C¨®mo ¡®First Dates¡¯ se convirti¨® en el programa m¨¢s inclusivo de la televisi¨®n

Seis mil citas, 28 pedidas de matrimonio, siete bodas y ocho beb¨¦s. Este es uno de los m¨²ltiples balances de First Dates, el programa de citas de Cuatro con el que Espa?a lleva cenando en la media d¨¦cada que cumple esta semana. Se podr¨ªan destacar estos logros en clave puramente amorosa, pero en realidad hay much¨ªsimos m¨¢s. Las 1.200 citas entre gais o lesbianas y otras 600 en las que la audiencia ha comprendido lo que es la bisexualidad, el ...

Seis mil citas, 28 pedidas de matrimonio, siete bodas y ocho beb¨¦s. Este es uno de los m¨²ltiples balances de First Dates, el programa de citas de Cuatro con el que Espa?a lleva cenando en la media d¨¦cada que cumple esta semana. Se podr¨ªan destacar estos logros en clave puramente amorosa, pero en realidad hay much¨ªsimos m¨¢s. Las 1.200 citas entre gais o lesbianas y otras 600 en las que la audiencia ha comprendido lo que es la bisexualidad, el poliamor, la asexualidad, intersexualidad, ser trans o de g¨¦nero fluido con una media de 1.255.000 espectadores diarios (el 7,4% de la cuota de pantalla) son otros de los hitos del programa de Mediaset. En esas cenas a dos emitidas cada noche, citas a ciegas del restaurante que conduce Carlos Sobera desde abril de 2016, no solo se ha hecho entretenimiento televisivo sobre la b¨²squeda del amor, tambi¨¦n se ha modernizado y normalizado el l¨¦xico sexoafectivo del siglo XXI y las m¨²ltiples formas de entender las relaciones amorosas o la vida diversa en sociedad.

¡°El restaurante est¨¢ para reflejar lo que pasa en la calle¡±, apunta Yolanda Mart¨ªn Campayo, productora ejecutiva de Warner y directora del programa en su primera etapa. Sin l¨ªmites de edad o de identidad sexual y de g¨¦nero entre los participantes, por el programa tambi¨¦n han pasado solteros con s¨ªndrome de Down, discapacidad auditiva o visual o trastornos como asperger y autismo. Mart¨ªn recuerda ¡°con much¨ªsimo cari?o¡± la primera cita con s¨ªndrome de Down, la de Mar¨ªa y Manolo. ¡°El padre de Mar¨ªa se emocion¨® much¨ªsimo porque por primera vez pod¨ªa verla hablando de s¨ª misma ¡®como las chicas de su edad¡¯. Aqu¨ª no hemos tenido barreras desde el primer d¨ªa¡±, destaca sobre esta apuesta por la visi¨®n inclusiva de la sociedad espa?ola.

Lejos de encerrarse en el obsoleto chico-conoce-a-chica y de la l¨®gica por la competici¨®n amorosa cishetero entre j¨®venes atractivos de otros programas de citas Mujeres y hombres y viceversa (Mediaset), Are you the one? (MTV) o Love is Blind (Netflix), en First Dates la transversalidad se visibiliza gracias a una caracter¨ªstica edici¨®n en clave de tolerancia, respeto y un fin¨ªsimo sentido del humor. ¡°Pese a la edici¨®n, es poco artificioso. Es cre¨ªble y hace de espejo de todos¡±, defiende la escritora y periodista Anna Pacheco, fan del formato, y a?ade: ¡°Tiene una sutil pedagog¨ªa sin ser moralista ni lacrim¨®gena¡±. Pacheco se plante¨® ¡°cosas que no hab¨ªa hecho hasta entonces sobre la comunidad oyente¡± en una cita que se desarroll¨® por lenguaje de signos y tiene grabado en su memoria el programa en el que ¡°una se?ora andaba buscando a alguien que se pareciera a su marido muerto, no ped¨ªa m¨¢s que eso¡±. Para la autora, todo este abanico de realidades, sin fronteras de g¨¦nero o de edad, son la clave de la conexi¨®n con el espectador. ¡°Estamos todos ah¨ª. Recuerdo una chavala que tal como vio a su cita dijo que no le gustaba porque ten¨ªa cara de pijo y no le gustaban los pijos. Pasan este tipo de situaciones: ¡®Parece garrulo¡¯, ¡®es demasiado choni¡¯, ¡®me gusta porque tiene estudios universitarios¡¯, ¡®busco a alguien culto¡¯ o ¡®una viajada¡¯, etc. Es muy interesante tambi¨¦n ver estas tensiones de clase, constantes y muy representativas¡±.

Aunque las citas de First Dates suelen quedarse en diez minutos en el corte final, en realidad se sit¨²an entre la hora y hora y media de duraci¨®n. Los daters se embolsan ¡°una compensaci¨®n simb¨®lica¡± por el tiempo de grabaci¨®n y en una jornada habitual, el equipo graba unos ocho encuentros de media. Un ritmo que no ha frenado ni la pandemia de coronavirus. Tras un par¨®n derivado por el encierro inicial, ahora todos los participantes se someten a una prueba PCR antes de la grabaci¨®n. ¡°M¨¢s all¨¢ de reestructurar la producci¨®n, tambi¨¦n ha afectado al tipo de conversaciones en las citas, ahora ya no hablan de sus viajes, ahora se centran m¨¢s en s¨ª mismos¡±, destaca Yolanda Mart¨ªn sobre este nuevo paradigma. ¡°La gente tiene ganas de tocarse y de conocerse mucho m¨¢s que antes¡±, a?ade David Cardona, productor ejecutivo de Mediaset Espa?a.

Con el paso de los a?os, el programa ha desdibujado el objetivo amoroso y rom¨¢ntico de su semi¨®tica para priorizar una diversidad conversacional que hace visible las realidades de sus participantes y el choque de estas con la propia del espectador. Si hay suerte, se llegar¨¢ a una conexi¨®n positiva para seguir conoci¨¦ndose (as¨ª ha sido en el 60% de los casos en estos cinco a?os), pero todo el mundo sabe que los flechazos, en realidad, son un buen cebo, pero es lo de menos en First Dates.

Con m¨¢s de un centenar de trabajadores en plantilla, 15 personas se dedican ¨²nica y exclusivamente a rastrear perfiles diversos por la red para invitarles a una cita y poder trasladar esa diversidad social a la pantalla. As¨ª fue como contactaron con la activista anticapacitista Oyirun, una tarragonense de 23 a?os con atrofia muscular espinal que se gan¨® a la audiencia abogando por el ¡°orgullo tullido¡± en su cita con Ariel, una artista trans no binaria. ¡°Me encanta el salseo del programa, ya era fan, pero nunca imagin¨¦ participar. Me lleg¨® un mensaje privado de un trabajador anim¨¢ndome a defender mi activismo desde un canal con mucha audiencia y me convenci¨®. La recepci¨®n fue muy positiva y muy poco paternalista, que es lo que me suele pasar con mi activismo. Si ahora mismo no tuviese pareja, volver¨ªa encantada¡±, explica.

¡°First Dates es como los documentales de La 2, pero aplicado a la diversidad sexogen¨¦rica¡±, sentencia el escritor y activista LGTBIQ Carlos Barea, que tambi¨¦n acudi¨® por puro activismo cultural y por ganarle una batalla a la ¡°homofobia interiorizada¡± que arrastraba a nivel personal. ¡°La presencia de personas LGBTIQ en programas de televisi¨®n, series, cine o literatura debe de ser constante. Una vez que hemos dejado de ser invisibles no podemos permitir que nos vuelvan a ocultar¡±, reivindica, y aclara que ¨¦l mismo le indic¨® al redactor que contact¨® con ¨¦l que no ten¨ªa ning¨²n inter¨¦s en convertirse en un personaje p¨²blico de por s¨ª. ¡°Me explicaron que el enfoque de mi cita ir¨ªa encaminado a mi activismo cultural. Todo el proceso fue respetuoso, incluso el montaje, que es la marca de la casa, reforz¨® nuestra conversaci¨®n activista¡±, a?ade y asegura que mantiene un contacto amistoso con ?scar, su cita en el programa.

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