La verdad sobre la monarqu¨ªa
La gente, por lo general, se duele cuando se reconoce en las ficciones, no al rev¨¦s
Algunos episodios de The Crown llevan un cartelito que advierte de que contienen escenas de des¨®rdenes alimenticios, y a?aden una web de ayuda para quienes los sufren, por si a alg¨²n espectador le da por provocarse el v¨®mito durante la sesi¨®n. Ser¨ªa raro, porque la serie es muy buena, para nada vomitable, aunque en el cat¨¢logo de Netflix hay muchos otros t¨ªtulos que bien merecen un par de arcadas. Ahora quieren a?adir otro r¨®tulo que aclare que todo es ficci¨®n....
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Algunos episodios de The Crown llevan un cartelito que advierte de que contienen escenas de des¨®rdenes alimenticios, y a?aden una web de ayuda para quienes los sufren, por si a alg¨²n espectador le da por provocarse el v¨®mito durante la sesi¨®n. Ser¨ªa raro, porque la serie es muy buena, para nada vomitable, aunque en el cat¨¢logo de Netflix hay muchos otros t¨ªtulos que bien merecen un par de arcadas. Ahora quieren a?adir otro r¨®tulo que aclare que todo es ficci¨®n. Lo ha sugerido Oliver Dowden, secretario de Estado de Cultura del Reino Unido, muy preocupado por que el p¨²blico interprete las tramas de la serie como hechos hist¨®ricos. Bastante les cuesta a los brit¨¢nicos asumir los propios hechos hist¨®ricos, como el Brexit o la existencia de Boris Johnson, para cargarlos con m¨¢s confusiones.
El problema del cartelito es que podr¨ªa incurrir en una mentira: ?qui¨¦n nos garantiza a nosotros que The Crown no cuenta la verdad de la monarqu¨ªa? Muchos indicios apuntan en esa direcci¨®n. Sabemos que la familia real est¨¢ cabread¨ªsima y que un antiguo secretario de prensa de Buckingham Palace ha dicho que las tramas de Carlos y Diana son hatchet jobs (literalmente, trabajos de hacha, precisa met¨¢fora coloquial para referirse a las calumnias).
En varios de mis libros he revuelto alegremente realidades y ficciones, y de todos los disgustos que esta man¨ªa me ha acarreado, ni uno solo ha sido por mentir. Los aludidos me han reprochado siempre narrar verdades que les sonaban molestas. La gente, por lo general, se duele cuando se reconoce en las ficciones, no al rev¨¦s. Tal vez por eso Carlos y Camilla no se han enfadado con The Windsors, una s¨¢tira muy bestia, porque en ella solo ven chistes gruesos inofensivos, pero no soportan los planos largos y clasicistas de The Crown, que transforman la tele en un espejo.