El duelo seg¨²n Ricky Gervais

Salvo cuando nos cae cerca, evitamos mirar de frente a la muerte. Pero lleg¨® la pandemia y no solo arroj¨® una cifra espantosa de fallecidos, sino que la mayor¨ªa no tuvo derecho a un adi¨®s. Apuraron sus ¨²ltimas horas en soledad, un suplicio a?adido al que ya es (debe ser, solo lo supieron ellos) el fin.

El brit¨¢nico Ricky Gervais es un actor y productor muy dado a meterse en l¨ªos. En las galas de los Globos de Oro desplegaba un humor salvaje contra las estrellas de Hollywood, que ten¨ªan que sonre¨ªr mientras las vapuleaba. En el confinamiento, carg¨® contra sus colegas que sub¨ªan v¨ªdeos en sus mansiones d¨¢ndoselas de solidarios para promocionarse. Se ha sumado a las voces que alertan contra la ¡°cultura de la cancelaci¨®n¡±, esa ola de activismo censor contra quienes ponen peros a la causa del momento. Dice que ¨¦l tambi¨¦n la sufre, pero como es rico le da igual.

Con toda esa mala leche, Gervais ha creado una de las series que con m¨¢s sensibilidad tratan la muerte, el duelo y la depresi¨®n: After Life (Netflix). Interpreta a un viudo incapaz de asumir la p¨¦rdida, que vuelve una y otra vez a los v¨ªdeos que le grab¨® su mujer antes de morir de c¨¢ncer, que descarga la frustraci¨®n en su entorno con sarcasmo cruel, que se aferra al nihilismo del que no tiene nada que perder.

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En 12 cap¨ªtulos cortos, este tipo gru?¨®n y amargado (que tiene un padre demente, que escribe para un diario local historias que le importan un bledo) se ir¨¢ dando cuenta de que a¨²n necesita a los dem¨¢s. Esta dramedia no apunta a un final feliz, pero resulta luminosa.

Por fin Espa?a ha dado un homenaje de Estado a sus muchos muertos, en un acto que uni¨® a todos salvo a los que no tienen reparos en sacar partido de la divisi¨®n. Merecen honores tambi¨¦n los que han padecido el desgarro y deben ahora aprender a convivir con ¨¦l.