¡¯Amor y anarqu¨ªa¡¯, el amable humor sueco
Esta serie no cuenta nada nuevo, pero se agradece su sutilidad y que solo sean ocho cap¨ªtulos cortos
Amor y anarqu¨ªa, Netflix, es una amable serie sueca de ocho cap¨ªtulos cortos que se agradece en tiempos de confinamientos, hartos ya de estar hartos, que cantaba Serrat. Sofie es una consultora que acaba de fichar por una peque?a editorial que se enorgullece de tener un cat¨¢logo de calidad. Su misi¨®n es reestructurarla antes del previsible derrumbe e incorporarla al mundo digital. Son los nuevos tiempos y m¨¢s en un pa¨ªs de poco m¨¢s de 10 millones de habitantes, de los cuales el 98% cuenta con acceso a internet.
Max es un joven inform¨¢tico con un contrato temporal. El espect...
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Amor y anarqu¨ªa, Netflix, es una amable serie sueca de ocho cap¨ªtulos cortos que se agradece en tiempos de confinamientos, hartos ya de estar hartos, que cantaba Serrat. Sofie es una consultora que acaba de fichar por una peque?a editorial que se enorgullece de tener un cat¨¢logo de calidad. Su misi¨®n es reestructurarla antes del previsible derrumbe e incorporarla al mundo digital. Son los nuevos tiempos y m¨¢s en un pa¨ªs de poco m¨¢s de 10 millones de habitantes, de los cuales el 98% cuenta con acceso a internet.
Max es un joven inform¨¢tico con un contrato temporal. El espectador sabe que antes o despu¨¦s el joven seducir¨¢ a la dama, casada y con dos hijos. Mientras tanto iremos conociendo a una serie de personajes secundarios, desde el director literario a la responsable de comunicaci¨®n o al director general de la empresa y, por supuesto, a una antigua becaria que ahora es una influencer notable aunque no se traslada a Andorra.
El inform¨¢tico y la consultora se plantean retos a modo de juegos m¨¢s o menos inocentes y en los que involucran, sin que lo sepan, al resto de los empleados. La editorial sigue su marcha triunfal hacia el desastre hasta que aparece una plataforma de streaming que pretende comprarla para alcanzar una cierta respetabilidad y, tambi¨¦n, tener los derechos de adaptaci¨®n. Son los malos de la serie y tiene gracia que la produzca una plataforma de streaming: hasta ah¨ª llega la seguridad en s¨ª mismos de los nuevos amos del cotarro. Situaciones divertidas, conflictos entre calidad y ventas, desgarro de vestiduras del escrupuloso director literario ante lo que se avecina y autores eg¨®latras: nada nuevo bajo el sol pero con un toque de humor sutil.