Defender el aula digital: as¨ª ha vivido la universidad el curso en que la ciberseguridad se volvi¨® cr¨ªtica
La ense?anza en remoto ha aumentado la exposici¨®n de los centros de educaci¨®n superior a potenciales ciberataques. Despu¨¦s de un a?o en internet, y no exento de sobresaltos, academia y expertos hacen balance positivo
El pasado 27 de enero, poco antes de las diez de la ma?ana, las p¨¢ginas de la Universidad de Granada (UGR) dejaron de estar accesibles en internet. En las condiciones de lejana normalidad, esta ca¨ªda generalizada habr¨ªa sido un contratiempo importante, pero que no necesariamente habr¨ªa afectado a las rutinas de los alumnos. Con la pandemia galopando a la cima de la tercera ola y las actividades presenciales suspendidas, el impacto fue distinto. ¡°Esto puede afectar a la normal realizaci¨®n de las pruebas de evaluaci¨®n, por lo que los estudiantes afectados deben contactar con sus profesores para ...
El pasado 27 de enero, poco antes de las diez de la ma?ana, las p¨¢ginas de la Universidad de Granada (UGR) dejaron de estar accesibles en internet. En las condiciones de lejana normalidad, esta ca¨ªda generalizada habr¨ªa sido un contratiempo importante, pero que no necesariamente habr¨ªa afectado a las rutinas de los alumnos. Con la pandemia galopando a la cima de la tercera ola y las actividades presenciales suspendidas, el impacto fue distinto. ¡°Esto puede afectar a la normal realizaci¨®n de las pruebas de evaluaci¨®n, por lo que los estudiantes afectados deben contactar con sus profesores para recibir indicaciones al respecto¡±, informaba el centro en un comunicado emitido durante esa ma?ana.
Desde hace pr¨¢cticamente un a?o, la ense?anza universitaria tiene en internet una segunda casa en la que pasa cada vez m¨¢s tiempo. Y esas estancias prolongadas por los picos de la pandemia exponen la infraestructura digital a la impepinable visita de la ciberdelincuencia. ¡°Esto es como los terremotos: hay peque?os que pasan todos los d¨ªas y nadie los nota, pero de vez en cuando se da uno m¨¢s grande¡±, explica Francisco Cano, director del CSIRC y responsable de seguridad de la Red UGR.
El terremoto de enero se hizo notar porque sucedi¨® en pleno periodo de ex¨¢menes, los segundos que la universidad convocaba en remoto despu¨¦s de los que se hicieron en junio. Seg¨²n explica Cano, la causa fue lo que se conoce como ataque DDoS ¡ªde denegaci¨®n de servicios¡ª, cuya estrategia es abarrotar los servidores con m¨¢s visitas de las que pueden admitir hasta que, saturados, se vienen abajo. ¡°Fueron millones de ordenadores que se dedicaban a intentar acceder a los servidores de la universidad¡±, explica el experto. La respuesta a esto fue poner barreras para prevenir el colapso, pero esas mismas barreras, aunque imprescindible tambi¨¦n dejaban temporalmente fuera a profesores y alumnos en medio de sus evaluaciones. ¡°Lo que s¨ª tenemos claro es que no se lleg¨® a entrar en el castillo¡±. La muralla aguant¨® y evit¨® males mayores. ¡°Los servidores son equipos que muchas veces est¨¢n a?os funcionando. Y cuando se tiran abajo, es un problema¡±.
Seg¨²n explica Cano, el ataque que la universidad identific¨® como un intento de boicotear los ex¨¢menes es el ¨²nico ciberataque que ha logrado perturbar las rutinas de la UGR desde que comenz¨® la pandemia y, con ella, la mudanza apresurada a la ense?anza en l¨ªnea. Los dem¨¢s incidentes memorables de este a?o en internet los resume en una avalancha de phishing y un pu?ado de intentos boicotear reuniones en Zoom u otras plataformas de videoconferencia (zoombombing). Herv¨¦ Lambert, responsable de operaciones del ¨¢rea de consumo de Panda Security, se quita el sombrero ante el modo en que las universidades han respondido a esta transici¨®n a lo digital: ¡°Han tenido una revoluci¨®n brutal. Ni las empresas han tenido tantos cambios como lo que esto ha supuesto para alumnos y profesores. No nos hacemos a la idea de lo que supone para una universidad hacer todo de forma remota¡±.
De acuerdo con un estudio de la compa?¨ªa de ciberseguridad Bluevoyant, elaborado con datos de 2.702 universidades de 43 pa¨ªses, la principal amenaza para estos centros, en l¨ªnea con lo que ocurre en otros sectores, son los ataques de ransomware, en los que un virus encripta la informaci¨®n almacenada en el equipo de manera que sus contenidos solo pueden descifrarse mediante el pago de un rescate. En promedio, el coste de estos incidentes fue, seg¨²n el mismo informe, de m¨¢s de 370.000 euros. ¡°Las universidades son como cualquier otra empresa que tiene que proteger sus activos. Nosotros tenemos datos de los estudiantes, informaci¨®n bancaria y tambi¨¦n guardamos sus calificaciones¡±, explica Juan Jos¨¦ Nombela, director del ¨¢rea de Ciencias de la Computaci¨®n y Tecnolog¨ªa de la Universidad Internacional de La Rioja, cuya docencia siempre se ha impartido a distancia. ¡°Por ser nativos digitales y porque nuestros alumnos y profesores ya estaban as¨ª, no hemos hecho nada nuevo ah¨ª. Lo que ha cambiado la pandemia es que ahora el personal de administraci¨®n tambi¨¦n ha ido a casa a trabajar¡±.
Filtraciones
Las filtraciones de datos tambi¨¦n son un dolor de cabeza en este ¨¢mbito donde a las credenciales del personal de cada centro se suman las de los alumnos. ¡°Las universidades tienen una frontera muy abierta donde por su propia naturaleza tienen much¨ªsima gente de diferentes condiciones. Casi todos usuarios de sistemas de informaci¨®n y est¨¢n en una organizaci¨®n en la que por narices van a tener que compartir informaci¨®n. Es un c¨®ctel peligroso¡±, explica Miguel Juan, socio director de la empresa de ciberseguridad S2Grupo. Seg¨²n los datos del Ministerio de Universidades, el sistema universitario Espa?ol contaba durante el curso pasado con m¨¢s de 1,6 millones de estudiantes matriculados. En el apartado de personal estar¨ªamos hablando de m¨¢s de 215.000 personas entre docentes, administraci¨®n y servicios, investigadores y t¨¦cnicos de apoyo, de acuerdo con los datos del curso 2018-2019.
La finalidad principal del robo de credenciales es la posterior venta de estas en el mercado negro. ¡°Si vas a la darkweb ¡ªinternet oscuro, no accesible desde navegadores convencionales¡ª en busca de credenciales, encuentras much¨ªsimas, much¨ªsimas que vienen de entornos universitarios¡°, explica Lambert. El experto prescribe el endurecimiento de las pol¨ªticas de cambio de claves de acceso, uso generalizado de sistemas de autentificaci¨®n de doble factor y un esfuerzo de concienciaci¨®n que ve especialmente necesario entre la comunidad estudiantil. ¡°Mi hijo utilizaba tres contrase?as distintas y a lo mejor tiene credenciales de 100 servicios¡±.
A los ataques dirigidos al secuestro de informaci¨®n o robo de datos personales se suman adem¨¢s los intentos de acceder a trabajos que estudiantes e investigadores almacenan en las redes de la universidad. ¡°Muchas est¨¢n haciendo investigaci¨®n sobre temas que pueden ser muy interesantes para terceros¡±, se?ala Juan. Un estudio de las Universidades de Kentucky y Michigan revel¨® que m¨¢s de un centenar de p¨¢ginas de universidades americanas, incluidas Stanford y Columbia, hab¨ªan sido pirateadas o comprometidas en robos de art¨ªculos y ensayos. Nombela confirma que han visto y denunciado la presencia de trabajos de estudiantes de la Universidad Internacional de La Rioja en p¨¢ginas de este tipo, pero no lo atribuye a accesos no autorizados a sus sistemas. ¡°Lo que m¨¢s nos preocupa es proteger los datos personales de nuestros estudiantes¡±.
Tarifa plana de ciberataques
"Muchas veces nos preguntan: '?pero esto qui¨¦n tiene capacidad de hacerlo?'", comenta Cano. El problema es que para lanzar un ataque como el que sufri¨® la UGR no es necesario ser un maestro del cibercrimen. Basta saber donde buscar... y tener 30 euros.
"Lo triste de esto es que es muy barato promover ataques de este tipo. En la dark web ¡ªinternet oscuro, no accesible desde navegadores convencionales¡ª, tienes tarifas planas de 30 euros al mes te posibilitan un ataque a los servidores que t¨² quieras".
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