C¨®mo vivir junto a 600 gatos callejeros
En Colmenar Viejo (Madrid) existen unas 35 colonias de felinos callejeros. En cinco a?os de trabajo, una asociaci¨®n de 40 voluntarios mantiene el equilibrio poblacional, encuentra adoptantes para estos animales y colabora con una vecindad cada vez m¨¢s receptiva
En Colmenar Viejo (Madrid) existen unas 35 colonias de felinos callejeros. En cinco a?os de trabajo, una asociaci¨®n de 40 voluntarios mantiene el equilibrio poblacional, encuentra adoptantes para estos animales y colabora con una vecindad cada vez m¨¢s receptiva
Gatos enterrados en la nieve. As¨ª recuerda Esther Rodr¨ªguez, t¨¦cnica veterinaria de 33 a?os, los d¨ªas del temporal Filomena en Colmenar Viejo, el municipio madrile?o donde reside. Como ella, decenas de voluntarios de la Asociaci¨®n Defensora de Animales Abandonados de Colmenar Viejo (ADAAC) salieron a la tormenta para rescatar felinos callejeros. ¡°Los sacamos a destajo. Estaban atrapados entre el hielo¡±, rememora. En pandemia, otro drama: en solo una semana recogieron 60 cachorros. ¡°?Hemos tenido trabajo, s¨ª!¡±, afirma entre risas.
Rodr¨ªguez es una de las fundadoras de ADAAC, una asociaci¨®n nacida por pura vocaci¨®n de un grupo de amantes de los animales que hoy vela por los cerca de 600 gatos que habitan Colmenar Viejo, un municipio al norte de la capital de unos 50.000 habitantes. Sus fieles, interpelados coloquialmente como adaquienses, siguen sus andanzas activamente en redes y alertan cuando avistan alg¨²n gato en peligro, en malas condiciones o protagonizando alg¨²n incidente. Lo cierto es que, tras cinco a?os de trabajo, las 35 colonias de la localidad est¨¢n bajo control. ¡°Eso supone que los gatos est¨¢n esterilizados, bien alimentados y seguros¡±, detalla Vanessa Bastero, de 30 a?os, otro de los 40 miembros con los que cuenta la protectora.
No es una ciencia perfecta, pero esta gesti¨®n ¨¦tica de las colonias, basada en el m¨¦todo CER (Captura-Esterilizaci¨®n-Retorno), sirve para evitar la superpoblaci¨®n callejera, el fen¨®meno que complica el bienestar de estos animales y su convivencia con los colmenare?os. En sus cinco a?os de vida, ADAAC ha esterilizado cerca de 350 gatos y gestionado 500 adopciones. ¡°El objetivo es que dentro de 10 a?os haya pocos, pero sanos y protegidos. ?Sin gatos no nos vamos a quedar!¡±, sintetiza Bastero.
Un gato rebelde y
con pa?al
Seth sale corriendo en cuanto llegan extra?os a su casa. Arma un breve revuelo junto al perro Buddy y desaparece escaleras arriba. Hasta hace unos meses era un gato callejero, un inquilino m¨¢s de la colonia controlada del cementerio municipal. ?ngela Pe?alva, analista de laboratorio de 21 a?os, explica que sol¨ªa ver al felino junto a su hermano Caramelo cada vez que bajaba con su familia a la tumba de su abuela. Un d¨ªa Caramelo ya no estaba. Y poco despu¨¦s encontraron a Seth destrozado. Ten¨ªa tres meses de vida. ¡°Los veterinarios creen que le cogieron del rabo, lo zarandearon y lo lanzaron. Le rompieron los nervios que controlan el esf¨ªnter¡±, interviene Vanessa Bastero. El animal pas¨® una semana en el hospital y al salir recal¨® en casa de Pe?alva.
Ocho meses despu¨¦s, Seth lleva pa?al, no tiene rabo y es un gato bastante feliz. ¡°Me sigue hasta en la ducha¡±, afirma Pe?alva. La familia se ha volcado en su cuidado. El gato requiere curas peri¨®dicas, medicaci¨®n y la aparatosa labor de vaciarle la vejiga tres veces al d¨ªa. ¡°Me ense?aron en el hospital y al principio me mare¨¦ del miedo que me daba hacerle da?o¡±, recuerda su due?a. En esos primeros d¨ªas lo acomodaron en el garaje para que pasase la cuarentena, un proceso habitual cuando en una casa de acogida conviven otros animales. ¡°La acogida es una etapa intermedia para asegurarnos de que sanitariamente el animal est¨¢ bien antes de ser adoptado¡±, ampl¨ªa Vanessa Bastero. En el caso de Seth, cuya historia se narr¨® al detalle en el perfil de instagram de ADAAC, esta acogida se ha vuelto adopci¨®n, una poderosa acci¨®n que, a diferencia de otros gatos que esperan hogar, le garantizar¨¢ una vida de cari?o y cuidados. ¡°Se queda. Vaya si se queda¡±, termina ?ngela madre.
Si la historia de ADAAC te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo:
ACT?AAcoger con
cabeza
No cualquiera puede acoger o adoptar. ADAAC recomienda ejemplares en funci¨®n de la dificultad de cada historial y del entorno familiar: n¨²mero de miembros, animales adicionales, espacio, experiencia con mascotas... ¡°Por ejemplo, un gato miedoso no es para todo el mundo. Hay que seguir ciertas normas para evitar las devoluciones y que todo salga lo mejor posible. ¡®?Es que yo quiero este!¡¯, nos dicen. Y a veces no puede ser. La gente tiene que confiar en nosotros¡±, explica Esther Rodr¨ªguez.
A unos kil¨®metros de la casa de Seth vive Adriana Recchimuzzi, argentina de 53 a?os y jardinera de profesi¨®n. Si hay alguien que puede afrontar casos dif¨ªciles es ella: en su amplia vivienda aloja a 12 gatos de la calle y su familia acoge de manera habitual. En una estancia acondicionada con juguetes y camas corretean los seis cachorros de Lady Whistledown, una gata que ADAAC encontr¨® en avanzado estado de embarazo. Mis hijos viven conmigo y empezamos as¨ª, por ayudar¡±, explica mientras los felinos se hacen placajes y saltan a su alrededor. ¡°En Argentina suele haber m¨¢s perros, pero me gustan todos los animales. Estamos un poquillo zumbados¡±, r¨ªe.
La camada acaba de cumplir dos meses. Cuatro de los seis cachorros ya tienen familia de adopci¨®n y la madre se ir¨¢ con uno de los beb¨¦s. Todos los adoptantes firman ciertos compromisos, entre ellos uno de esterilizaci¨®n. ¡°Los m¨¢s peque?os vuelan, claro¡±, interviene Marina C¨¢rcamo, de 23 a?os, estudiante de Veterinaria y una de las voluntarias m¨¢s j¨®venes de ADAAC. ¡°Pero no olviemos que hay muchos gatos mayores o con problemas que merecen el mismo destino¡±.
Una misi¨®n
ininterrumpida
A Esther Rodr¨ªguez le son¨® el m¨®vil el d¨ªa de antes de su boda. Hab¨ªan exterminado a una colonia entera. Otras veces las llamadas se producen en medio de la noche: hay un gato suelto haciendo ruido por la calle. ¡°Y siempre vamos, claro que vamos. No podemos decir que no¡±, sentencia Marina C¨¢rcamo. La labor es exigente y consume tiempo, pero las tres voluntarias coinciden en que es gratificante comprobar c¨®mo con el paso del tiempo crece la implicaci¨®n en Colmenar Viejo. Sin ir m¨¢s lejos, la propia Consejer¨ªa de Sanidad ha cedido a ADAAC parte de sus instalaciones para guardar ¨²tiles de captura felina y alojar una colonia ¨Cidentificadas todas con una placa oficial¨C con varias casetas y comedero. ¡°La ley de protecci¨®n animal de 2016, que insta a los ayuntamientos a gestionar las colonias con protectoras del municipio, nos ayud¨® mucho¡±, asegura Bastero.
Los vecinos ayudan cada vez m¨¢s. Crece el n¨²mero de voluntarios y en consecuencia aumenta el n¨²mero de gatos rescatados, esterilizados y adoptados. Los gestores, ciudadanos que cuidan de las colonias por amor al arte, pasan un periodo de formaci¨®n y prueba. ¡°La gente nos escribe, ya no alimenta a los gatos sin saber, pregunta qu¨¦ hacer si ven uno. Sobre todo los m¨¢s j¨®venes¡±, reflexiona Esther Rodr¨ªguez. A ellas y a los 40 voluntarios de ADAAC ya les conocen de sobra: cuando se bajan de la furgoneta con sus chalecos naranjas con el logo de un gato y una luna parecen los mism¨ªsimos Catbusters, como ellos mismos humor¨ªsticamente se bautizan. Rodr¨ªguez termina con un llamamiento a lo que considera el meollo del asunto, la adopci¨®n: ¡°Como Seth, hay muchos animales sin hogar que han vivido lo malo. Cuando reciben cari?o les cambia la vida¡±.
El piloto que lucha por acabar con el sacrificio de animales
Unas 140.000 mascotas se abandonan cada a?o en Espa?a y una buena parte acaban sacrificadas. Desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, el piloto y activista Nacho Paunero batalla para acabar con esta cruel pr¨¢ctica que afecta especialmente a perros y gatos dejados a su suerte. Su protectora El Refugio denuncia casos de maltrato, rescata y da cobijo a animales sin hogar y busca quien los adopte. Paunero logr¨® uno de sus grandes objetivos en 2015: El Refugio recogi¨® m¨¢s de 62.000 firmas que se materializaron en la Ley de Protecci¨®n de los Animales de Compa?¨ªa de la Comunidad de Madrid, que proh¨ªbe la exhibici¨®n de perros en escaparates y el sacrificio de animales abandonados.
Su historia forma parte de Pienso, Luego Act¨²o, la plataforma social de Yoigo que da voz a personas que est¨¢n cambiando el mundo a mejor y que ha colaborado en la divulgaci¨®n de su tarea.
CR?DITOS
Guion y redacci¨®n: Jaime Ripa
Fotograf¨ªas: Jacobo Medrano
Coordinaci¨®n editorial: Francis Pach¨¢
Coordinaci¨®n dise?o: Adolfo Domenech
Dise?o y desarrollo: Eduardo Ferrer
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