Los vascos empiezan a re¨ªrse de s¨ª mismos
El programa de Euskal Telebista 'Vaya Semanita' se convierte en el ¨¦xito del verano a base de destrozar tab¨²es. Se parodia desde la Ertzaintza a la 'kale borroka', sin olvidar a la Iglesia o a "lo poco que se liga" en el Pa¨ªs Vasco.
Todav¨ªa hoy, en algunas viejas tabernas del sur, permanece colgado un cartel que dice: "Se proh¨ªbe el cante". Tambi¨¦n aqu¨ª, en el norte, durante a?os y a?os ha permanecido colgado un r¨®tulo invisible, pero asumido por todos, que ven¨ªa a decir as¨ª: "Prohibido re¨ªrse". No estaba el horno para bollos. ?C¨®mo hacer humor sobre la situaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco mientras ETA segu¨ªa matando en la calle? Desde hace unos meses para ac¨¢, algo ha cambiado. ETA no ha soltado las armas, y su amenaza sigue amarg¨¢ndole la vida a demasiada gente, pero un programa de televisi¨®n se ha atrevido a meterse en el callej¨®n oscuro de los tab¨²es para hacer humor. Simplemente humor. Y el resultado est¨¢ siendo espectacular.
El programa alcanz¨® este verano una cuota de pantalla del 33%, convirti¨¦ndose en el m¨¢s visto y doblando la media de ETB
El programa en cuesti¨®n se llama Vaya Semanita y se emite la noche de los jueves por el canal en castellano de la cadena p¨²blica Euskal Telebista (ETB-2). Vaya por delante un dato: uno de los programas emitidos este verano alcanz¨® una cuota de pantalla del 33%, convirti¨¦ndose en el m¨¢s visto a esa hora en el Pa¨ªs Vasco y doblando la audiencia media de la cadena auton¨®mica. ?El secreto? Se abre el tel¨®n. El r¨®tulo anuncia una de las secciones fijas del programa: Los S¨¢nchez. Enseguida, alguien con un aerosol corrige y cambia la "ch" tan espa?ola por una "tx" muy vasca. Se trata de la parodia de un tipo de familia -Los Santxez- muy com¨²n en Euskadi. Los padres, Pepe y Mari, llegaron de Salamanca -o de Galicia, o de Extremadura...- en los a?os sesenta y ahora tienen dos hijos, Patxi y Antxon, tan vascos que uno es ertzaina (polic¨ªa aut¨®nomo) y el otro radical. Patxi siempre aparece caracterizado con el uniforme negro de los antidisturbios de la Ertzaintza, y su hermano Antxon viste todos los atributos t¨®picos, pa?uelo palestino incluido, de los j¨®venes de la kale borroka (lucha callejera). El m¨¦rito -el inmenso m¨¦rito en una sociedad tan crispada- es que lo que pasa cada jueves en casa de Los Santxez despierta las sonrisas de unos y de otros, sin molestar a unos ni rasgar las vestiduras de los otros. Cada parodia termina con una frase, siempre la misma, que se burla sin malicia de las dificultades para hablar euskera de los castellanoparlantes e introduce adem¨¢s la palabra maldita. "Hay que ver, Mari", se lamenta Pepe, "siendo como somos salmantinos de pura cepa y que nos hayan salido estos dos energ¨²menos. Uno charaina [ertzaina] y el otro... y el otro... ?de la ETA!".
El boca a boca empez¨® a funcionar. Se corri¨® la voz de que en ETB hab¨ªa un programa que no dejaba t¨ªtere con cabeza, que no se conformaba con el recurso f¨¢cil de re¨ªrse del bigotito de Aznar, que iba m¨¢s all¨¢... No se salvan ni el plan Ibarretxe, ni Arzalluz, ni el lehendakari con su eterna muletilla de "los vascos y las vascas", ni tampoco se libran de la quema instituciones tan arraigadas aqu¨ª como las cuadrillas de txikiteros o la mism¨ªsima Iglesia. Diego San Jos¨¦, el coordinador de los guionistas, explica que hay dos frases que la gente le repite sin cesar. La primera es: "Hac¨ªa falta un programa as¨ª". O lo que es lo mismo: que los vascos estaban deseando hablar de ciertas historias, sacarlas a la plaza p¨²blica, re¨ªrse de ellas. La otra frase, convertida en pregunta, es: "?Y os dejan?". Es como si todo el mundo tuviera asumida la censura. La respuesta de Diego es clara: "El programa no podr¨ªa hacerse sin libertad. La ¨²nica censura que existe es la creativa. Si un sketch es gracioso, se emite; si no, no. El ¨¦xito est¨¢ en dos cuestiones. Una es que se abordan temas que hace a?os se imaginaban imposibles de abordar. Y la otra clave es que quien se sienta a ver el programa tiene la sensaci¨®n de estar en el tren de la bruja, que todo el mundo se puede llevar escobazos, incluido ¨¦l".
I?aki Eizmendi, fundador de Pausoka, la productora de Vaya Semanita y de otros muchos programas de ETB, habla de un humor terap¨¦utico, que rompe la esquizofrenia, invade conceptos y elementos simb¨®licos casi intocables en Euskadi. "El programa", resume Eizmendi, "ha transgredido los silencios, las espesuras instaladas en el aire".
Tanto ?scar Terol, el actor que presenta el programa, como Julen Robles, el productor, resaltan adem¨¢s que el programa ha empezado a emitirse -lleva 11 meses- en un momento muy oportuno. La crispaci¨®n pol¨ªtica ha bajado y, sobre todo, ya hace m¨¢s de un a?o que ETA no mata. "El m¨¦rito del programa", dice Terol, "es de la ciudadan¨ªa, que lo ha podido asumir. Nosotros hacemos el programa para desdramatizar y tomando todas las precauciones; sabiendo que hay personas amenazadas, que hay v¨ªctimas, gente que lo pasa mal. S¨®lo somos humoristas. Ni pol¨ªticos ni fil¨®sofos ni curas... Nos sentimos m¨¢s cerca de Woody Allen, de Groucho Marx o de Gila que de Arzalluz o de Zapatero".
No hay tertulia de amigos donde no se hable de la ¨²ltima ocurrencia de Vaya Semanita. Los vascos han vuelto a mirarse el ombligo, pero ahora para re¨ªrse de s¨ª mismos. De lo mucho que llueve, de lo poco que ligan o de esas familias tan complicadas donde uno es charaina y el otro...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.