La voz, prueba contra el crimen machista
La Justicia acude cada vez m¨¢s a los forenses de la voz de la Polic¨ªa y la Guardia Civil para resolver casos de violencia sexista, pero menos para los delitos de terrorismo o narcotr¨¢fico
En lo que va de a?o, los tribunales han recurrido 284 veces a los laboratorios de voz del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y de la Guardia Civil para que estudien grabaciones de sonido que se quieren usar como prueba en un juicio. Estos centros forenses est¨¢n especializados en el an¨¢lisis de la voz y en la identificaci¨®n de personas a partir de la comparaci¨®n entre varios registros sonoros; es uno de los requerimientos m¨¢s habituales de la Justicia.
Por el habla puede deducirse incluso el grado de implicaci¨®n de un delincuente en una banda terrorista
El ?rea de Ac¨²stica del Servicio de Criminal¨ªstica de la Guardia Civil ha recibido este a?o 49 peticiones de los jueces, frente a las 235 de su an¨¢logo en la Polic¨ªa, el Laboratorio de Ac¨²stica Forense. En todo 2014, la Polic¨ªa recibi¨® 264 solicitudes, frente a 70 de la Guardia Civil.
El facultativo jefe de Ac¨²stica Forense de la Polic¨ªa, Carlos Delgado, destaca el aumento de las peticiones relacionadas con la violencia machista. "El porqu¨¦ del uso creciente del tel¨¦fono para lanzar amenazas es una cuesti¨®n dif¨ªcil de valorar, pero creemos que est¨¢ relacionado con el hecho de la contundencia de la voz frente a la escritura. La amenaza verbal es tambi¨¦n m¨¢s intimidatoria", explica el experto.
La Guardia Civil corrobora este aumento. El portavoz de su ?rea de Ac¨²stica, el capit¨¢n Francisco Javier Gonz¨¢lez, lo atribuye adem¨¢s al hecho de que "cada vez m¨¢s personas graban sus conversaciones y amenazas con sus tel¨¦fonos" para aportar las grabaciones como pruebas en los juicios. El uso de smartphones explicar¨ªa tambi¨¦n el descenso "muy significativo", seg¨²n la Polic¨ªa, de las peticiones judiciales relacionadas con el narcotr¨¢fico. Para el facultativo jefe del instituto armado, los servicios de mensajer¨ªa como WhatsApp han tomado el relevo como medio de comunicaci¨®n favorito entre los traficantes.
?Qu¨¦ puede saber la ciencia de una persona solo por su voz?
La ciencia forense no solo recurre al cotejo para identificar a una persona. "A veces nos piden realizar el pasaporte vocal de una persona, por ejemplo, para identificar el autor de una llamada del que no se tiene ning¨²n dato", explica el mismo especialista. En estos casos, solo trabajan a instancia de las unidades de la Polic¨ªa o la Guardia Civil que dirigen una investigaci¨®n en curso. "Depende de los casos, pero por las caracter¨ªsticas f¨ªsicas de la voz podemos llegar a saber el nivel socioeducativo, la profesi¨®n o el origen geogr¨¢fico de una persona, incluso rasgos f¨ªsicos como si tiene una mand¨ªbula prominente, los incisivos superiores separados o el cuello muy corto. Si ya nos vamos al an¨¢lisis del discurso, hemos llegado a inferir su grado de integraci¨®n en una banda terrorista", explica el facultativo jefe de Ac¨²stica de la Polic¨ªa, Carlos Delgado.
La Guardia Civil no aprecia un descenso llamativo en el estudio forense de este tipo de delitos, pero s¨ª en los de terrorismo, parejo al cese de los atentados de ETA. En 2006, el laboratorio de la Benem¨¦rita fue crucial en la identificaci¨®n del etarra Igor Portu, uno de los autores del atentado de la terminal 4 del Aeropuerto Madrid-Barajas a partir de la grabaci¨®n del aviso de bomba. El coronel Juan Jos¨¦ Lucena dirigi¨® el ?rea de Ac¨²stica desde su creaci¨®n, en 1991, hasta 2008. "Desde el punto de vista de la pericia en Espa?a, se puede hablar de un antes y despu¨¦s de aquella llamada que anunciaba la colocaci¨®n de una furgoneta-bomba", explica Lucena, que recibe a EL PA?S en uno de los despachos del que fue su laboratorio hasta hace siete a?os. Tras las pinturas de vetustos militares, dejando atr¨¢s un expositor con armas antiguas, se accede a uno de los primeros lugares que adoptaron IdentiVox, un software?desarrollado ¨ªntegramente en Espa?a capaz de comparar la grabaci¨®n de una voz con miles otras en cuesti¨®n de minutos: "El atentado de la T4 reflej¨® la madurez de los sistemas autom¨¢ticos, que nosotros ven¨ªamos usando desde el a?o 97. Hasta entonces se trabajaba normalmente solo con ling¨¹istas, pero nuestro laboratorio apost¨® por ese software".
Los expertos creen que la amenaza verbal es m¨¢s intimidatoria; de ah¨ª su uso en la violencia machista
"Aquella llamada dubitada [as¨ª llaman los forenses las muestras de voz de cuyo autor desconocen] era ¨®ptima en calidad, pero el problema era obtener la grabaci¨®n del sospechoso para compararla", describe el coronel. "Una patrulla rural de la Guardia Civil hab¨ªa detenido a dos individuos en Guip¨²zcoa en los primeros d¨ªas de enero. La cercan¨ªa en el tiempo con el atentado hizo sospechar que estaban relacionados con ¨¦l", a?ade. La ley ampara a un sospechoso a no declarar y a negarse a que le tomen una muestra de su voz. Obtener una muestra con la calidad suficiente para que al juez no le cupieran dudas de que se trataba de la misma persona. "La sentencia lo resalt¨®: la prueba de voz fue relevante no solo para identificar a uno de los autores, sino tambi¨¦n para calificar el delito como terrorista", dice Lucena.
Una fil¨®loga de uniforme
A la hora de tomar una muestra de voz de un acusado, los guardias civiles y polic¨ªas se enfrentan a todo tipo de estratagemas, desde las m¨¢s obvias [negarse a hacerlo, lo que tambi¨¦n puede resultar indicativo para el juez] a las m¨¢s retorcidas simulaciones y enmascaramientos del acento o la forma de hablar. "En algunos casos es m¨¢s f¨¢cil desenmascararlos que en otros. Por ejemplo, suele ser m¨¢s sencillo descubrirlos en el caso del falsete [la imitaci¨®n de la voz aguda] que con la imitaci¨®n en un tono grave", se?ala Juana Gil, directora del M¨¢ster en Fon¨¦tica y Fonolog¨ªa de la UIMP y el CSIC, quien, adem¨¢s de formar a futuros forenses de la voz, investiga en este ¨¢mbito y realiza peritajes. Para el experto de la Polic¨ªa Carlos Delgado, lo m¨¢s dif¨ªcil de imitar o disimular es la articulaci¨®n de los sonidos.
Conoce bien todas las tretas de los acusados Mar¨ªa (nombre figurado). Es una de las pocas fil¨®logas con uniforme. Tras cursar estudios de fon¨¦tica con Juana Gil, se interes¨® en la ac¨²stica forense y entr¨® a formar parte de la Comisar¨ªa de Polic¨ªa Cient¨ªfica. Trabaja en la ¨²ltima planta de un edificio moderno y as¨¦ptico en la parte posterior de una peque?a ciudad policial, la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, en el barrio madrile?o de Hortaleza.
Un caso t¨ªpico del trabajo habitual de esta agente comienza con la petici¨®n del juez: "Nos pide que identifiquemos a un acusado que simula la voz y nosotros lo clasificamos por una serie de caracter¨ªsticas, como el sexo y el origen geogr¨¢fico, y tambi¨¦n tenemos en cuenta el formato en el que est¨¢ la grabaci¨®n". Su objetivo es buscar lo que es peculiar del habla concreta de una persona, qu¨¦ lo distingue de otras que compartan, por ejemplo, caracter¨ªsticas socioecon¨®micas o el mismo origen geogr¨¢fico. "Lo m¨¢s caracter¨ªstico", comenta su jefe, Carlos Delgado, "es c¨®mo articulamos los sonidos, c¨®mo pronunciamos una s o una r". En la conversaci¨®n surgen dos ejemplos de rasgos t¨ªpicos y distintivos de dos personas que continuamente o¨ªmos hablar: la s que pronuncia Rajoy y las puberfon¨ªas (gallos) que a veces se le escapan al rey Felipe VI.
Una vez tienen una pista de la caracter¨ªstica espec¨ªfica, la corroboran haci¨¦ndole pronunciar al sospechoso unas frases que contienen una gran variedad de fonemas, a la caza de vocales y consonantes caracter¨ªsticas. "Les tomamos muestras de voz directas, pero tambi¨¦n a trav¨¦s del tel¨¦fono", explica la agente. "Incluso se hace una intervenci¨®n, un pinchazo telef¨®nico, en el propio juzgado".
El WhatsApp est¨¢ sustituyendo al tel¨¦fono entre los narcotraficantes
En todo ese proceso, el sospechoso ha podido estar fingiendo, por eso al final se sostiene una conversaci¨®n, m¨¢s espont¨¢nea, de unos cinco minutos: "Ah¨ª es donde se detectan rasgos en los sujetos no colaborativos; se les escapan ceceos, cuando hab¨ªan estado fingiendo sesear, o muletillas caracter¨ªsticas", apunta Delgado, habituado a toparse con todo tipo de imitadores. "De los imitadores profesionales, creo que Carlos Latre es de los mejores, porque no se limita a caricaturizar la voz o a usar las mismas muletillas, sino que va m¨¢s all¨¢". Juana Gil ve una oportunidad interesante para la investigaci¨®n: "Nos gustar¨ªa hacer estudios de suplantaci¨®n de personalidad de haber recursos econ¨®micos para contratar personal". El factor humano es lo m¨¢s costoso: los aparatos que en los a?os ochenta pod¨ªan costar hasta seis millones de pesetas se han visto superados por programas relativamente baratos.
Las muestras de voz se introducen, siempre con una preselecci¨®n a cargo de los t¨¦cnicos, en el software de reconocimiento para que compare la voz con las de decenas o cientos de personas que compartan esas caracter¨ªsticas. "Buscamos siempre lo distintivo. En la voz ocurre como en el reconocimiento de caras. A una persona siempre le resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil encontrar diferencias entre dos personas de su misma raza que entre dos de otra raza", ejemplifica el experto policial. Por eso, para que encuentre lo peculiar del sospechoso, aquello que no es atribuible a su acento o a su pertenencia a un grupo, procuran alimentar a la m¨¢quina con la mayor cantidad de voces de sujetos similares.
Esas bibliotecas de voces se pueden comprar o montar para casos espec¨ªficos. La Guardia Civil cuenta con un corpus con 5.000 grabaciones de sospechosos. A pesar de ese volumen, "sigue siendo muy peque?o y lo ideal ser¨ªa tener decenas de miles", apunta con modestia el coronel Lucena. En el d¨ªa a d¨ªa, ¨¦l y su colega Carlos Delgado se han encontrado con casos muy dif¨ªciles. "Por ejemplo", se?ala Delgado, "nos llega la grabaci¨®n de un pakistan¨ª que habla urdu. Para abordar ese caso, el sistema inform¨¢tico te recomienda que uses una poblaci¨®n de varones que hablen urdu a trav¨¦s del m¨®vil y con el mismo formato de sonido. Pero el mundo real es distinto, no siempre partimos de presupuestos ideales, y buscamos lo mejor disponible. Para que estemos seguros de que los candidatos van a ser id¨®neos medimos si el sistema va a tener capacidad discriminativa, si va a saber distinguir con finura dos voces de una persona del mismo grupo, e incluso les solemos hacer trampas incluyendo impostores que nosotros sabemos que lo son para ver si el sistema los detecta".
Pocos efectivos, miles de datos
El ?rea de Ac¨²stica de la Guardia Civil cuenta con nueve efectivos destinados a la ac¨²stica forense, que son 10 en el caso del laboratorio de la Polic¨ªa. En ambos casos, la prudencia es la divisa de los forenses ac¨²sticos. La calidad media de las muestras que reciben suele ser muy deficiente. "En casi la mitad de los casos es imposible hacer pericias con garant¨ªas", aclara Carlos Delgado, y deben rechazar la petici¨®n de los juzgados. Cuando se acepta realizarlas, los resultados nunca se expresan como "un s¨ª o un no", sino en grados de certidumbre, "pero tampoco hay un cien por cien de certeza en el caso de las pruebas de ADN". "Durante mucho tiempo los fonetistas forenses, cuando emit¨ªan sus dict¨¢menes, hac¨ªan lo que a los jueces les gusta que hagan, que es decir: s¨ª, es la misma persona, no, no se la misma persona", explica did¨¢cticamente Juana Gil. "Desde hace ya unos a?os, cada vez se extiende m¨¢s la precauci¨®n, la prudencia. Ahora lo que se le pide al fonetista es que emita juicios sobre la identidad de las personas, sino sobre las pruebas".
Los forenses que trabajan con material gen¨¦tico cuentan con miles de millones de datos para apoyar sus conclusiones sobre la probabilidad de que dos muestras correspondan o no a una misma persona. Los forenses ac¨²sticos, en cambio, disponen solo de miles o decenas de miles de datos para sustentar sus apreciaciones. Aun as¨ª, son "valores muy altos", en opini¨®n del catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Joaqu¨ªn Gonz¨¢lez, uno de los pioneros en el software de an¨¢lisis de la voz Batvox, que hoy d¨ªa emplean la Guardia Civil y la Polic¨ªa.
A pesar del avance que suponen los sistemas autom¨¢ticos, que cotejan en cuesti¨®n de minutos una voz con miles de grabaciones, el factor humano sigue siendo imprescindible. Los laboratorios de ac¨²stica incorporan a ingenieros, f¨ªsicos, fonetistas, ling¨¹istas y logopedas. "Usamos un m¨¦todo combinado, no ignoramos nada que ayude a aclarar un caso", indica el experto de la Polic¨ªa.
Los tribunales han recurrido a los forenses ac¨²sticos 284 veces este a?o
"Hay dos enfoques de la ac¨²stica forense, el autom¨¢tico y el humano, el ling¨¹ista, pero no tienen por qu¨¦ ser antag¨®nicos", explica la profesora Gil. "De hecho, lo ideal es que se combinen los dos, porque hay aspectos que el programa de an¨¢lisis recoge muy bien y otros que no recoge a d¨ªa de hoy. Por ejemplo, todo lo relacionado con la cualidad de voz". Son rasgos como los de una voz con ronquera o de fumador, el modo de hablarle a un ni?o peque?o, hablar con un gran escape de aire, como alguien que est¨¢ cansado... "Y es importante porque la cualidad de voz es muy distintiva [de una persona particular] cuando es muy notoria".
Carlos Delgado, que forma parte del Laboratorio de Ac¨²stica desde su creaci¨®n en 1987, alaba una posibilidad que le permite el sistema autom¨¢tico: "Trabajar con lenguas distintas al castellano". Con la perspectiva de ese tiempo, el coronel Lucena valora c¨®mo ha mejorado la ac¨²stica forense gracias, entre otros aspectos, a la mejora del ancho de banda: "cada vez podemos extraer m¨¢s informaci¨®n de un archivo comprimido".
As¨ª escucha un forense
La cualidad de la voz es precisamente uno de los aspectos que m¨¢s utilizan los forenses para realizar un an¨¢lisis. Reconocen usarlo el 94%, pero es la frecuencia fundamental (el tono de la voz, si es grave o aguda) la reina de las variables: la usan todos. Otro rasgo caracter¨ªstico es el tempo (lo usa el 93% de los expertos), la velocidad con la que articulamos sonidos o con la que construimos frases hablando. Los datos corresponden a la asociaci¨®n que re¨²ne a los expertos en fon¨¦tica y ac¨²stica forense, IAFPA. Los expertos en fon¨¦tica en Espa?a, seg¨²n Juana Gil, rondan los doscientos.
Son tantos los aspectos a los que tienen que atender, que a veces hay que emplear estrategias para aislar a uno de ellos. Algo as¨ª como escuchar en una sinfon¨ªa el sonido individual de un tri¨¢ngulo o del fagot. Carlos Delgado destaca uno de estos trucos: escuchar la voz en reverso. "As¨ª ya no nos fijamos en lo que la persona est¨¢ diciendo, nos quedamos ¨²nicamente con el timbre. Es algo ¨²til en casos muy concretos".
"Nunca se conseguir¨¢ 'un ADN' del habla"
"La lecci¨®n n¨²mero uno del habla es que nada de lo que compares de un mismo individuo va a ser igual, ese es nuestro punto de partida", se?ala Carlos Delgado, facultativo jefe de la Polic¨ªa. Una huella digital no cambia a lo largo de la vida de una persona. Tampoco el ADN. Siempre es el mismo, est¨¦ cansada o descansada, bebida o sobria, est¨¦ sufriendo cambios hormonales o no. Sin embargo, todos estos aspectos, y otros cientos, influyen en la voz humana y le confieren variantes inabarcables. La labor de los forenses es acotarlas, comparando una voz con otras miles y buscando aquello que es distintivo de una persona en particular, como el timbre. "Una misma nota, con la misma duraci¨®n, suena distinta en un viol¨ªn que en otro instrumento", ejemplifica Joaqu¨ªn Gonz¨¢lez, pionero del software de an¨¢lisis de la voz que utiliza la polic¨ªa, la Guardia Civil y el FBI.
Adem¨¢s, tambi¨¦n a diferencia de otras referencias biom¨¦tricas, "la voz se puede imitar y disimular, y encima es diferente si se escucha directamente a si se hace a trav¨¦s de una grabaci¨®n", se?ala Delgado. M¨¢s del 90% de las pruebas que analizan los forenses son interceptaciones de conversaciones por tel¨¦fono, a menudo en condiciones muy precarias.
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