¡®Cachitos Nochevieja¡¯: necesitamos m¨¢s m¨²sica en directo en televisi¨®n
Ha sido maravilloso y simple ver a Sidonie, Carlangas y los Cubatas, Amaia o Lori Meyers tocar sus canciones enteras, sin cortes ni peajes
La m¨²sica en televisi¨®n siempre ha sido como un bumer¨¢n de ida y vuelta. Unas veces est¨¢ y otras se va. De un tiempo a esta parte, casi no est¨¢. La m¨²sica en directo ha vuelto a desaparecer de las parrillas televisivas y hemos regresado a las catatumbas en las que parecen prohibidas las canciones que nos aportan hedonismo y entendimiento. En este panorama desolador, preocupa especialmente que la m¨²sica no est¨¦ en TVE, la ¨²nica cadena que, a trav¨¦s de La 1 y, sobre todo, La 2, suele tener el pr...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
La m¨²sica en televisi¨®n siempre ha sido como un bumer¨¢n de ida y vuelta. Unas veces est¨¢ y otras se va. De un tiempo a esta parte, casi no est¨¢. La m¨²sica en directo ha vuelto a desaparecer de las parrillas televisivas y hemos regresado a las catatumbas en las que parecen prohibidas las canciones que nos aportan hedonismo y entendimiento. En este panorama desolador, preocupa especialmente que la m¨²sica no est¨¦ en TVE, la ¨²nica cadena que, a trav¨¦s de La 1 y, sobre todo, La 2, suele tener el prop¨®sito de fomentar el servicio p¨²blico cultural. Porque el resto de privadas, a excepci¨®n de la cadena de pago Movistar+, hace lustros que se convirtieron en productos de supermercado barato, alimento alterado para pervertir la salud y la inteligencia. Por eso, se agradece much¨ªsimo Cachitos Nochevieja: la gala, el especial fin de a?o se ha podido ver para esta Nochevieja en La 2.
Cachitos ya es una marca en s¨ª misma. O una tradici¨®n. Lo mismo da. Cachitos, tal y como se conoce popularmente al programa Cachitos de hierro y cromo, regresa cada Navidad para recordarnos que la m¨²sica forma parte de nuestras vidas como un veh¨ªculo sentimental de primer orden. Las canciones son banda sonora de las sociedades y, por tanto, configuran tanto lo que somos como lo que queremos ser. Este a?o, Cachitos ha redoblado la apuesta y, aparte de sus tres horas de cachos de archivo visual con r¨®tulos divertidos de antiguos programas de la televisi¨®n p¨²blica durante d¨¦cadas, ha ofrecido una gala a la vieja usanza, un verdadero espect¨¢culo de variedades en un programa de una hora, grabado ¨ªntegramente en el emblem¨¢tico cabaret El Molino de Barcelona.
El resultado no ha podido ser m¨¢s gratificante. Por fin, en la televisi¨®n, el show, codirigido por Jero Rodr¨ªguez y Arantxa Soroa, se ha centrado en la m¨²sica, aunque, bajo los techos de El Molino, ha pasado de todo. Dentro del juego multicolor del espect¨¢culo, hay que destacar el humor de Los Gandules, la inclusi¨®n de la reina drag Sharonne con su ventr¨ªculo decepcionante y la magia de Jandro con un desparpajo a prueba de bombas. Tambi¨¦n la aparici¨®n de Pep Plaza con sus imitaciones de Sabina o Serrat, dando m¨¢s toque humor¨ªstico.
En esta l¨ªnea, en la que las plumas, las pajaritas y los brilli brilli importan para despedir el a?o, hay que celebrar la participaci¨®n de Lita Claver, La Ma?a, m¨ªtica directora de El Molino y diva de variedades del Paralelo de Barcelona, y de Fernando Esteso, actor de la parranda m¨¢s tontorrona de la televisi¨®n posfranquista. Y, sobre todo, alabar la elecci¨®n de ?ngel Carmona como presentador. En su salto televisivo desde los micr¨®fonos de la radio, ha demostrado que puede aportar grandes momentos comunicativos.
Llevamos tantos a?os trag¨¢ndonos ¡®reality-shows¡¯ de pacotilla que, a decir verdad, s¨®lo se puede aplaudir todo lo que no tenga que ver con el griter¨ªo de los gallos y las gallinas de toda la granja televisiva
Ha latido un prop¨®sito en toda la gala: recrear un universo a?orado, quiz¨¢ perdido. Para ello, los rostros y sus apariciones estelares ofrec¨ªan un cosmos propio, el de la televisi¨®n como un lugar para evadirse con cierto estilo, un sitio donde suced¨ªan todas las cosas que no pasaban al otro lado de la puerta de la cocina, donde los personajes no eran los mismos de siempre y donde, claro, tu cu?ado el listo echar¨ªa pestes. Llevamos tantos a?os trag¨¢ndonos reality shows de pacotilla que, a decir verdad, s¨®lo se puede aplaudir todo lo que no tenga que ver con el griter¨ªo de los gallos y las gallinas de toda la granja televisiva.
En esa granja, nunca, ni por asomo, suena la m¨²sica. Y, de hacerlo, jam¨¢s ser¨ªa la m¨²sica por la que ha apostado Cachitos Nochevieja: la gala. Ha sido maravilloso ¡ªy era tan simple¡ª ver a Sidonie, Carlangas y los Cubatas, Amaia o Lori Meyers tocar sus canciones enteras, sin cortes ni peajes. Como lo ha sido tambi¨¦n ver y escuchar nuevas propuestas, poco conocidas, elevadas al prime time televisivo de la Nochevieja, como Adi¨®s Amores, La Prohibida & Algora y Joe Crep¨²sculo & Aaron Rux.
No es tan dif¨ªcil y, sin embargo, lo es porque la m¨²sica ha desaparecido de la televisi¨®n. Otra ¨¦poca m¨¢s. Cachitos vuelve a recordar que la m¨²sica nos hace felices y que, para ello, en nuestra memoria visual, casi la que m¨¢s prima en estos tiempos de pantallas, hacen faltan programas que la fomenten.
Puedes seguir EL PA?S Televisi¨®n en X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.