De Vox a Unidas Podemos: las cuentas de ¡®bots¡¯ se reparten entre todos los partidos

Durante la ¨²ltima campa?a para las elecciones del pasado 10 de noviembre, al menos 41.000 bots tuitearon sobre eventos pol¨ªticos destacados: el debate entre los candidatos, la exhumaci¨®n de Franco o los disturbios en Catalu?a. Un an¨¢lisis de su contenido revela que apoyaban a todos los partidos con escasas diferencias: un poco m¨¢s a Unidas Podemos, seguidos de Ciudadanos, Vox, PP y PSOE. La existencia de esos bots y su presunto apoyo a cada partido no implica que ninguna formaci¨®n...

Durante la ¨²ltima campa?a para las elecciones del pasado 10 de noviembre, al menos 41.000 bots tuitearon sobre eventos pol¨ªticos destacados: el debate entre los candidatos, la exhumaci¨®n de Franco o los disturbios en Catalu?a. Un an¨¢lisis de su contenido revela que apoyaban a todos los partidos con escasas diferencias: un poco m¨¢s a Unidas Podemos, seguidos de Ciudadanos, Vox, PP y PSOE. La existencia de esos bots y su presunto apoyo a cada partido no implica que ninguna formaci¨®n controlara o pagara por sus mensajes.

Los bots son una de las grandes leyendas de Twitter. ¡°Nuestra gran pregunta inicial fue: ?es posible determinar de forma categ¨®rica si una cuenta es un bot o no?¡±, dice F¨¦lix G¨®mez M¨¢rmol, investigador Ram¨®n y Cajal en la Facultad de Inform¨¢tica de la Universidad de Murcia y uno de los miembros del equipo del laboratorio de ciberseguridad y ciencia de datos de la misma universidad, que acaba de publicar un art¨ªculo acad¨¦mico que analiza el uso de estas cuentas en las elecciones del 10-N.

La creciente vigilancia de Twitter, la mayor experiencia de los usuarios y las repetidas acusaciones que se hacen todas las posturas ideol¨®gicas han hecho que controlar este fen¨®meno en 2020 no sea lo mismo que hace unos a?os. ¡°Hemos observado comportamientos sofisticados en algunos¡±, dice G¨®mez M¨¢rmol. Los bots ya no son simples m¨¢quinas retuiteadoras, amplificadoras y creadoras de tendencias. O no solo: pueden estar programados para distribuir sus retuits de manera aleatoria o con horarios humanos y pueden incluso estar a ratos en manos de personas.

Con algo de habilidad t¨¦cnica, por tanto, pueden seguir siendo capaces de influir en la conversaci¨®n. As¨ª ocurri¨® en las ¨²ltimas elecciones: ¡°Nos ha sorprendido la cantidad de bots que hemos encontrado, incluso siendo conservadores [en el c¨¢lculo]. Son m¨¢s de los que nos esper¨¢bamos¡±, explica G¨®mez M¨¢rmol. El grupo de investigadores recogi¨® m¨¢s de seis millones de tuits a partir de 46 hashtags entre el 4 de octubre y el 11 de noviembre. En total reunieron m¨¢s de 800.000 cuentas. Usaron una herramienta com¨²n, Botometer, para decidir cu¨¢ntos eran bots. Botometer da una puntuaci¨®n sobre la probabilidad de que un usuario sea una cuenta de este tipo. En la Universidad de Murcia se quedaron solo con el grupo que superaba el percentil 95%. De ah¨ª salieron el grupo de 41.000. Adem¨¢s de ese conjunto, observaron un segundo grupo no analizado de 146.000 cuentas sospechosas de ser bots.

Para atribuir a qui¨¦n apoyaba cada uno de esos bots, usaron una herramienta de an¨¢lisis del sentimiento: un software que ¡°lee¡± cada tuit y decide si habla m¨¢s bien a favor o en contra de algo. Estas herramientas funcionan bien en ingl¨¦s. En espa?ol su validez es regular. ¡°Es una limitaci¨®n del trabajo", avisa G¨®mez M¨¢rmol. "Les cuesta por ejemplo detectar la iron¨ªa, que hubo mucha por ejemplo con el adoqu¨ªn de Albert Rivera.¡± Los investigadores fueron de nuevo conservadores en su aproximaci¨®n. Para saber c¨®mo hablaba cada partido, escogieron 100 cuentas oficiales de cada formaci¨®n y midieron sus expresiones.

Los pol¨ªticos solo critican

De este an¨¢lisis salieron observaciones graciosas, aunque ajenas al objetivo central del estudio: todos los partidos se dedican sobre todo a criticar. ¡°Nos sorprendi¨® c¨®mo de negativa es la pol¨ªtica¡±, dice G¨®mez M¨¢rmol. Nadie habla bien de nadie. ¡°Fue la confirmaci¨®n de que Twitter est¨¢ lleno de haters y trols y en general el discurso es negativo. Pero si adem¨¢s es pol¨ªtica, a¨²n m¨¢s. Sobre todo cr¨ªticas a los adversarios, m¨¢s que alabar a los tuyos¡±, explica G¨®mez M¨¢rmol. Tambi¨¦n vieron que los l¨ªderes del PSOE hablaron en las ¨²ltimas elecciones m¨¢s y mejor de Unidas Podemos que de su propio partido. O que la gran obsesi¨®n de los dirigentes de Vox, tanto como su propio partido, fue Unidas Podemos.

As¨ª establecieron c¨®mo hablaba cada partido y asignaron los bots que eran m¨¢s cercanos a esos discursos. Solo fueron capaces de atribuir un grupo peque?o: unos 14.000 de ellos tuiteaban claramente a favor de un partido. Y todos los partidos ten¨ªan bots fans.

El aspecto quiz¨¢ m¨¢s llamativo del informe, y que parece demostrar su papel, es la vinculaci¨®n de los bots a hechos vinculados a la campa?a: los bots a favor de Vox trabajaron mucho la noche en que Santiago Abascal fue a El hormiguero o los de Unidas Podemos estuvieron muy atentos la noche del debate electoral. ¡°Claramente detectamos que han hecho seguimiento de la campa?a por m¨¢s actividad en d¨ªas clave¡±, dice G¨®mez M¨¢rmol.

?Qu¨¦ significa todo esto? La conversaci¨®n puede manipularse con algo de atenci¨®n y esfuerzo. Los bots o usuarios falsos sirven sobre todo para amplificar el contenido, ya sea con simples retuits o con respuestas a tuits virales o con el spam en conversaciones ajenas. Hay muchos modos de influir en la percepci¨®n de los que se dice en Twitter y hacer el esfuerzo de encontrar a los malos requiere una investigaci¨®n atenta con semanas de trabajo. O meses, como ha sido el caso del equipo de Murcia.

En diciembre publicaron un resumen preliminar de esta investigaci¨®n. Algunos titulares destacaron err¨®neamente los bots de Vox. En aquella primera aproximaci¨®n hab¨ªa ¡°solo¡± 25.000. Con un trabajo m¨¢s espec¨ªfico, el n¨²mero creci¨® hasta los actuales 41.000. El equipo tiene previsto seguir trabajando para ver c¨®mo lograron estos bots ¨Csi lo hicieron¨C amplificar hashtags concretos y comprobar su posible coordinaci¨®n y detectar granjas distintas si proceden de empresas concretas.

En un ejercicio de prudencia, los investigadores han anonimizado las cuentas y no es posible identificarlas ni revelar sus tuits ni verificar si siguen activas y en qu¨¦ ¨¢mbitos. ¡°Es posible que sean simplemente cuentas que se alquilan para campa?as concretas¡±, dice G¨®mez M¨¢rmol.