Sindicato YouTube

M¨²sico, arquitecto, DJ, escritor, actor, pintor, dise?ador gr¨¢fico y bailar¨ªn de contempor¨¢neo¡­ Quien se defina de semejante forma tiene un nombre en espa?ol, y ese nombre es diletante. Ellos, sin embargo, prefieren definirse como ¡°creadores de contenido¡±, y no solo porque desconozcan la palabra exacta. Es l¨ªcito aspirar a ser creador de contenido, es decir a ser el que llene las plataformas d...

M¨²sico, arquitecto, DJ, escritor, actor, pintor, dise?ador gr¨¢fico y bailar¨ªn de contempor¨¢neo¡­ Quien se defina de semejante forma tiene un nombre en espa?ol, y ese nombre es diletante. Ellos, sin embargo, prefieren definirse como ¡°creadores de contenido¡±, y no solo porque desconozcan la palabra exacta. Es l¨ªcito aspirar a ser creador de contenido, es decir a ser el que llene las plataformas de contenido para que la gente siga echando el d¨ªa en ellas, ?por qu¨¦ no? El problema es cuando el creador pierde el norte sobre lo que es, o podr¨ªa ser, su papel en todo esto. Esta semana un grupo de estas personas ha anunciado un sindicato de creadores de contenidos que le pare los pies a Google. La reacci¨®n ha sido un¨¢nime: risotada y corte de mangas.

Por qu¨¦ es un absurdo ya lo han analizado otros cuantos youtubers de corte neoliberal. En breve: nadie te pide ni los v¨ªdeos ni te pone peros al contenido; los subes porque t¨² quieres. En el v¨ªdeo de presentaci¨®n de esta ocurrencia se mezclan conceptos como democracia, libertad de expresi¨®n, diversidad, pluralidad ideol¨®gica¡­ y de fondo, por supuesto, el dinero. La cara visible son creadores de contenido que manejan cifras irrisorias para lo que se pide en redes sociales. Solo dos pasan de los 100.000 seguidores.

Lo han planteado mal, muy mal. Pero cuidado con estas risas; el poder social de las redes es grande y pronto tendr¨¢ sentido exigir una transparencia. Es una batalla que no librar¨¢n los que proponen este sindicato ¡ªque acoge UGT motivada seguramente por alguien con af¨¢n por parecer joven¡ª pero s¨ª otros agentes. Ser¨¢ parte de una guerra por el control del conocimiento y la informaci¨®n, y dentro de 20 a?os probaremos los frutos. Que Dios nos pille confesados.

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