¡®Tales from the Loop¡¯: no es la tecnolog¨ªa, es lo humano
Una serie melanc¨®lica de ciencia ficci¨®n que no se molesta en explicar los f¨¦nomenos extra?os, sino los sentimientos que provocan. Ni utop¨ªa ni distop¨ªa
La velocidad del cambio tecnol¨®gico pone a competir dos visiones del futuro. Por un lado est¨¢n los temerosos: esas distop¨ªas inquietantes como Black Mirror, Years and Years o la apocal¨ªptica Dead, Love & Robots. Al otro lado est¨¢ el llamado ¡°solucionismo tecnol¨®gico¡±, que tiene fe en que las m¨¢quinas resuelvan todos los problemas, nos libren del virus, limpien la atm¨®sfera y nos hagan casi inm...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
La velocidad del cambio tecnol¨®gico pone a competir dos visiones del futuro. Por un lado est¨¢n los temerosos: esas distop¨ªas inquietantes como Black Mirror, Years and Years o la apocal¨ªptica Dead, Love & Robots. Al otro lado est¨¢ el llamado ¡°solucionismo tecnol¨®gico¡±, que tiene fe en que las m¨¢quinas resuelvan todos los problemas, nos libren del virus, limpien la atm¨®sfera y nos hagan casi inmortales.
En medio de una pandemia que los algoritmos no vieron venir, se lleva m¨¢s el enfoque dist¨®pico que el ut¨®pico. Hay una tercera v¨ªa: la que entiende que la tecnolog¨ªa logra cosas incre¨ªbles, pero nuestra felicidad o nuestra desdicha siguen dependiendo del roce humano como en el Paleol¨ªtico.
Es el mensaje de Tales from the Loop, una rareza de ciencia ficci¨®n de Amazon Prime Video. En un indefinido tiempo pasado (?a?os setenta, ochenta?), un pueblo de Ohio alberga un centro de experimentaci¨®n que da empleo al vecindario pero tiene efectos paranormales sobre ellos. Hay quien viaja en el tiempo y se topa con su yo de otra edad; hay amigos que intercambian mentes o cuerpos, seg¨²n se mire; hay quien halla un universo paralelo que es mejor. Y hay quien sabe cu¨¢nto le queda de vida, una losa insoportable.
La serie ¡ªa veces enrevesada, de bella est¨¦tica, inspirada en las ilustraciones fant¨¢sticas de Simon St?lenhag¡ª no se molesta en explicar esos fen¨®menos y pone el foco en las emociones que provocan: el miedo, la soledad, el desconcierto, el duelo. Una ficci¨®n extra?a y melanc¨®lica apta para tiempos extra?os y melanc¨®licos.
En la Gran Reclusi¨®n cobr¨® todo el valor la conexi¨®n digital, pero solo porque al otro lado de la Red tenemos a un humano que nos aprecia, escucha o ayuda. A¨²n nos pone de mal humor hablar con robots. Si no cuidamos unos de otros no nos salvar¨¢ Silicon Valley.