Blanca Paloma, mejor que Agoney y peor que Alice Wonder
Espa?a lo vuelve a intentar en Eurovisi¨®n con una canci¨®n de vuelo flamenco despu¨¦s de una final del Benidorm Fest que no tuvo un buen nivel
Uno de los mensajes que se repiti¨® anoche en el Benidorm Fest ha sido aquello de ¡°gana la m¨²sica¡±. Nadie se ha atrevido a especificar lo importante: qu¨¦ clase de m¨²sica. En este universo tan pr¨®ximo a una distop¨ªa de colorines en el que se ha convertido Eurovisi¨®n, Benidorm Fest cumple su funci¨®n de brazo armado ideol¨®gico. La competici¨®n de la ciudad alicantina se mueve como un mini Eurovisi¨®n y expande la filosof¨ªa de un concurso que se siente en su salsa premiando la puesta en escena, las voces de laboratorio y los cue...
Uno de los mensajes que se repiti¨® anoche en el Benidorm Fest ha sido aquello de ¡°gana la m¨²sica¡±. Nadie se ha atrevido a especificar lo importante: qu¨¦ clase de m¨²sica. En este universo tan pr¨®ximo a una distop¨ªa de colorines en el que se ha convertido Eurovisi¨®n, Benidorm Fest cumple su funci¨®n de brazo armado ideol¨®gico. La competici¨®n de la ciudad alicantina se mueve como un mini Eurovisi¨®n y expande la filosof¨ªa de un concurso que se siente en su salsa premiando la puesta en escena, las voces de laboratorio y los cuerpos de baile. Y, vale, entramos en el juego y procuramos divertirnos, que de eso se trata. De vez en cuando surgen versos sueltos que nos sacan del modo chiripitifl¨¢utico y nos hace ponernos serios.
Fue lo que ocurri¨® con la actuaci¨®n de Alice Wonder. A su canci¨®n, Yo quisiera, se la quitan de encima los menos inclusivos de este tinglado diciendo que no tiene posibilidades por ¡°poco eurovisiva¡±. Porque una propuesta eurovisiva debe ser euf¨®rica, coreable, bailable y estar salpicada de se?uelos visuales. Yo quisiera, efectivamente, no transita por ese camino. La madrile?a posee una voz emocionante, con alma, desgarrada cuando lo pide el relato y potente cuando hay que demostrar poder¨ªo pulmonar. Su actuaci¨®n de anoche result¨® un gozoso par¨¦ntesis en una gala con un nivel justito. M¨¢s si la comparamos con la del a?o pasado. No gan¨® Alice Wonder, claro, aunque no hubiese sido una locura. Porque el concepto de canci¨®n eurovisiva tiene sus fisuras: por una de ellas se col¨® Salvador Sobral con su vibrante victoria de 2017.
De las dos favoritas, Agoney y Blanca Paloma, gan¨® la mejor. No son buenas las experiencias de Espa?a enviando flamenco a Eurovisi¨®n. Se intent¨® con Remedios Amaya en 1983 y fue un desastre: el resultado (¨²ltimo puesto), no la canci¨®n, que ten¨ªa su gracia. Blanca Paloma acudir¨¢ a Liverpool con Eaea, un tema con impronta flamenca, una canci¨®n con instrumentaci¨®n moderna que se inspira en el movimiento de cantantes que est¨¢n actualizando el g¨¦nero jondo desde hace tiempo, como Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo, Sole¨¢ Morente o la Rosal¨ªa de El mal querer. Entona bien la ilicitana y aunque abusa de esos insistentes ¡°eas¡±, la canci¨®n tiene fuerza y pasi¨®n. De ah¨ª a invocar a Lorca (¡±una canci¨®n de ecos lorquianos¡± repiten los entusiastas) queda un trecho.
Pero nos sentimos m¨¢s c¨®modos con Blanca Paloma que con Agoney. La actuaci¨®n del canario fue como entrar en una discoteca en el a?o 2003 y ver a un gog¨® zarandearse en una plataforma met¨¢lica. Ocurre que Quiero arder la construy¨® un algoritmo nost¨¢lgico de lo que pasaba en el mundo hace 20 a?os. Tanto la puesta en escena como la interpretaci¨®n se pasan de revoluciones y aturullan por la obsesi¨®n de implantar golpes de efecto al tunt¨²n, solo por crear est¨ªmulos, como si no tuvi¨¦ramos suficientes. Pasan muchas cosas en la canci¨®n, pero ninguna resulta sugerente. Le sobra cuero y le falta alma. Eso s¨ª, a entrega y entusiasmo no le gana nadie al canario.
Los miembros de Megara repitieron una y otra vez que son una banda de rock. Viendo su actuaci¨®n recargada y par¨®dica a uno le hace pensar que s¨ª, que el rock est¨¢ muy malito. Kamento puso la nota folk. Honesta y a su bola, hasta sac¨® un coro tan at¨ªpico como de verdad. Bien por ella y seguro que le espera una larga carrera en este negocio. Qu¨¦ decir de Fusa Nocta: Rosal¨ªa tiene un estilo tan propio que ver imitaciones crea un poco de sonrojo. Jos¨¦ Otero quiso ser al mismo tiempo Ed Sheeran y Coldplay: se perdi¨® en el intento. Vicco cont¨® con la canci¨®n m¨¢s pegadiza de la noche. Es tan superficial como divertida. La favorita de los peques de la casa, sin duda. Y cuidado, que Aitana llena pabellones con cosas como Nochentera.
Tan pl¨¢cida y previsible transcurri¨® la noche que no hubo ni pol¨¦micas. Pues si encima nos quitan eso...
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