¡®Diarios de la cuarentena¡¯: derecho a sonre¨ªr
La pol¨¦mica serie de TVE es una comedia amable sobre c¨®mo nos humaniza el confinamiento, salvo a los que tienen tanta rabia como tiempo libre
Ya est¨¢n los ofendidos de siempre clamando en las redes contra lo ¨²ltimo de TVE. ?Se r¨ªen de los muertos!, escriben con furia. Nada de eso: nuestra rid¨ªcula existencia confinada entre cuatro paredes es un planteamiento de libro para una comedia de situaci¨®n. Nada es m¨¢s tr¨¢gico que el nazismo y el Holocausto, y desde El gran dictador a Jojo Rabbit, pasando por La vida es bella, Ser o no ser o la novela La zona de inter¨¦s, se ...
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Ya est¨¢n los ofendidos de siempre clamando en las redes contra lo ¨²ltimo de TVE. ?Se r¨ªen de los muertos!, escriben con furia. Nada de eso: nuestra rid¨ªcula existencia confinada entre cuatro paredes es un planteamiento de libro para una comedia de situaci¨®n. Nada es m¨¢s tr¨¢gico que el nazismo y el Holocausto, y desde El gran dictador a Jojo Rabbit, pasando por La vida es bella, Ser o no ser o la novela La zona de inter¨¦s, se han filmado y escrito muchas humoradas sobre ello. No hay temas tab¨² para la creaci¨®n; s¨ª hay temas que requieren un extra de sensibilidad. Y de eso hay de sobra en la prudente y amable Diarios de la cuarentena, estrenada este martes en horario estelar de La 1.
A Fernando Colomo, uno de los que act¨²a desde su casa, nadie le va a ense?ar qu¨¦ es comedia y qu¨¦ no. Gorka Ochoa viene de Vaya semanita, que demostr¨® c¨®mo bromear con tacto sobre la situaci¨®n m¨¢s conflictiva posible. Carlos Areces, Cristina Alarc¨®n, Carlos Bardem o Montse Pla tambi¨¦n participan con lo que tienen a mano en el hogar en esta improvisada serie coral que firman ?lvaro Longoria, David Marqu¨¦s (ambos detr¨¢s de Campeones, otro ejemplo de humor tierno) y ?lvaro Fern¨¢ndez Armero (de la m¨¢s provocadora Verg¨¹enza).
La producci¨®n est¨¢ lograda y es tan cuidadosa que lleva m¨¢s a la sonrisa que a la carcajada. As¨ª es nuestra nueva vida: oficinistas que redescubren a sus ni?os, agujeros en la intimidad, videollamadas inoportunas, el aplauso de las ocho, los vigilantes de balc¨®n, la pareja circunstancial atrapada en un piso... Vivimos un tiempo excepcional que borra los d¨ªas de la semana y las fronteras entre familia y trabajo. Que nos humaniza a todos. Salvo a los que tienen tanta rabia como tiempo libre.