Coronavirus: del Gran Hermano a la Gran Hermandad
El fundador de Jazztel, Overture y Goggo Network defiende que la cesi¨®n de nuestra privacidad ya no es una cuesti¨®n comercial o de poder; sino de comunidad y de salud p¨²blica
Desde que visionarios como George Orwell comenzasen a ver en la tecnolog¨ªa un instrumento de monitorizaci¨®n en tiempo real, el Gran Hermano ha sido visto como uno de los grandes enemigos de la libertad. Y el desarrollo de los acontecimientos del mundo real, cada vez m¨¢s cercano a la ficci¨®n, ha contribuido a ese miedo del ojo que todo lo ve. Particularmente, en Europa.
El viejo continente, celoso de la privacidad de sus ciudadanos, ha tratado durante a?os de proteger los datos y la geolocalizaci¨®n frente a los grandes actores de la tecnolog¨ªa, normalmente ubicados en EEUU y Asia....
Desde que visionarios como George Orwell comenzasen a ver en la tecnolog¨ªa un instrumento de monitorizaci¨®n en tiempo real, el Gran Hermano ha sido visto como uno de los grandes enemigos de la libertad. Y el desarrollo de los acontecimientos del mundo real, cada vez m¨¢s cercano a la ficci¨®n, ha contribuido a ese miedo del ojo que todo lo ve. Particularmente, en Europa.
El viejo continente, celoso de la privacidad de sus ciudadanos, ha tratado durante a?os de proteger los datos y la geolocalizaci¨®n frente a los grandes actores de la tecnolog¨ªa, normalmente ubicados en EEUU y Asia. Ha tratado ya sean gigantes de internet o fabricantes de smartphones. A esto no ha ayudado el uso que en los pa¨ªses autoritarios se ha hecho de estas herramientas, tratando de mediar en la opini¨®n p¨²blica mediante el control de la informaci¨®n. Ya fuese porque detr¨¢s hab¨ªa intereses comerciales o de poder, hasta ahora resultaba totalmente comprensible querer blindar todo lo posible informaci¨®n tan privada como d¨®nde nos encontramos o si estamos enfermos.
Hoy luchamos contra un enemigo invisible con las mejores armas a nuestro alcance, y la monitorizaci¨®n es la munici¨®n necesaria para que sean efectivas.
El mundo, sin embargo, ha cambiado en pocas semanas. La cesi¨®n de nuestra privacidad ya no es una cuesti¨®n comercial o de poder; es una cuesti¨®n de comunidad y de salud p¨²blica. Hoy luchamos contra un enemigo invisible con las mejores armas a nuestro alcance, y la monitorizaci¨®n es la munici¨®n necesaria para que sean efectivas.
Estos meses de batalla contra el Covid-19 han demostrado que el aislamiento baja la infecci¨®n generalizada. Lo hemos visto en pa¨ªses como China, que ha conseguido plantar cara al virus, y despu¨¦s lo hemos aplicado en Italia y Espa?a, que est¨¢n siendo particularmente castigadas por la pandemia. A medida que avance el tiempo, veremos c¨®mo esta medida resulta efectiva tambi¨¦n en Europa. Aunque la infecci¨®n vive ahora su peor momento, gracias al confinamiento el saturado sistema sanitario comenzar¨¢ a ver la luz en las pr¨®ximas semanas. Cuando se controlen los contagios y sea posible suavizar las restricciones, los ciudadanos tendr¨¢n que volver a trabajar, ya que si no tenemos econom¨ªa, no tenemos Sanidad¡ y no tenemos nada.
Ni un confinamiento absoluto o un escenario en el que comenzamos a salir de casa con cierta cautela no servir¨¢n de nada sin seguimiento.
Sin embargo, ni un confinamiento absoluto o un escenario en el que comenzamos a salir de casa con cierta cautela no servir¨¢n de nada sin seguimiento: es necesario el uso de una app como la que han utilizado con ¨¦xito en pa¨ªses como Corea del Sur. Esta app tendr¨¢ que conocer d¨®nde se encuentra el usuario infectado y dar a conocer d¨®nde se encuentran posibles focos de infecci¨®n para poder evitarlo. Deber¨¢ pedirle que se tome la temperatura todas las ma?anas y, si tiene fiebre, lo pueda reportar a trav¨¦s de la app y no ir a trabajar.
En Europa, con mucho recelo, se est¨¢n dando pasos en este sentido. La mayor operadora de telefon¨ªa de nuestro pa¨ªs ha accedido a la petici¨®n de la Comisi¨®n Europea para facilitar datos de los tel¨¦fonos m¨®viles de sus clientes para facilitar el seguimiento de la expansi¨®n del coronavirus. Por su parte, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica analizar¨¢ la movilidad de los espa?oles ¡°en los d¨ªas previos y durante el confinamiento¡±. De esta forma, los espa?oles tendr¨¢n que abandonar sus fundados miedos a la invasi¨®n de la privacidad para contribuir al bien com¨²n y apoyar a toda la comunidad, que en este caso debe de estar por delante de la privacidad individual.
Por supuesto, no podemos fiarlo todo a la informaci¨®n que nos proporcione esta herramienta. El uso de una app que otorgue m¨¢s informaci¨®n debe combinarse con una serie de medidas clave, que tambi¨¦n han sido de gran efectividad en pa¨ªses asi¨¢ticos que han conseguido frenar al coronavirus.
Tenemos que diagnosticar a la gente de una forma m¨¢s efectiva y masiva de lo que lo estamos haciendo mediante centros en los que la gente vaya a hacerse una prueba una vez cada dos semanas o todas las semanas. Esto habr¨¢ que hacerlo de manera aleatoria y no ¨²nicamente a aquellas personas con s¨ªntomas para tener una idea del porcentaje de la gente que est¨¢ infectada, puesto que todo parece indicar que las cifras reales son muy superiores a las oficiales (seg¨²n una investigaci¨®n publicada esta semana por la prestigiosa universidad brit¨¢nica Imperial College London, la cifra de infectados en Espa?a podr¨ªa ascender a siete millones de personas, un 15% de la poblaci¨®n).
Con suerte descubriremos que mucha gente est¨¢ ya inmunizada. Tambi¨¦n tendremos que promover un uso m¨¢s extendido y normalizado de mascarillas una vez que empecemos a salir a la calle. Por ¨²ltimo, ser¨¢ vital aislar a pacientes especialmente vulnerables a la enfermedad, como personas personas mayores o aquellas con patolog¨ªas previas, que concentran el mayor n¨²mero de v¨ªctimas (algo que, por otra parte, tambi¨¦n se podr¨ªa controlar gracias a la app).
Sin duda, no va a ser f¨¢cil. Asumir todas estas medidas va a suponer sacrificar algunas de las cosas que m¨¢s nos preocupan como individuos. Sin embargo, a medida que vayamos recuperando la normalidad en los pr¨®ximos meses, el seguimiento y el confinamiento nos ayudar¨¢n a recuperar la salud y terminar¨¢n por no ser necesarios. Por ejemplo, todos aquellos que est¨¦n inmunizados ya no necesitar¨¢ tomar estas precauciones, ni usar la app. Tendremos que demostrar paciencia, disciplina y generosidad para someternos a estos controles, nuestro compromiso con la comunidad. No ser¨¢ sencillo y es normal tener miedo, pero juntos -y m¨¢s conectados que nunca- lo conseguiremos.
Martin Varsavsky es empresario e inversor y fundador de Jazztel, Overture y Goggo Network