos para actuar en materia de educaci¨®n, inclusi¨®n, movilidad y medioambiente. ¡°Al menos nacimos con esas intenciones. Idealistas, pero algo difusas¡±, r¨ªe. La mayor¨ªa de sus acciones orbitan alrededor de la bici. ¡°Para m¨ª es una de las herramientas m¨¢s poderosas¡±, asegura. Velarde, por su parte, se uni¨® a ra¨ªz de las salidas que la asociaci¨®n organizaba para dar mantas y comida a gente sin hogar. ¡°Eran ciclistas, y yo tambi¨¦n. Y me fui implicando y hasta aqu¨ª. Ahora vivo m¨¢s en el taller que en mi casa¡±, confiesa.
Al taller llegan bicis en mal estado, abandonadas o rotas. Hern¨¢ndez repara una tras otra y es ya un manitas. Recuerda una vez, en un colegio p¨²blico, a un ni?o con par¨¢lisis cerebral al que le llevaron un triciclo adaptado. Al principio se negaba a subir: ¡°No, no, no, dec¨ªa. En cuanto pedale¨® dos veces le cambi¨® la cara. Le dije a Toni que hab¨ªa que hacer algo con eso¡±, narra.


La bici es un caj¨®n de sastre. La usan para salir por la noche a repartir libros por la ciudad, en la comarca, en Valencia. ¡°Nos siguen llegando mails de gente que ha encontrado libros por ah¨ª. Y eso que hemos parado por la pandemia¡±, asegura Velarde. Durante la cuarentena atendieron a gente que no se pod¨ªa mover: les hac¨ªan la compra e iban a la farmacia por ellos. Tambi¨¦n montan rutas para conocer el patrimonio cultural y natural de la comarca, alimentando la cultura ciclista. Y asesoran, e incluso acompa?an, a los novatos en sus primeras salidas. Siempre sobre el sill¨ªn. ¡°Nuestra intenci¨®n es lograr un espacio p¨²blico m¨¢s amable y habitable. Y en eso la bici puede aportar una energ¨ªa infinita¡±, termina Velarde.
El premio de caminar o ir en bici

Cuatro emprendedores andaluces son los impulsores de Ciclogreen, una plataforma que premia los trayectos limpios, los realizados andando, en bicicleta o en transportes colectivos, aquellos que no conllevan emisiones nocivas para el medioambiente. Ciclogreen, un sistema online que pueden usar empresas, ayuntamientos y universidades, entre otros, para incentivar los desplazamientos verdes entre sus empleados y estimar el ahorro en emisiones nocivas. Utilizando un software propio, la plataforma estudia y predice el tr¨¢fico en funci¨®n de la informaci¨®n suministrada por c¨¢maras y sensores urbanos. Hasta el momento, los usuarios de Ciclogreen han acumulado 12 millones de kil¨®metros sostenibles y han ahorrado tres millones de kilos de CO?.
Su historia forma parte de Pienso, Luego Act¨²o, la plataforma social de Yoigo que da voz a personas que est¨¢n cambiando el mundo a mejor y que ha colaborado en la divulgaci¨®n de su tarea.
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