Que todos sepamos de qu¨¦ hablamos
A tenor de las circunstancias, el di¨¢logo intergeneracional que propone ¡®No s¨¦ de qu¨¦ me hablas¡¯, donde Mil¨¢ est¨¢ acompa?ada de In¨¦s Hernand, es servicio p¨²blico y de (La) primera.
A ra¨ªz del mutis de Concha Velasco, fue muy compartido en X un v¨ªdeo de una actuaci¨®n en Hola Raffaella en la que presentadora e invitada cantaban juntas La chica ye-y¨¦. Iv¨¢n F. Mula la titul¨®: ¡°Concha llegando al cielo¡±. Muchos nos hemos criado con el cielo en la tele. Los que vieron en emisi¨®n Teresa de Jes¨²s ¡ªyo no hab¨ªa nacido¡ª, los que disfrutamos a Concha en espect¨¢culos de variedades varios, en ...
A ra¨ªz del mutis de Concha Velasco, fue muy compartido en X un v¨ªdeo de una actuaci¨®n en Hola Raffaella en la que presentadora e invitada cantaban juntas La chica ye-y¨¦. Iv¨¢n F. Mula la titul¨®: ¡°Concha llegando al cielo¡±. Muchos nos hemos criado con el cielo en la tele. Los que vieron en emisi¨®n Teresa de Jes¨²s ¡ªyo no hab¨ªa nacido¡ª, los que disfrutamos a Concha en espect¨¢culos de variedades varios, en Sorpresa, sorpresa, en Herederos, en, por suerte, tantos y tan distintos espacios.
Hay gente en Espa?a con edad de votar que no sabe qui¨¦n es Lola Flores, me entran sudores fr¨ªos al pensarlo. Una de ellos hasta hace nada era Marina, la sobrina de Mercedes Mil¨¢, que asisti¨® el pasado jueves al estreno de No s¨¦ de qu¨¦ me hablas, la vuelta de su t¨ªa a TVE tras 33 a?os fuera, y soport¨® que la dejara en verg¨¹enza revelando este secreto, que la presentadora cont¨® como germen del programa. Ponemos un circo y nos crecen los sobrinos, ah¨ª tenemos al de Ana Rosa con ella en TardeAR. A pesar de lo que su t¨ªa defini¨® como ignorancia escandalosa, yo me quedo con la Mil¨¢ y Marina.
A tenor de las circunstancias, el di¨¢logo intergeneracional que propone No s¨¦ de qu¨¦ me hablas, donde Mil¨¢ est¨¢ acompa?ada de In¨¦s Hernand, es servicio p¨²blico y de (La) primera. En su estreno cont¨® con Palomo Spain y con Maruja Torres, que dio sopas con honda a cualquier joven y nos record¨® a muchos por qu¨¦ nos enamoramos de su manera de contar. Dan ganas de salir a la calle con un altavoz como el del tapicero para asegurarse de que todo el mundo sepa qui¨¦n es Lola, qui¨¦n es Concha, qui¨¦n es Raffaella, qui¨¦n es Mercedes, qui¨¦n es Maruja. Es regalar felicidad.
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