Larry David, el gamberro institucional
Ya no lo veo con la inocencia del principio, sino como una liturgia ineludible, como antes se hac¨ªa con las pelis de Woody Allen
Est¨¢ viejillo, se echan de menos muchos personajes y ha curado de espanto a todos sus espectadores, sin que queden ya umbrales de asombro o verg¨¹enza ajena que cruzar. Sabemos que Larry David es capaz de arrancarnos carcajadas diab¨®licas de cualquier cosa: incordi¨® a un jud¨ªo ofendido por la m¨²sica de Wagner poni¨¦ndole una orquesta bajo su ventana, consigui¨® que nadie le molestara ni le dirigiera la palabra haci¨¦ndose pasar por trumpista con una gorra de Make America Great Again y sac¨® ...
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Est¨¢ viejillo, se echan de menos muchos personajes y ha curado de espanto a todos sus espectadores, sin que queden ya umbrales de asombro o verg¨¹enza ajena que cruzar. Sabemos que Larry David es capaz de arrancarnos carcajadas diab¨®licas de cualquier cosa: incordi¨® a un jud¨ªo ofendido por la m¨²sica de Wagner poni¨¦ndole una orquesta bajo su ventana, consigui¨® que nadie le molestara ni le dirigiera la palabra haci¨¦ndose pasar por trumpista con una gorra de Make America Great Again y sac¨® a Salman Rushdie presumiendo de lo mucho que se liga cuando te lanzan una fatua. Lleva 21 a?os en antena, nos lo ha contado todo. Ya no lo veo con la inocencia del principio, sino como una liturgia ineludible, como antes se hac¨ªa con las pelis de Woody Allen: es un gamberrismo institucional y tal vez el ¨²ltimo reducto del otrora prestigios¨ªsimo humor jud¨ªo. Renuevo los votos de mi fe en ese humor cada vez que veo un cap¨ªtulo, y me siento tan desubicado y anacr¨®nico como ese personajillo calvo que mete la pata cada vez que habla.
Seinfeld, el fen¨®meno pop al que Larry David debe todo, estuvo ocho a?os en antena. Larry David lleva parodiando su vida de rico ga?¨¢n en Los ?ngeles m¨¢s de 20, pero con muchos menos episodios que Seinfeld, porque Curb Your Enthusiasm es una serie pachorra e indisciplinada, como su propio t¨ªtulo indica. Aparece y desaparece como el Guadiana. Unos a?os se emite y otros no, sin mayores explicaciones, y cada temporada es cortita, para no empacharnos. Seinfeld era taylorismo televisivo, una churrer¨ªa de chistes a pleno rendimiento para el p¨²blico can¨ªbal del prime time. Esto es casi el pasatiempo de un jubilado, un vicio medio secreto.
El lema de este regreso es: ¡°El mundo ha cambiado; ¨¦l, no¡±. Am¨¦n. Y que siga as¨ª, constante e histri¨®n. Que no nos falle.
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