Para probar la c¨¢mara de moda he tenido que sacarme un permiso de operadora de drones

Ya es posible grabarse a una misma mientras va corriendo por la monta?a entre los ¨¢rboles, o rodar tu propia escena en la que, a la vez que miras al infinito en una desierta y paradis¨ªaca playa, la imagen se va alejando de ti. Son efectos que podr¨ªan parecer los de una pel¨ªcula y que, precisamente por eso, se han hecho tremendamente populares en redes sociales. ?C¨®mo se consiguen? Con un dron como el HoverAir X1, un dispositivo poco m¨¢s grande que la palma de la mano provista de una c¨¢mara en su frontal para grabar v¨ªdeos y sacar fotos.

Tras probarlo durante unos d¨ªas, creo firmemente que la clave de su ¨¦xito frente a alternativas como el DJI mini 3 radica en su sencillez y facilidad de uso. Funciona de forma totalmente aut¨®noma ¡ªno necesita un m¨®vil o mando para volar¡ª y lo hace gracias a la inteligencia artificial y al reconocimiento de objetos. Solo tiene dos botones: uno para iniciarlo y apagarlo y otro para cambiar entre los diferentes modos de toma que permite, entre los que se encuentran la grabaci¨®n desde un punto fijo, que te siga, que se aleje, que orbite a tu alrededor, la vista de p¨¢jaro o hacer fotograf¨ªas. Basta con colocarlo en la palma de la mano, pulsar un bot¨®n, y autom¨¢ticamente el dron despegar¨¢ y comenzar¨¢ a grabar tal y como se le haya pedido; al terminar, se coloca la mano debajo y aterriza. Todas las im¨¢genes las guarda en su memoria interna de 32 GB y, para extraerlas, es necesario usar la app m¨®vil.

Pesa solo 125 gramos, as¨ª que, como era de esperar, el viento le afecta much¨ªsimo, llegando incluso a tirarlo al suelo. En cualquier caso, las h¨¦lices se mantienen intactas gracias a una estructura que las cubre y protege, vuela a una altura m¨¢xima de 10 metros y su velocidad es baja: puede seguirte mientras corres o montas en bici, pero poco m¨¢s. Adem¨¢s, su bater¨ªa tiene una autonom¨ªa de 10 minutos ¡ªbastante poco, aunque algo com¨²n en los drones¡ª, pero es extra¨ªble y, por lo tanto, intercambiable.

Lo cierto es que se trata de un dispositivo muy curioso, y el efecto de los v¨ªdeos es realmente llamativo. Pero su uso me ha suscitado much¨ªsimas dudas que tienen que ver tanto con su vuelo (al fin y al cabo, es un dron y hay legislaci¨®n sobre ellos) tanto como con la privacidad.

Con permisos y seguro

Para saber a qu¨¦ atenerse cuando se quiere utilizar uno de estos dispositivos he consultado con la AESA (Agencia Estatal de Seguridad A¨¦rea), que confirma que este tipo de dispositivos deben cumplir la normativa que afecta a los UAS/drones con un peso inferior a 250 gramos y, por lo tanto, es imprescindible registrarse como operador de drones para poder volarlo en espacios abiertos. Es un proceso muy r¨¢pido y gratuito que se realiza desde la p¨¢gina de la UAS con o sin certificado digital.

No es la ¨²nica obligaci¨®n. Adem¨¢s, se debe tener contratada una p¨®liza de seguro que cubra la responsabilidad civil frente a terceros por da?os que puedan surgir durante y por causa del vuelo. Algunas de las principales compa?¨ªas aseguradoras ¡ªcomo Mapfre o Allianz¡ª ya lo ofrecen, y tambi¨¦n hay empresas especializadas en ellos. El coste es unos 20 euros al a?o sin coberturas adicionales.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que siempre se debe mantener una distancia horizontal segura con las personas y que no sobrevuele concentraciones de gente, que siempre est¨¦ a la vista y que no suba a m¨¢s de 120 metros de altura, cosa que con este modelo no es posible hacer a prop¨®sito. Tampoco puede volarse en cualquier lugar: hay zonas de vuelo restringidas por la cercan¨ªa de aer¨®dromos, zonas militares, infraestructuras oficiales o protecci¨®n medioambiental. Lo mejor es consultarlo siempre en un mapa como el de Enaire Drones. Es sorprendente la cantidad de lugares por los que no puede utilizarse.

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