TRESCA: as¨ª funciona la cacer¨ªa europea contra las noticias falsas

Hay una diferencia entre desinformation y misinformation. En ingl¨¦s se atrapa al vuelo, enfatiza la investigadora italiana del CSIC Sara Degli-Esposti. Pero en espa?ol no hay t¨¦rminos equivalentes. Una posible pareja l¨¦xica ser¨ªa desinformaci¨®n y confusi¨®n. Carece del mismo gancho sonoro, aunque lo fundamental es distinguir las campa?as de desinformaci¨®n intencionadas de las noticias falsas surgidas de forma no intencional.

Degli-Esposti habla con conocimiento de causa. Es directora cient¨ªfica ...

Hay una diferencia entre desinformation y misinformation. En ingl¨¦s se atrapa al vuelo, enfatiza la investigadora italiana del CSIC Sara Degli-Esposti. Pero en espa?ol no hay t¨¦rminos equivalentes. Una posible pareja l¨¦xica ser¨ªa desinformaci¨®n y confusi¨®n. Carece del mismo gancho sonoro, aunque lo fundamental es distinguir las campa?as de desinformaci¨®n intencionadas de las noticias falsas surgidas de forma no intencional.

Degli-Esposti habla con conocimiento de causa. Es directora cient¨ªfica del proyecto europeo de investigaci¨®n TRESCA, que coordina la Universidad Erasmo de R¨®terdam. Su objetivo es facilitar la detecci¨®n de bulos en el campo de la informaci¨®n cient¨ªfica. Ella trabaja desde Madrid ¡ªpertenece al Instituto de Filosof¨ªa del CSIC¡ª con organizaciones de Italia, Austria o B¨¦lgica. La iniciativa forma parte del programa de financiaci¨®n de la investigaci¨®n europeo Horizonte 2020.

¡°El conocimiento cient¨ªfico es complicado para cualquiera. A veces hay que simplificar tanto para que los ciudadanos que no sean estudiosos del ¨¢rea lo entiendan que puede manipularse m¨¢s f¨¢cilmente¡±, reflexiona la investigadora. ¡°Por eso hay mucho margen para generar desinformaci¨®n, sobre todo en ¨¢mbitos que son pol¨ªticamente controvertidos¡±.

Su compa?ero David Arroyo, investigador del CSIC especializado en seguridad de la informaci¨®n y datos, incide en este aspecto: ¡°Ahora, como estamos en un escenario altamente polarizado, se da la circunstancia de que cualquier noticia de corte cient¨ªfico o tecnocient¨ªfico acaba convirti¨¦ndose en un evento ideol¨®gico¡±.

La directora cient¨ªfica del proyecto subraya la facilidad con que se genera la desinformaci¨®n: ¡°Basta con extraer y descontextualizar una imagen a?adiendo un mensaje que t¨² quieras promover, por ejemplo, del movimiento antivacunas¡±. Para combatir contra esto, los investigadores de TRESCA han creado una herramienta para detectar noticias falsas centrada en el usuario.

¡°La idea no es decirte que una noticia es verdadera o falsa sino darte un conjunto de herramientas que te ayuden a tomar la decisi¨®n¡±, apunta Arroyo, y a?ade que es imprescindible una concienciaci¨®n. Lo compara con el ¨¢mbito de la ciberseguridad. Hace a?os los usuarios ten¨ªan menos cuidado al navegar o descargar archivos. Ahora son m¨¢s conscientes de las amenazas que existen y son m¨¢s cautelosos. Y lo mismo deber¨ªa ocurrir con los bulos.

El comienzo del proyecto lleg¨® en un momento cr¨ªtico para la comunicaci¨®n cient¨ªfica: enero de 2020, rayando el estallido de la pandemia. La primera tarea, que era determinar cu¨¢les eran los temas candentes para enfocar el estudio, estaba resuelta antes de empezar con ella. La covid 19 monopoliza desde hace dos a?os la atenci¨®n informativa en ciencia. En esta coyuntura se dispar¨® la inversi¨®n europea en proyectos contra la desinformaci¨®n, una muestra de la importancia que la UE concede a esta lucha. Tambi¨¦n se cre¨® el Observatorio Europeo de Medios Digitales(European Digital Media Observatory), una plataforma independiente que lucha contra la desinformaci¨®n.

El estr¨¦s y la confusi¨®n inicial provocados por la pandemia eran un caldo de cultivo ideal para las informaciones falsas. La OMS recoge la cifra de casi 6.000 hospitalizados en los primeros meses de pandemia por beber alcohol en altas concentraciones debido a la creencia de que esto matar¨ªa al coronavirus. Alrededor de 800 personas murieron por esta causa. Entre los mitos que circulaban por las redes, y a¨²n lo hacen, estaban la ingesta de lej¨ªa para curar la enfermedad ¡ªincluso Donald Trump habl¨® de inyectar este producto como soluci¨®n¡ª, la historia de la creaci¨®n artificial del virus en un laboratorio de Wuhan¡ªsin que haya evidencias de ello¡ª, los chips en las vacunas o la relaci¨®n del coronavirus con el 5G.

Los investigadores han integrado en su herramienta las capacidades de otras plataformas, como Google Fact Check Explorer, para combinarlas con sus propias f¨®rmulas de detecci¨®n. ¡°Intentamos juntar conocimientos de psicolog¨ªa, de ciencias sociales, para saber cuan vulnerable eres t¨² a la desinformaci¨®n¡±, explica Degli-Esposti. ¡°As¨ª sabemos por qu¨¦ determinados mensajes, como teor¨ªas de la conspiraci¨®n, enganchan a determinadas personas¡±.

¡°Como estamos en un escenario altamente polarizado, se da la circunstancia de que cualquier noticia de corte cient¨ªfico o tecnocient¨ªfico acaba convirti¨¦ndose en un evento ideol¨®gico¡±

David Arroyo, investigador del CSIC

En los diferentes centros europeos que sacan el proyecto adelante trabajan investigadores especializados en humanidades, en ciencias sociales y perfiles t¨¦cnicos. Degli-Esposti y Arroyo son una muestra de esta colaboraci¨®n. Se conocieron porque entraron a la vez a trabajar en el CSIC. Coincidieron y se dieron cuenta de que podr¨ªan sumar para colaborar en algunos proyectos.

El equipo multidisciplinar enriquece el resultado. Arroyo, que se encarga de la parte t¨¦cnica, comenta c¨®mo se ha elaborado la funci¨®n para identificar discursos. Se hace primero un pre-etiquetado de forma manual, extrayendo mensajes de diferentes foros de Internet, como Twitter o Facebook. Despu¨¦s se integra la informaci¨®n en un software que permite comparar textos. ¡°Si tenemos perfiles de usuario que tienen una manera de escribir espec¨ªfica, y comparamos un fragmento de texto nuevo con las categor¨ªas que ya hemos creado, podemos decir que este texto nuevo corresponde, por ejemplo, a negacionistas¡±, expone el investigador.

Hay m¨¢s factores que la herramienta tiene en cuenta. Comparando el titular de una informaci¨®n con su texto establece una medida de divergencia. Cuanto menos descriptivo sea el t¨ªtulo, m¨¢s sospechosa se vuelve la noticia. Asimismo, TRESCA combate el recurso de falsa autoridad, que consiste en citar a una personalidad o entidad de prestigio para justificar mensajes manipulados. El software comprueba que lo que ha dicho alguien no se est¨¦ sacando fuera de contexto.

Degli-Esposti hace hincapi¨¦ en que el proyecto presenta un cambio de enfoque respecto a lo habitual: ¡°En lugar de darle toda la responsabilidad a las plataformas y a los periodistas, queremos fomentar que los ciudadanos utilicen herramientas para identificar las noticias falsas¡±, insiste.

Pero lograr que la gente use su herramienta conlleva un ejercicio de pedagog¨ªa y el equipo es consciente de ello. Por eso tienen previstas acciones de difusi¨®n, entre ellas un curso online en Coursera, abierto y gratis para todos. El software se dirige a tres p¨²blicos: el usuario medio, que podr¨¢ acceder desde el m¨®vil o el ordenador y hacer consultas, el periodista o comunicador cient¨ªfico y el programador, que podr¨¢ integrarlo en su aplicaci¨®n a trav¨¦s de una API. Tres frentes distintos para cerrar el cerco a las fake news.

En cuanto a plazos, por ahora la herramienta no est¨¢ disponible para el p¨²blico. El equipo busca financiaci¨®n para lanzarla y espera hacerlo antes de final de a?o. Lo que s¨ª sacar¨¢n pronto es el curso online en Coursera, previsto para mediados de marzo, con el fin de mejorar las pr¨¢cticas de comunicaci¨®n cient¨ªfica. Ser¨¢ el preludio del congreso final de TRESCA, que re¨²ne a finales de ese mismo mes a cient¨ªficos, reguladores, prensa, divulgadores, entre otros perfiles, para debatir sobre c¨®mo afrontar el reto de las fake news.

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