In¨¦s Hernand: ¡°M¨¢s amigas y menos b¨®tox¡±
La comunicadora, de 31 a?os, que salt¨® a la fama en redes antes de ser fichada como presentadora de GenPlayz y el Benidorm Fest, estrena en TVE el programa intergeneracional ¡®No s¨¦ de qu¨¦ me hablas¡¯, junto a Mercedes Mil¨¢.
In¨¦s Hernand llega con retraso al bar del centro de Madrid donde quedamos, caminando desde su casa, pero avisa cada cinco minutos por WhatsApp de por d¨®nde va y lo que le falta, y, cuando al fin aparece, apurad¨ªsima, se deshace en disculpas. Viene radiante, reci¨¦n maquillada por un profesional a domicilio para las varias citas de trabajo que tiene hoy por delante, pero se ofrece generosa y sin prisas a la conversaci¨®n. Ha estado al otro lado y sabe que una entrevista no sale bien si una de las dos partes no se entrega. Es una comunicadora nata.
Yo podr¨ªa ser su madre. ?Cu¨¢ntas veces le ha dicho a alguien de mi edad: ¡°Ok, ¡®boomer¡¯?
Mira, soy milenial porque nac¨ª entre 1982 y 1997, pero la edad solo es un dato. Ser joven es un prisma, una ¨®ptica que resulta de ser contempor¨¢neo en la ¨¦poca que vives. Decir ¡®ok, boomer¡¯ es como decir que te calles, y yo no lo digo: quiero escuchar.
A sus 31 a?os ya no es tan joven, tambi¨¦n le digo.
Depende lo que eval¨²es. Me siento absolutamente juvenil, sobre todo en el ¨¢mbito emocional: todos somos unos ni?os y debemos saberlo disfrutar. Lo que ha cambiado mucho es c¨®mo se nos concept¨²a socialmente. Somos hijos de una precariedad perpetua. Estamos en una sociedad l¨ªquida, entonces, lo queremos todo fast: fast food, fast fashion, fast relationships. Antes, el compromiso te llegaba a los 30, ahora, ahora eso no pasa: o porque no puedes, o porque no quieres o por las dos cosas. Y nada de eso es gratis ni econ¨®mica ni emocionalmente.
Tambi¨¦n hay j¨®venes rezando el rosario en Ferraz [sede del PSOE en Madrid] contra la amnist¨ªa. Igual lo de las generaciones tiene que ver con la clase, adem¨¢s de con la edad.
Has dado con la caja de Pandora. Nos quieren vender que hay una clase media porque tengas un iPhone, y no. T¨² eres tu contexto. Ellos ven amenazados sus privilegios y salen a lo que creen que es defenderlos. Est¨¢ bien que hayan descubierto los movimientos sociales, pero creo que no salen tanto a a manifestarse, sino a desahogarse y a hacer unas risas.
?Se ir¨ªa de copas con ellos?
Por supuesto. Yo salgo de copas con absolutamente todo el mundo. Soy humanista y me gustar¨ªa que todos nos pudi¨¦ramos conciliar a trav¨¦s de la palabra. A los de Ferraz los miro con una mirada como de zool¨®gico. Claro que saldr¨ªa con ellos, no solo por las risas, que tambi¨¦n, sino porque quiero entenderles y que me entiendan.
O sea, que no ¡®cancela¡¯ a pijos.
Los pijos son mi tribu urbana preferida. Saben divertirse como nadie. Yo ahora mismo estoy en una posici¨®n econ¨®mica privilegiada, despu¨¦s de haber vivido la precariedad desde que me fui de casa a los 18 por discrepancias con mis padres, pero no soy una desclasada. Ahora, cuando voy a uno de esos restaurantes hiperpijos, me encantan, y digo ?c¨®mo no vais a querer blindar esto, cabrones?
?Por qu¨¦ no es desclasada?
Porque a m¨ª me importa el resto del tejido social y uso mi altavoz para seguir poniendo en la palestra del debate p¨²blico cosas que me parecen important¨ªsimas. Lo que es clasista es que te sude los cojones el resto.
?No se cansa de tanto activismo?
No, lo llevo en la boca del est¨®mago. Tambi¨¦n va por ¨¦pocas. Despu¨¦s de las elecciones acab¨¦ desfondada. Pero no puedo renunciar, tiene que ver con mi personalidad. Me resultar¨ªa imposible no denunciar algo injusto. Eso s¨ª, el fin de semana hablo de trapos, o de t¨ªos, o de una serie. Pero siempre hay algo que te hace saltar. Yo misma, a veces, me digo: ya estoy dando la puta chapa. Ya lo siento.
De 0 a 10, ?cu¨¢l es su grado de adicci¨®n al m¨®vil?
No te puedo decir un 10, porque lo uso mucho para estar conectada profesionalmente, pero s¨ª un 6 o 7. Ahora somos esclavos de ¨¦l, domina nuestro deseo porque el algoritmo est¨¢ dise?ado para ofrecerte doritos cerebrales, y engancharte. Por eso nos muestra cuerpos aspiracionales, bienes aspiracionales, relaciones aspiracionales. Lo revolucionario es vernos, quedar, tocarnos. Yo ahora mismo, que estoy soltera, en cuanto compruebo que alguien me puede interesar en una aplicaci¨®n o red social, prefiero quedar, porque entre eso, el b¨®tox, y los filtros nos estamos perdiendo los unos a los otros.
?Cu¨¢nto le importa la imagen?
No soy ajena. El yugo de la est¨¦tica es muy falaz. Siempre ha habido guapos y feos. Yo soy culona, y por mucho que me opere, no voy a poder tener determinado cuerpo. Pero soy defensora de la est¨¦tica y tambi¨¦n te digo, que si a ti te molesta el entrecejo, o el rictus, p¨ªnchate b¨®tox, o ¨¢cido, antes de dejarte 50.000 pavos en terapia, pero no dejes la terapia si la necesitas. Ni el b¨®tox ni el ¨¢cido te van a arreglar. M¨¢s amigas y menos b¨®tox.
?Ha hecho buenas migas con Mercedes Mil¨¢, su compa?era en ¡®No s¨¦ de qu¨¦ me hablas¡¯, pese a sus 40 a?os de diferencia de edad?
Buah, Mercedes tiene un aura muy fuerte. Es inteligent¨ªsima y, a la vez que hace un esc¨¢ner implacable de lo que tiene enfrente, es cari?osa y generosa. M¨¢s all¨¢ de esta uni¨®n profesional en Televisi¨®n Espa?ola, a Mercedes me la voy a llevar puesta como amiga para toda la vida.
Bueno, siempre tendr¨¢ el t¨ªtulo de Derecho como ¡®plan B¡¯.
Ahora mi carn¨¦ de colegiada es como si llevara un posavasos del Toni 2 [c¨¦lebre local de copas de Madrid] en la cartera. Me sirvi¨® para comprender a los chicos de Ferraz, porque conviv¨ª con ellos en la facultad, y para saber leer la realidad y la sociedad, todo el mundo deber¨ªa dar algo de Derecho en todas las carreras..
?Ahora que es mayor, se lleva mejor con sus padres?
La verdad es que no. En etapas tempranas de mi vida hubo situaciones de abandono, de sentir que yo no era su prioridad, y he tomado la decisi¨®n que me parece menos dolorosa para m¨ª: no tener ning¨²n contacto con ellos, desde hace 7 a?os. Tengo que preservarme y alejarme de algo que me es nocivo. No quiero tener nada que ver con esas personas ni ahora ni el futuro. Cuando envejezcan y llegue el baj¨®n fuerte, a ver c¨®mo hacemos para abordarlo de la forma m¨¢s as¨¦ptica posible. Suena horrible tener que hablar as¨ª de unos padres pero es la realidad, porque ellos no hicieron lo propio con su responsabilidad con su hija.
Me entran ganas de llorar al escucharla.
A m¨ª tambi¨¦n me entrar¨ªan. El ser humano es ego¨ªsta, hay que autoanalizarse, estas personas no se lo trabajaron y creen que todos son culpables menos ellos. . A cambio, he tenido una abuela de puta madre. Y me he construido una familia de amigas desde la infancia hasta la fecha.
?Cu¨¢nta terapia le ha costado?
Unos 6.000 euros y cuatro a?os, desde que empec¨¦ a ganar dinero cuando me contrataron en TVE, y hasta ahora. Fue lo primero que hice, antes de cambiarme de piso: pagarme la terapia y un tratamiento de radiofrecuencia para la celulitis.
Vivan las contradicciones.
Me apetec¨ªa darme ese lujo. Soy absolutamente imperfecta y eso es lo que yo creo que me da cierto valor. Es imposible no incurrir en hipocres¨ªa en el capitalismo. Todo es superhipocrita, todo es asqueroso, y reconocerlo, al menos, te pone en el camino de intentar cambiarlo.
ALIANZA GENERACIONAL. Inés Hernand (Madrid, 31 años) se pagó la carrera de Derecho trabajando, entre otras cosas, como empleada de una cadena de comida rápida después de independizarse de sus padres a los 18 años. Después ejerció la abogacía “de forma precaria” y se hizo con miles de seguidores en sus redes sociales como divulgadora jurídica, activista política y humorista antes de que TVE la fichara para el programa 'Gen PlayZ', de su plataforma digital juvenil, donde aborda asuntos como la precariedad, la salud mental, el feminismo o la causa LGTBI. Después de que su popularidad se disparara como presentadora del fenómeno de masas del 'Benidorm Fest', y de los podcast ''Dulces y saladas' y 'Saldremos mejores', la televisión pública la ha escogido de nuevo para copresentar, junto a Mercedes Milá, 'No sé de qué me hablas', un espacio de entrevistas, reportajes y encuentro entre generaciones en horario de máxima audiencia. Eso, la audiencia, todavía es una incógnita.
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