Una ficci¨®n sobre el ¡®caso Alsasua¡¯ agita el debate pol¨ªtico en Euskadi
PP y Ciudadanos piden a la direcci¨®n de ETB la retirada de la serie ¡®Altsasu¡¯, sobre la agresi¨®n de unos j¨®venes ¡®abertzales¡¯ a dos guardias civiles en 2016
La agresi¨®n sufrida en la madrugada del 15 de octubre de 2016 por dos guardias civiles fuera de servicio, que estaban en un bar de Alsasua (7.400 habitantes, Navarra) junto a sus novias, ha saltado de los juzgados a la ficci¨®n televisiva. Altsasu, miniserie de ETB grabada en euskera, parte de la paliza que dieron a los agentes ocho j¨®venes abertzales del pueblo, que fueron detenidos, procesados y finalmente condenados a ...
La agresi¨®n sufrida en la madrugada del 15 de octubre de 2016 por dos guardias civiles fuera de servicio, que estaban en un bar de Alsasua (7.400 habitantes, Navarra) junto a sus novias, ha saltado de los juzgados a la ficci¨®n televisiva. Altsasu, miniserie de ETB grabada en euskera, parte de la paliza que dieron a los agentes ocho j¨®venes abertzales del pueblo, que fueron detenidos, procesados y finalmente condenados a penas que van desde un a?o y medio hasta los nueve a?os y medio de prisi¨®n. Y se ha colocado al centro de una pol¨¦mica pol¨ªtica en Euskadi, entre acusaciones a la televisi¨®n p¨²blica vasca de tomar partido por los agresores.
La productora, Baleuko, la presenta como ¡°una ficci¨®n basada en hechos reales¡±: ¡°Ocho j¨®venes, de cuadrillas e intereses diferentes, y sin relaci¨®n s¨®lida entre ellos, se vieron envueltos en un proceso judicial com¨²n, acusados de formar un grupo organizado y participar en una reyerta nocturna en un bar con dos miembros de la Guardia Civil fuera de servicio¡±. La difusi¨®n el pasado 9 de diciembre del primero de los cuatro episodios de que consta la serie ya ha abierto la pol¨¦mica. PP y Ciudadanos han exigido a la direcci¨®n de la televisi¨®n p¨²blica vasca la retirada ¡°inmediata¡± de la ficci¨®n por su falta de neutralidad, una cr¨ªtica a la que tambi¨¦n se ha sumado el colectivo de v¨ªctimas del terrorismo Covite, que en su d¨ªa interpuso la denuncia contra los agresores.
En un bar casi a oscuras, en medio del bullicio, las copas y la m¨²sica de fondo, unas luces de ne¨®n dejan entrever lo que ocurre dentro del bar Koxka. Llega el momento crucial. La chispa que enciende la trifulca se narra en Altsasu como una provocaci¨®n en la que intervienen a partes iguales un joven radical y un sargento envalentonado.
Aitor se despide de unos amigos y entra en la taberna, donde ya est¨¢n tomando unas copas los dos guardias civiles y sus parejas. ¡°Con gente as¨ª, ma?ana vas a tener que desinfectar todo el bar¡±, le dice al barman tras comprobar que los dos agentes estaban en el Koxka. ¡°?Qu¨¦ se creen esos hijos de puta?¡±, comenta despu¨¦s Aitor rodeado de sus amigos: ¡°Ese tipo me ha puesto tres multas esta semana. Tres¡±. Desde el otro extremo de la barra, Carlos, el guardia m¨¢s templado, ve venir lo peor y reacciona: ¡°Creo que es mejor que nos marchemos¡±. La situaci¨®n se pone tensa cuando el joven abertzale y el guardia m¨¢s impulsivo se encaran, primero desde la distancia, despu¨¦s uno frente al otro:
- ¡°?Tienes alg¨²n puto problema?¡±, le grita a lo lejos el sargento.
- ¡°?Qu¨¦ dices t¨²? Mucha cara ten¨¦is vosotros, me cago en Dios¡±, le responde Aitor en tono desafiante y a un palmo del sargento. ¡°Os pas¨¢is toda la semana crujiendo a la gente a multas y ?qu¨¦ ven¨ªs ahora, a re¨ªros de nosotros?¡±.
- ¡°Aitor, por favor mantengamos la calma, m¨¢rchate, haz el favor¡±, interviene el teniente tratando de serenar los ¨¢nimos, sin conseguirlo.
- ¡°Aitor, Aitor [ser¨¢] tu puta madre, subnormal. ?T¨² c¨®mo sabes mi nombre? Marchaos vosotros, sois vosotros los que se tienen que largar de aqu¨ª¡±, le espeta el joven.
Hasta ah¨ª, una t¨ªpica discusi¨®n de tasca durante una juerga con la m¨²sica subida de volumen y el alcohol desaforado. Lo expl¨ªcito de las im¨¢genes hasta ese momento se torna confuso tras la bulla para dar p¨¢bulo a la interpretaci¨®n del telespectador. De repente todo el bar se queda vac¨ªo y se escuchan de fondo gritos de dolor que vienen del exterior. Ya se ha consumado la paliza, pero Altsasu no muestra c¨®mo se ha producido la agresi¨®n, ni qui¨¦nes han intervenido en esta. El reparto de culpas queda en el aire.
El guion de Altsasu, cuenta su director, Asier Urbieta, est¨¢ escrito a partir de lo recogido en las 450 p¨¢ginas que transcriben las tres semanas del juicio celebrado en 2018 en la Audiencia Nacional y de los testimonios de los ocho condenados por delitos de atentado a agentes de la autoridad, lesiones, des¨®rdenes p¨²blicos y amenazas. ¡°Me sorprendi¨® lo generosos que fueron los j¨®venes y c¨®mo se abrieron para contarnos una experiencia que dura ya cuatro a?os. A nosotros nos hubiese encantado tener los testimonios de los guardias civiles. Lo intentamos, pero no lo conseguimos¡±, explica ajeno a una presi¨®n medi¨¢tica que no le ¡°incumbe¡±.
¡°La ETB tiene una fijaci¨®n enfermiza por colocar a la Guardia Civil como provocadora y autoritaria mientras que los agresores aparecen retratados como pobres v¨ªctimas de una manipulaci¨®n¡±, denunci¨® el parlamentario de PP-Ciudadanos Luis Gordillo. La serie consta de cuatro cap¨ªtulos y arranca reflejando precisamente la animadversi¨®n que existe entre ambos bandos: ¡°Que se jodan, si no les gusta ser espa?oles, que se larguen¡±, dice el sargento tras dejar marchar en un control nocturno a Aitor, uno de los cabecillas del movimiento Ospa (Fuera en euskera) que reivindica en Alsasua la marcha de la Guardia Civil de este municipio euskaldun y de fuerte implantaci¨®n nacionalista.
Los dos primeros episodios se mueven en el g¨¦nero del thriller, el tercero es un drama y el ¨²ltimo cap¨ªtulo semeja una pel¨ªcula sobre juicios, explica Urbieta. Altsasu pretende ¡°aportar una visi¨®n humana de las personas y reflejar c¨®mo han cambiado la vida de los j¨®venes a partir de aquel d¨ªa¡±, comenta el director de ETB, Eduardo Barinaga. Todo est¨¢ pegado a los hechos y, seg¨²n su creador, ¡°se centra m¨¢s en los sentimientos de los j¨®venes que en las ideolog¨ªas¡±.
Nada que ver con la visi¨®n que ofrece Covite, que acusa a la radiotelevisi¨®n p¨²blica vasca de ¡°promover una falsa teor¨ªa del conflicto inclinando la balanza a favor de los terroristas y sus justificadores¡± a trav¨¦s de una pol¨ªtica que veta la emisi¨®n de documentales sobre las v¨ªctimas de ETA realizados por I?aki Arteta, pero programa otros, como Los ni?os de la mochila, que ¡°trata a los hijos de los terroristas como v¨ªctimas¡±.
En Altsasu los ocho j¨®venes ya duermen en sus celdas tras ser apresados ¡ª¡±Queda usted detenida por amenazas terroristas¡±, le dicen a una de las acusadas¡ª, queda por ver c¨®mo relata la serie todo el movimiento popular y pol¨ªtico, capitalizado e impulsado por la izquierda abertzale y todo el espectro nacionalista en el Pa¨ªs Vasco y Navarra, que se suscit¨® tras la detenci¨®n de los agresores y las condenas que les impuso primero la Audiencia Nacional, rebajadas despu¨¦s por el Tribunal Supremo.