El acoso por Internet a mujeres periodistas crece de manera alarmante
Un nuevo estudio revela que tres de cada cuatro reporteras ha sido objeto de violencia en la red
La violencia contra mujeres periodistas en Internet aumenta. Las plataformas, los Gobiernos o los medios siguen sin reaccionar ante la facilidad con la que trols an¨®nimos y actores pol¨ªticos asedian a mujeres con insultos o amenazas sexuales. ¡°Un n¨²mero altamente alarmante de mujeres periodistas son ahora objetivo de ataques¡±, dice el informe...
La violencia contra mujeres periodistas en Internet aumenta. Las plataformas, los Gobiernos o los medios siguen sin reaccionar ante la facilidad con la que trols an¨®nimos y actores pol¨ªticos asedian a mujeres con insultos o amenazas sexuales. ¡°Un n¨²mero altamente alarmante de mujeres periodistas son ahora objetivo de ataques¡±, dice el informe La violencia online, alimentada por desinformaci¨®n y ataques pol¨ªticos, perjudica especialmente a mujeres periodistas, encargado por la Unesco y elaborado por el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ, en sus siglas en ingl¨¦s).
Un 73% de mujeres periodistas reconoce sufrir este tipo de violencia, seg¨²n el ¡°sondeo m¨¢s completo sobre violencia online elaborado nunca¡±, en el que han participado 714 reporteras de 113 pa¨ªses. ¡°Estos m¨¦todos de ataque son cada vez m¨¢s sofisticados y evolucionan con la tecnolog¨ªa¡±, dice el informe.
¡°Hay ya publicada una sustancial evidencia que indica que las periodistas, defensoras de derechos humanos e implicadas en pol¨ªticas, es decir mujeres que se atreven a liderar y decir la verdad al poder, son m¨¢s vulnerables a esta violencia ¡±, dice a El PA?S por email Julie Posetti, directora global de Investigaci¨®n en el ICJF y una de las autoras del informe. ¡°El tipo de lenguaje usado y las amenazas vividas por mujeres tienen muchas m¨¢s probabilidades de ser sexualizados¡±, a?ade.
Seg¨²n el informe, el tipo de ataques que reciben las mujeres encuestadas es de una gran variedad: amenazas de abusos sexuales y violencia f¨ªsica, insultos, mensajes privados acosadores, avisos sobre perjudicar sus reputaciones profesionales o personales, ataques a su seguridad digital, falsa representaci¨®n de sus im¨¢genes con fotos manipuladas o amenazas financieras.
¡°El impacto incluye autocensura, alejamiento de la visibilidad p¨²blica, un incremento del riesgo de da?os f¨ªsicos y serios problemas mentales¡±, dice el informe. El impacto en la salud mental de las periodistas es la consecuencia m¨¢s citada en el sondeo, por un 26% de las encuestadas. Pero un 12% dijo haber recurrido a ayuda m¨¦dica o psicol¨®gica y un 11% haber dejado de trabajar durante unos d¨ªas.
Posetti no recomienda ignorar estas amenazas. ¡°En realidad no es posible ignorar las amenazas para periodistas cuya labor requiere trabajar online y tampoco es un modo de disminuir la seriedad del problema¡±, explica. El intento de infravalorar el acoso es consecuencia de la falta de respuesta de los medios para los que trabajan estas periodistas o de las propias plataformas, a?ade Posetti: ¡°Cuando han ido a quejarse a sus empresas, la respuesta m¨¢s habitual ha sido bien ignorarlo o que sean m¨¢s resistentes o tengan una piel m¨¢s dura¡±, dice. ¡°Esto es sintom¨¢tico de un problema m¨¢s profundo: el fracaso de tratar esta crisis como una amenaza seria a mujeres periodistas y de forma m¨¢s amplia a la libertad de prensa¡±.
Los medios no son los ¨²nicos responsables de menospreciar el trato a sus empleadas. Las plataformas deber¨ªan modificar sus servicios para dificultar la violencia en Internet. ¡°Las compa?¨ªas de redes sociales, en particular, deben responder arreglando los fallos de dise?o en sus sistemas que permiten y dan poder a los abusadores¡±, a?ade Posetti.
En la encuesta, Facebook es la red social m¨¢s acusada de permisividad entre las cinco m¨¢s usadas por las participantes. El doble de respuestas calificaban Facebook como ¡°muy insegura¡± respecto a Twitter, la siguiente red social mas acusada de permisividad. Tambi¨¦n un 39% de las periodistas hab¨ªa denunciado incidentes en Facebook por un 26% en Twitter. ¡°Viendo el rol de Facebook y Twitter como los canales mayoritarios de ataques online contra mujeres periodistas, los niveles de denuncia a las plataformas por las participantes en la encuesta parece relativamente bajo¡±, dice el informe. Esta baja incidencia podr¨ªa tener correlaci¨®n con la ¡°futilidad¡± de hacerlo y con un cierto ¡°reparo¡± para trasladar estos asuntos a otras personas u organizaciones.
Quiz¨¢ el mayor problema vinculado a la violencia online es las veces que alcanza el mundo real. Una de cada cinco de las periodistas que participaron en el sondeo dicen haber sido atacadas o insultadas fuera de Internet en incidentes originados en la red.
El perfil de las mujeres periodistas m¨¢s atacado y las regiones del mundo donde m¨¢s ocurre sigue siendo estudiado a trav¨¦s de las respuestas al sondeo. Pero Posetti da algunas pistas. Sobre los lugares, ¡°est¨¢ claro que los pa¨ªses donde el periodismo digital y el uso de redes sociales son prevalentes junto a sociedades donde la misoginia y el sexismo son la norma cultural y validada por l¨ªderes pol¨ªticos o sistemas de gobierno, la violencia online contra mujeres es m¨¢s probable que sea frecuente y grave¡±, explica.
Tampoco todos los perfiles de de mujeres asumen el mismo riesgo. Hay dos variables importantes, seg¨²n el an¨¢lisis de Posetti y su equipo: la fama y el ¨¢mbito de trabajo. Las mujeres con un perfil alto, en el mundo digital o no, es m¨¢s probable que sean objetivo de acoso debido a su visibilidad. ¡°Pero hay otros factores que elevan el riesgo¡±, a?ade Posetti, ¡°como informar sobre g¨¦nero, pol¨ªtica, inmigraci¨®n, pol¨ªticas sociales y desinformaci¨®n, pero sacar a mujeres periodistas de esas coberturas no es una soluci¨®n sostenible para esta crisis¡±.
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