El ¡®psiquiatra de los famosos¡¯ que rob¨® la vida a su paciente

Martin Markowitz, Marty, trabajaba con su hermana en el negocio familiar, una empresa dedicada a las escenograf¨ªas teatrales. La muerte de sus padres y tener que dirigir una empresa en la que antes era uno m¨¢s le provocaron ataques ansiedad y acentu¨® sus inseguridades. Siguiendo los consejos de su hermana y otros amigos, acudi¨® a terapia con el doctor Isaac Herschkopf, Ike. Era 1981. Dos a?os despu¨¦s, y bajo la influencia de su doctor, quien tuvo entre sus pacientes a celebridades como la actriz Gwyneth Paltrow y el deportista O. J. Simpson, Markowitz deshered¨® a su ¨²nica hermana...

Martin Markowitz, Marty, trabajaba con su hermana en el negocio familiar, una empresa dedicada a las escenograf¨ªas teatrales. La muerte de sus padres y tener que dirigir una empresa en la que antes era uno m¨¢s le provocaron ataques ansiedad y acentu¨® sus inseguridades. Siguiendo los consejos de su hermana y otros amigos, acudi¨® a terapia con el doctor Isaac Herschkopf, Ike. Era 1981. Dos a?os despu¨¦s, y bajo la influencia de su doctor, quien tuvo entre sus pacientes a celebridades como la actriz Gwyneth Paltrow y el deportista O. J. Simpson, Markowitz deshered¨® a su ¨²nica hermana.

Al a?o siguiente, cre¨® una fundaci¨®n privada que controlaba Herschkopf. Poco despu¨¦s, cambi¨® su testamento para dejar su mansi¨®n en Southampton (Nueva York) a esa fundaci¨®n y nombr¨® a su terapeuta copropietario de una cuenta en Suiza con unos 900.000 d¨®lares. Mientras, Markowitz transcrib¨ªa manuscritos de su doctor e imprim¨ªa las tarjetas que recib¨ªan los invitados a las fiestas que Herschkopf daba en casa de su paciente, quien se encargaba de la parrilla y de servir las copas mientras Herschkopf recib¨ªa a los asistentes. All¨ª todos cre¨ªan que Markowitz era un camarero. 27 a?os despu¨¦s, Marty se dio cuenta de que su terapeuta hab¨ªa tomado el control absoluto de su vida y desde entonces lleva luchando por recuperarla. El pasado abril quitaron la licencia de doctor a Herschkopf.

Cuando el periodista Joe Nocera, vecino de Marty, conoci¨® su historia, la transform¨® en un podcast que en 2019 se convirti¨® en todo un fen¨®meno en Estados Unidos. Ese audio, titulado The Shrink Next Door (algo as¨ª como ¡°El psiquiatra de la casa de al lado¡±), es la base de la serie hom¨®nima de ocho episodios que este viernes estrena Apple TV+. Will Ferrell interpreta a Marty; y Paul Rudd, al terapeuta Ike para mostrar una relaci¨®n con muchas aristas a lo largo de casi tres d¨¦cadas. ¡°Es una historia al mismo tiempo incre¨ªble y cre¨ªble¡±, dice Ferrell en una entrevista por videollamada. ¡°Cuando lo escuchas piensas que nunca aceptar¨ªas que te ocurriera algo as¨ª, y seg¨²n vas escarbando en la historia, te das cuenta de que, conociendo las circunstancias, de d¨®nde viene esa persona y lo vulnerable que era, todos nos hemos sentido as¨ª alguna vez en nuestra vida, es algo con lo que te puedes sentir identificado¡±, a?ade Ferrell, tambi¨¦n productor de la serie.

Su reparto es conocido sobre todo por su vertiente c¨®mica: tanto Ferrell como Rudd han formado parte durante a?os del veterano programa de sketches (escenas graciosas) Saturday Night Live, pero no se puede etiquetar a The Shrink Next Door como una comedia a secas. M¨¢s bien se acerca a la combinaci¨®n de drama y comedia negra que su guionista, Georgia Pritchett, ha puesto en pr¨¢ctica en otro de los t¨ªtulos en los que trabaja, Succession. ¡°Habiendo escrito en Veep, sobre el mundo de la pol¨ªtica, y en Succession, sobre el entorno empresarial, dos mundos muy c¨ªnicos, muy complicados, me gust¨® escribir sobre una relaci¨®n, sobre emociones, gente que cambia y crece, que sufre¡±, dice la brit¨¢nica, m¨¢xima responsable de la serie. ¡°Me parec¨ªa demasiado f¨¢cil re¨ªrnos de estos dos hombres, despreciar a Marty como un tonto manipulable y a Ike por malvado o manipulador. Necesit¨¢bamos adentrarnos en la parte emocional de la historia para que el espectador pueda conectar con cada personaje y hacer que los dos emerjan, no solo representarlos como la v¨ªctima y el villano¡±, contin¨²a.

La mezcla de tonos fue un reto para los protagonistas. ¡°Creo que nos llev¨® un par de semanas de rodaje sentirnos c¨®modos¡±, recuerda Paul Rudd. ¡°Sab¨ªamos lo que est¨¢bamos haciendo, que no era comedia. Quer¨ªamos acercarnos a este material de la forma m¨¢s realista posible e interpretar los personajes como la gente real que son y entrar en la complejidad y los matices de la historia. Pero en cuanto al tono, es complicado, porque a veces parece extremo, a veces es como si los personajes fueran caricaturas, pero no lo son. Dar con la tecla nos llev¨® tiempo. El click surgi¨® cuando ya llev¨¢bamos un tiempo en producci¨®n¡±. ¡°Es un reto placentero poder hacer algo as¨ª, tan real. Si es comedia o drama da igual, al final solo somos contadores de historias y eso es lo que hacemos, contar una historia¡±, completa Ferrell.

Los porqu¨¦s

Con su adaptaci¨®n, Pritchett quer¨ªa contar las dos caras de la moneda: el podcast se centraba en la versi¨®n de Marty, pero, ?c¨®mo era realmente su psiquiatra? ¡°Escuch¨¦ un mont¨®n de grabaciones, v¨ªdeos, le¨ª cartas, libros¡­ hice mucha investigaci¨®n¡±, cuenta la guionista. ¡°Sus dos padres eran supervivientes de campos de trabajo de la II Guerra Mundial, e investigu¨¦ c¨®mo eso podr¨ªa afectar a la siguiente generaci¨®n y marcar c¨®mo fue Ike. He intentado entender por qu¨¦ un hombre que es tan exitoso, con una familia que le quiere, un hombre encantador, siente que no es suficiente todo eso. Me parec¨ªa muy interesante y triste de alguna forma¡±.

Para preparar sus personajes, Ferrell y Rudd, acompa?ados por el director Michael Showalter, visitaron al Martin Markowitz real en su mansi¨®n de Southampton. Ahora a punto de cumplir 80 a?os, est¨¢ pensando en jubilarse y retirarse a vivir con su novia ¡ªsu psiquiatra no le dejaba tener pareja porque le dec¨ªa que las mujeres solo iban detr¨¢s de su fortuna¡ª. ¡°Estaba muy emocionado con la serie, abierto a hablar de cualquier cosa y a que le consult¨¢ramos por correo, por chat o como fuera¡±, recuerda Ferrell, que pudo comprobar en primera persona c¨®mo era el hombre al que iba a interpretar. Rudd, en cambio, tuvo que conformarse con alguna pista sobre su personaje. ¡°Me dijo una cosa que no estaba en el podcast y que era muy interesante sobre Ike: que siempre llevaba zapatillas deportivas, incluso cuando vest¨ªa de traje, as¨ª que hice eso en la serie¡±.

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