¡®F¨¢cil¡¯: buscar la libertad sin tener independencia
Adaptada por Anna R. Costa a partir de una novela de Cristina Morales, la serie de Movistar Plus+ recrea la vida de cuatro j¨®venes con diversidad funcional que viven bajo la constante amenaza de que las echen del piso tutelado
Cuatro mujeres cerca de la treintena que buscan ser independientes ante un Estado que no se lo permite. Este es el argumento de F¨¢cil, la nueva serie de Movistar Plus+ estrenada el 1 de diciembre, protagonizada por Anna Castillo (Nati), Coria Castillo (?ngels), Natalia de Molina (Marga) y Anna Marchessi (Patri). ¡°Es la historia de cuatro primas que viven juntas¡±, asegura en una entrevista a EL PA?S Marchessi, que debuta...
Cuatro mujeres cerca de la treintena que buscan ser independientes ante un Estado que no se lo permite. Este es el argumento de F¨¢cil, la nueva serie de Movistar Plus+ estrenada el 1 de diciembre, protagonizada por Anna Castillo (Nati), Coria Castillo (?ngels), Natalia de Molina (Marga) y Anna Marchessi (Patri). ¡°Es la historia de cuatro primas que viven juntas¡±, asegura en una entrevista a EL PA?S Marchessi, que debuta como actriz. Pero es Coria la primera que da en el blanco: ¡°Cuando le¨ª el guion no pens¨¦ que tuvieran diversidad funcional¡±. La clave de esta ficci¨®n, seg¨²n sus protagonistas, es que la discapacidad pasa a segundo plano. Una trama que versa sobre ligaduras de trompas casi obligatorias, el miedo a que te echen de casa y te quiten la libertad, a no limpiar el polvo las horas antes de que te hagan una inspecci¨®n... todo bajo la tutela, muchas veces paternalista, del Estado.
El cap¨ªtulo piloto marca el camino de una serie que mezcla el drama de las cuatro j¨®venes con el humor. Lo c¨®mico es una parte esencial para que el mensaje cale, o as¨ª lo piensa Coria, que tambi¨¦n es humorista: ¡°Renunciar a ¨¦l es perder realismo porque en la vida no todo es sufrimiento. Igual si se hubiese abordado el tema de forma intensa, el espectador lo hubiera rechazado¡±. Marga, que tiene una discapacidad intelectual, conoce su cuerpo y sus deseos a la perfecci¨®n y, aparte de ¡°ense?ar el co?o en el primer cap¨ªtulo¡±, como relata Anna, sufre la imposici¨®n del Estado de ligarse las trompas. ¡°Son mujeres constantemente juzgadas y que reciben el mensaje de que ser quienes son est¨¢ mal¡±, comenta De Molina. Un argumento contra el que Nati (Anna Castillo), que tiene una voluntad pol¨ªtica y social clara, arremete constantemente: para ella sufren un ¡°secuestro legal¡±, misma expresi¨®n que utilizan las actrices para definir la realidad de la serie.
No pueden dormir fuera, fumar, llevar a sus parejas a casa, olvidarse un d¨ªa de hacer la compra o limpiar el polvo, mantener relaciones sexuales... ¡°Est¨¢n limitadas en cualquier ¨¢mbito de su vida¡±, protesta Coria, ¡°tras la premisa de protegerlas por su discapacidad, no se plantean lo que pueden hacer con sus capacidades¡±. Aun as¨ª, De Molina defiende que ¡°no son mujeres independientes, pero s¨ª libres¡±. A la actriz le encantar¨ªa tener la libertad de esp¨ªritu de su personaje: ¡°Es feliz porque disfruta de las cosas que no cuestan dinero y eso incomoda mucho a la sociedad¡±. Aunque tambi¨¦n se lleva la tristeza de darse cuenta de los problemas que eso le acarrean.
Las cuatro actrices tardaron mes y medio en construir los personajes. En el proceso visitaron pisos tutelados, adem¨¢s, Anna asisti¨® a clases de danza y De Molina, que protagoniza la transformaci¨®n m¨¢s impactante de la serie, al logopeda para encontrar la voz de Marga. ¡°Al principio pens¨¦ que no estaba capacitada, pero algo en mi mente se abri¨® y mi mundo se ampli¨® de tal forma que todo lo que ve¨ªa eran inspiraciones relacionadas con Marga¡±, explica. La ganadora del Goya a la mejor actriz protagonista de 2016 encontr¨® su musa: se llama Alma y de ella cogi¨® todas las estereotipias (los movimientos faciales), las ausencias y la voz. Un cambio total en la pantalla que borra todo rastro de la actriz para dar paso un personaje que cobra vida propia y del que se cuelan frases en la entrevista.
Mientras, Anna asegura que fue dif¨ªcil crear los personajes porque no existen dos discapacidades iguales: ¡°Era complicado encontrar a alguien que se pareciera a Nati, pero entre las personas que conocimos ve¨ªa cosas que ten¨ªa ella¡±. Nominada a los Goya como actriz protagonista, Anna no ha parado de hacer mujeres de armas tomar y, en este caso, Nati por su discapacidad es la m¨¢s arrolladora de todas. ¡°Hay una cosa de Nati que me da mucha envidia: no tener filtro¡±, bromea la int¨¦rprete que asegura que en realidad es as¨ª, pero lo reprime por ¡°ser maja¡±.
?ngels y Patri son las otras dos que completan el cuarteto. Coria ha incorporado a su vida la forma en la que ?ngels ve la vida: sin prejuicios y con paz. ¡°No se plantea por qu¨¦ cada uno hace las cosas, les deja ser libres¡±, explica. Patri es la m¨¢s trabajadora y recta de las tres, nunca ha incumplido una norma y lo exige para el resto. ¡°Ha tenido que reprimir sus instintos para lograr lo que tiene¡±, se apena Marchessi. Pero la realidad es que, tras la insistencia de su hermana Nati que la llama ¡°pija¡± o ¡°capitalista¡±, se suelta la melena.
Todas ten¨ªan miedo a enfrentarse a esta serie, ¡°si no fuera as¨ª, ser¨ªamos unas insensatas¡±, espeta De Molina ante tres cabezas que asienten. Salvo Anna Marchessi, todas las int¨¦rpretes son personas normativas. Las dos veteranas lo tienen claro: ¡°Somos actrices, nuestro trabajo es siempre hacer de otra persona y mostrar su realidad¡±. Adem¨¢s, De Molina a?ade: ¡°Como mujeres tenemos much¨ªsimo m¨¢s en com¨²n con ellas que lo que nos separa¡±. Marchessi resta importancia a este hecho porque su proceso ha sido el mismo que el de sus compa?eras: ¡°No por tener una discapacidad f¨ªsica como la m¨ªa he tenido que trabajar diferente, en muchas cosas Patri est¨¢ en las ant¨ªpodas de lo que yo soy¡±. Coria, que debuta como actriz en el papel de ?ngels y que sigue sin saber si ha logrado actuar bien, sentencia: ¡°Nuestra m¨¢xima era hacerlo realista y con mucho respeto, que nadie se pudiera ofender por hacer una caricatura¡±. Para De Molina es un tema delicado, dado que poner a una persona con discapacidad intelectual a realizar algunas escenas de sexo podr¨ªa ¡°ser una violaci¨®n¡±, aunque espera que esta serie abra puertas para las personas del colectivo que quieran ser actrices.
La pol¨¦mica ha rodeado el estreno de la serie. Cristina Morales, autora del libro Lectura f¨¢cil, en el que se basa la serie, escribi¨® un art¨ªculo de opini¨®n en el que rebautizaba la ficci¨®n como ¡°Nazi¡± y se quejaba de que Anna R. Costa, directora del proyecto, hab¨ªa edulcorado el papel de los servicios sociales. Para las actrices, la autora tiene derecho a quejarse, pero tiene que entender que una se ci?e al lenguaje literario y la otra al audiovisual. ¡°Es frustrante que se incida en esto porque dejamos de hablar de lo realmente importante: los personajes. Les estamos dando voz y queremos que se las escuche¡±, lamenta Marchessi. De Molina eleva la queja algo m¨¢s: ¡°Al final acabamos haciendo la cosa m¨¢s patriarcal y antigua del mundo que es enfrentar a dos mujeres cuando yo las celebro a ambas¡±.
El camino que seguir¨¢n las cuatro protagonistas queda abierto en el ¨²ltimo cap¨ªtulo. Al grito de ¡°anarqu¨ªa¡±, las j¨®venes se embarcan en lo que parece su siguiente aventura. Nati pedalea un bicitaxi que han robado y es el momento en el que m¨¢s libres se encuentran.