El mundo necesita m¨¢s series como ¡®Shtisel¡¯
Es much¨ªsimo m¨¢s meritorio escribir ¡®Shtisel¡¯ que ¡®Unorthodox¡¯, porque es mucho m¨¢s dif¨ªcil narrar que aleccionar
Unorthodox se llev¨® carretones de premios en medio mundo, incluido un Emmy, porque a los h¨ªpsters laicos de ese medio mundo nos emocion¨® su ¨¦pica racionalista: una chica fr¨¢gil y sometida que vence a la secta de fan¨¢ticos jas¨ªdicos en la que ha crecido. La segunda parte era un engrudo de autoayuda, pero incluso los que no pudimos tragarlo concluimos que la serie estaba muy bien. En mi caso, se deb¨ªa a que no hab¨ªa visto ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Unorthodox se llev¨® carretones de premios en medio mundo, incluido un Emmy, porque a los h¨ªpsters laicos de ese medio mundo nos emocion¨® su ¨¦pica racionalista: una chica fr¨¢gil y sometida que vence a la secta de fan¨¢ticos jas¨ªdicos en la que ha crecido. La segunda parte era un engrudo de autoayuda, pero incluso los que no pudimos tragarlo concluimos que la serie estaba muy bien. En mi caso, se deb¨ªa a que no hab¨ªa visto a¨²n Shtisel, cuya ¨²ltima temporada acaba de estrenarse en Netflix.
Shtisel no gana premios (salvo en su pa¨ªs, Israel) y no se adorna con ditirambos de grandes intelectuales porque es una serie convencional dirigida a un p¨²blico de masas. No tiene tesis ni hay h¨¦roes que desaf¨ªen la opresi¨®n religiosa. Los Shtisel son una familia de jud¨ªos ortodoxos de Jerusal¨¦n cuyas vidas se narran con recursos c¨®micos aderezados de melodrama, sin descuidar su poquito de costumbrismo.
El jurado de los Emmy opinar¨¢ lo contrario, pero es much¨ªsimo m¨¢s meritorio escribir Shtisel que Unorthodox, porque es mucho m¨¢s dif¨ªcil narrar que aleccionar. Unorthodox es un serm¨®n lanzado contra los sermones, pero los personajes de Shtisel, encabezados por ese Akiva de ojazos verdes que enamora desde el primer plano, son redond¨ªsimos y hacen lo que hacemos todos: mantenernos de pie en un mundo tembloroso. No son caricaturas de fan¨¢ticos religiosos, sino seres d¨¦biles y contradictorios. Se enamoran de quien no deben y tienen hijos a los que no saben decir te quiero. Contar todo eso con el lenguaje de la tele comercial y conseguir que cualquier espectador entienda la tristeza de Akiva sin saber qu¨¦ es una yeshiva ni por qu¨¦ toca la mezuz¨¢ al cruzar la puerta de una casa es un logro al alcance de muy pocos contadores de historias. El mundo necesita m¨¢s relatos as¨ª y menos sermones.
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.