C¨¢ncer de h¨ªgado: c¨®mo llegar a tiempo
Las patolog¨ªas hep¨¢ticas pueden evolucionar hasta llegar al hepatocarcinoma, el tipo de c¨¢ncer de h¨ªgado m¨¢s frecuente, que es necesario abordar en estadios tempranos. El problema en ocasiones es detectar al paciente cr¨®nico porque ante la ausencia de s¨ªntomas puede vivir ignorando que tiene esa enfermedad
M¨¢s vale prevenir que curar. En el caso del hepatocarcinoma, uno de los tipos de c¨¢ncer de h¨ªgado m¨¢s frecuente, este aforismo cobra todo su sentido: ¡°Casi todas las enfermedades hep¨¢ticas que causan el hepatocarcinoma se pueden prevenir¡±, explica Manuel Romero, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio del H¨ªgado (AEEH), que a?ade que la mayor¨ªa de estas patolog¨ªas tienen una historia natural f¨¢cil de predecir: ¡°Progresan hacia fibrosis, cirrosis y, finalmente, hepatocarcinoma. Pero si actuamos antes y las prevenimos no habr¨¢ que preocuparse de diagnosticar, tratar y curar¡±.
Entre estas enfermedades cr¨®nicas que pueden progresar hasta c¨¢ncer, encontramos las hepatitis B y C. En el caso de la hepatitis B, la vacunaci¨®n infantil ¡°ha permitido que hoy ya no haya en Espa?a pacientes por debajo de 35 a?os. Si hablamos de la C, se puede actuar sobre los h¨¢bitos de vida para evitar la transmisi¨®n.
El gran meollo radica entonces en el h¨ªgado graso. ¡°Esta enfermedad hep¨¢tica se desarrolla en pacientes con dislipemia, obesidad, diabetes, hipertensi¨®n arterial¡ B¨¢sicamente, lo que se conoce como s¨ªndrome metab¨®lico. Se trata de enfermedades muy ligadas al estilo de vida de nuestra sociedad, sedentario y con mala dieta. Esto ha llevado a que hoy, una de cada cuatro personas en Espa?a tenga h¨ªgado graso¡±, precisa el presidente de la AEEH.
Estos mismos factores, sedentarismo y alimentaci¨®n poco saludable, son los mismos que propician que el h¨ªgado graso avance en su camino hacia la inflamaci¨®n, la fibrosis, la cirrosis y el c¨¢ncer. Lo fundamental, recalca el doctor Romero, ¡°es la educaci¨®n, un plan que englobe a la familia, los m¨¦dicos, la sociedad, para educar en dieta equilibrada y vida activa¡±.
El diagn¨®stico precoz del hepatocarcinoma
Si no se ha conseguido prevenir la enfermedad, y esta va a ir siguiendo su progresi¨®n, la clave es actuar cuando a¨²n se est¨¢ a tiempo de tratar el hepatocarcinoma. La rapidez influye de forma significativa en la supervivencia: seg¨²n datos de la Sociedad Americana contra el C¨¢ncer, las tasas de supervivencia para aquellos casos en los que se ha podido realizar una cirug¨ªa para extirpar el c¨¢ncer o realizar un trasplante de h¨ªgado est¨¢n entre un 60% y un 70%. Si el c¨¢ncer se ha extendido a zonas cercanas al h¨ªgado esta tasa se reduce al 12%, y si se ha diseminado a una parte distante, se reduce al 3%.
El reto, por tanto, es identificar a ese paciente que ya tiene la enfermedad hep¨¢tica cr¨®nica, algo que no es sencillo, explica el doctor Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatolog¨ªa de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra e investigador principal en el centro de investigaci¨®n de enfermedades hep¨¢ticas y digestivas CiberEHD: ¡°Ni la inflamaci¨®n ni la fibrosis ni la cirrosis dan s¨ªntomas. El paciente vive ignorando que tiene esta enfermedad y, aunque a veces las anal¨ªticas muestren alg¨²n valor hep¨¢tico alterado, a menudo no hay seguimiento ni preocupaci¨®n¡±.
Es ah¨ª donde toca actuar, se?ala: ¡°El servicio de atenci¨®n primaria es fundamental para detectar a personas que tienen un riesgo m¨¢s elevado, una bandera roja, de tener una enfermedad hep¨¢tica. Y, de ah¨ª, derivarla al especialista para que confirme o descarte si existe esta enfermedad cr¨®nica y en qu¨¦ etapa est¨¢¡±.
En este contexto surge el debate de realizar programas de cribado para identificar a todas esas personas que desconocen que tienen la enfermedad. ¡°En Jap¨®n existe un programa nacional de cribado que ha conseguido que tengan las m¨¢s altas tasas de curaci¨®n del mundo¡±, expone el doctor Sangro. ¡°El nicho ser¨ªa hacer un cribado en todos los pacientes con hepatopat¨ªa cr¨®nica avanzada, hayan llegado o no a la cirrosis¡±.
En este sentido, Angela Lamarca, onc¨®loga m¨¦dico de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz de Madrid, apunta que ¡°si nos encontramos con un paciente que ya tiene una inflamaci¨®n cr¨®nica, se le debe hacer un seguimiento estrecho para ir viendo la evoluci¨®n. Este seguimiento, que puede ser con anal¨ªticas o con t¨¦cnicas de imagen, es una herramienta muy potente para diagnosticar pronto el hepatocarcinoma, cuando a¨²n se est¨¢ a tiempo de curaci¨®n¡±.
Tratamiento e innovaci¨®n en hepatocarcinoma
El tratamiento para el hepatocarcinoma depender¨¢ de su estadio. ¡°En fases precoces, cuando el tumor todav¨ªa es curable, se utiliza la cirug¨ªa o tratamientos localizados en el h¨ªgado¡±, explica la doctora Lamarca. En una fase intermedia, cuando la enfermedad todav¨ªa est¨¢ localizada en el h¨ªgado, pero ya no es curable, ¡°se recurre a la quimioembolizaci¨®n, un procedimiento que combina la administraci¨®n localizada de quimioterapia con la obstrucci¨®n de los vasos sangu¨ªneos que irrigan el tumor hep¨¢tico¡±.
Lamarca destaca el papel de la inmunoterapia en el tratamiento del hepatocarcinoma: ¡°Se trata de f¨¢rmacos dise?ados para activar el sistema inmune y atacar el tumor, y suponen un avance con respecto a los tratamientos que utiliz¨¢bamos anteriormente¡±. Por el momento, solo se puede utilizar en estos casos, si bien ¡°en cuanto a investigaci¨®n se est¨¢ empezando a ver en ensayos recientes que su uso en etapas m¨¢s precoces podr¨ªa prolongar el tiempo hasta la progresi¨®n o recurrencia de la enfermedad¡±, a?ade el doctor Sangro.
El caso del c¨¢ncer de v¨ªas biliares
Un escenario diferente es el del c¨¢ncer de v¨ªas biliares, un tipo distinto y mucho menos frecuente de c¨¢ncer de h¨ªgado. A diferencia de lo que ocurre en el hepatocarcinoma, en el de v¨ªas biliares rara vez hay factores de riesgo. ¡°Aqu¨ª no siempre hablamos de ese proceso de inflamaci¨®n, fibrosis, cirrosis¡ No tenemos la opci¨®n de ver qu¨¦ pacientes pueden desarrollarlo¡±, indica la doctora Lamarca. Adem¨¢s, en buena parte de los casos, m¨¢s del 60%, el diagn¨®stico es tard¨ªo. ¡°Incluso cuando se puede curar hay un gran riesgo de reca¨ªda¡±, a?ade.
De cara a futuro, Lamarca se?ala: ¡°nos hemos dado cuenta de que estos tumores tienen un ac¨²mulo de mutaciones y alteraciones moleculares que podemos utilizar. Ante un paciente diagnosticado con un tumor de v¨ªa biliar avanzado (no operable), es important¨ªsimo ver el perfil molecular del tumor, para identificar qu¨¦ est¨¢ haciendo que crezca. Y vamos teniendo cada vez m¨¢s f¨¢rmacos para estas alteraciones moleculares. Es un hito muy importante, con f¨¢rmacos ya aprobados para algunas situaciones concretas¡±.
La visi¨®n de los pacientes en los tumores hep¨¢ticos
Diagn¨®stico precoz, investigaci¨®n e innovaci¨®n. Estas tres grandes patas, que sostienen la esperanza en torno al hepatocarcinoma, son las prioridades de los pacientes afectados y de sus familiares. ¡°Sin innovaci¨®n no hay esperanza¡±, explica Eva Bech, presidenta de la Federaci¨®n Nacional de Enfermos y Trasplantados Hep¨¢ticos (FNETH). ¡°El c¨¢ncer es siempre terrible, pero en el caso del h¨ªgado es importante que se trate a tiempo, que haya acceso a los tratamientos y se incremente la supervivencia¡±.
Otra de las reivindicaciones es la de que exista en los hospitales la figura de la enfermera de pr¨¢ctica avanzada: ¡°All¨¢ donde se ha incluido mejora mucho los resultados. Es el nexo con el enfermo y resuelve infinidad de problemas en el d¨ªa a d¨ªa. La puesta en marcha de equipos multidisciplinares, en los que tambi¨¦n est¨¦ la figura del psic¨®logo y del dietista nutricionista puede ser tambi¨¦n de gran utilidad¡±.
Por otra parte, recientemente se ha creado la Asociaci¨®n de Tumores de V¨ªas Biliares (ATUVIBI), con la que se pretende representar a los pacientes, as¨ª como dar atenci¨®n y visibilidad a estos tumores hep¨¢ticos m¨¢s raros, que representan tan solo un 3% de los tumores digestivos.