¡®Servant¡¯: mal rollo, agobio y humor macabro con el sello Shyamalan
La serie de suspense y terror de Apple TV+ crece en su segunda temporada al dar con un tono muy particular
Servant es una serie oculta en una plataforma casi igual de oculta. Apple TV+ puede que no sea el servicio de televisi¨®n bajo demanda m¨¢s conocido, ni el que mayor cantidad de contenido tenga. Pero s¨ª es posible que sea uno de los que m¨¢s aciertos ha logrado con su pu?ado de producciones originales. En un cat¨¢logo que tiene joyas como ...
Servant es una serie oculta en una plataforma casi igual de oculta. Apple TV+ puede que no sea el servicio de televisi¨®n bajo demanda m¨¢s conocido, ni el que mayor cantidad de contenido tenga. Pero s¨ª es posible que sea uno de los que m¨¢s aciertos ha logrado con su pu?ado de producciones originales. En un cat¨¢logo que tiene joyas como Ted Lasso, Dickinson, The Morning Show, Mythic Quest o Central Park, su apuesta m¨¢s malrollera y, al mismo tiempo, una de las m¨¢s estimulantes es Servant. Creada y escrita por Tony Basgallop y producida por M. Night Shyamalan (quien, hasta el momento, ha dirigido tres episodios, el primero de la serie entre ellos), la trama se mueve con facilidad entre el terror, el drama, el suspense y la comedia negra y consigue premiar la paciencia del espectador.
Una pareja de Filadelfia trata de lidiar con el duelo como buenamente puede tras la muerte de su beb¨¦. Ella, sin embargo, se niega a aceptarlo y un mu?eco reborn sustituye a su hijo. Su marido le sigue la corriente por miedo a que no est¨¦ preparada para afrontar la tr¨¢gica realidad, tanto que llega a contratar a una ni?era para hacerse cargo del supuesto beb¨¦ cuando ella regresa a su trabajo como periodista. Sin embargo, la tranquila ni?era parece tener unas intenciones ocultas y poco tiempo despu¨¦s de llegar a la casa, empiezan a ocurrir cosas misteriosas.
M¨¢s all¨¢ de la trama, que avanza, con ritmo pausado, entre giros y revelaciones a cada cual m¨¢s retorcido, una de las grandes bazas de esta producci¨®n es su ambientaci¨®n oscura y claustrof¨®bica, con planos e im¨¢genes inquietantes marca de la casa Shyamalan. M¨¢s que sustos o apariciones repentinas, el terror aqu¨ª est¨¢ en los silencios, las miradas, la oscuridad, la sensaci¨®n de que algo sobrenatural ronda toda la situaci¨®n, como parece confirmarse hacia el final de la primera temporada. La segunda entrega (ahora en emisi¨®n con cap¨ªtulos cada viernes) retoma la historia en el punto en el que se qued¨® y afina el tono de la serie aprovechando un humor que en la primera tanda se quedaba en brochazos puntuales y ahora ayuda a dejar todav¨ªa m¨¢s difusa la l¨ªnea entre la cordura y la locura.
La trama, que en los nuevos cap¨ªtulos avanza con m¨¢s decisi¨®n, ha apostado tambi¨¦n por poner m¨¢s el foco en el desarrollo de sus protagonistas, con especial atenci¨®n al tr¨ªo formado por el matrimonio interpretado por Toby Kebbell y una Lauren Ambrose que parece estar pas¨¢rselo genial con los giros de su personaje en la segunda temporada, a los que se suma el hermano de ella, un Rupert Grint cuyo personaje ayuda a desengrasar con su frecuente aportaci¨®n c¨®mica. Mientras, algunas piezas van encajando, aunque las sombras y el misterio se mantienen en una serie absorbente que a estas alturas conjuga muy bien su asfixiante atm¨®sfera con la trama, personajes y su particular humor.