¡®Boom Boom Bruno¡¯, un macho en el mundo de los travestis
Bajo una tradicional trama polic¨ªaca, la serie desarrolla tambi¨¦n algunas consideraciones sobre el comportamiento humano, sus miserias y grandezas
Aparentemente Bruno es un macho alfa, un individuo de una comunidad que tiene el mayor rango, que la lidera. En realidad es un polic¨ªa de un peque?o e indeterminado pueblo o de un distrito perif¨¦rico de una ignota ciudad alemana y con pretensiones de sheriff con su sombrero y botas de cowboy, deslumbrado por la cultura popular estadounidense, corpulento y con un joven y t¨ªmido ayudante que no acaba de decidirse a salir del armario. Los dos tendr¨¢n que resolver el caso del asesinato de Sugar Candy, una drag queen. Y ese asesinato les introduce de lleno en ese peculiar submu...
Aparentemente Bruno es un macho alfa, un individuo de una comunidad que tiene el mayor rango, que la lidera. En realidad es un polic¨ªa de un peque?o e indeterminado pueblo o de un distrito perif¨¦rico de una ignota ciudad alemana y con pretensiones de sheriff con su sombrero y botas de cowboy, deslumbrado por la cultura popular estadounidense, corpulento y con un joven y t¨ªmido ayudante que no acaba de decidirse a salir del armario. Los dos tendr¨¢n que resolver el caso del asesinato de Sugar Candy, una drag queen. Y ese asesinato les introduce de lleno en ese peculiar submundo liderado por Lady Lovelyn, due?a y se?ora del tambi¨¦n peculiar cabaret local que, naturalmente, ver¨¢n con distintas miradas y actitud: la del macho alfa con cierta reticencia y la del hombre en el armario, con sentida fascinaci¨®n.
Una extra?a pareja que malvive entre una dura realidad y los deseos insatisfechos al mismo tiempo que el d¨ªa a d¨ªa va derrumbando los caparazones personales, esa distancia que instintivamente trata de preservar la intimidad de cada uno. Boom Boom Bruno y sus seis cap¨ªtulos de la temporada que exhibe HBO Max es una serie en la que bajo una tradicional trama polic¨ªaca desarrolla tambi¨¦n algunas consideraciones sobre el comportamiento humano, sus miserias y grandezas, y en ese sentido cabe resaltar la conducta de los transformistas, esos individuos capaces de superar la ruindad de la vida cotidiana con el mero hecho de vestirse y maquillarse con la conciencia de que la exageraci¨®n es una de las bellas artes. Una vez transformados, los problemas, al menos moment¨¢neamente, quedan atr¨¢s.
Bruno, un correcto Ben Becker, ir¨¢ asumiendo paulatinamente que no es tan l¨ªder como se cre¨ªa ni sus deseos de que su segundo alcance la presunta hombr¨ªa que se autoatribuye se ver¨¢n satisfechos, y su t¨ªmido ayudante Mark, un tambi¨¦n correcto Vincent zur Linden, ganar¨¢ en seguridad, incluso en arrojo, al dejar de ocultar su homosexualidad. En la trama ideada por Kerstin Laudascher y dirigida por Maurice H¨¹bner, a diferencia de la mayor¨ªa de las series que investigan asesinatos en las que los verdugos suelen tener un pasado traum¨¢tico, los protagonistas de Boom Boom Bruno viven sus traumas personales en el presente. Pero todas las insatisfacciones se ir¨¢n diluyendo durante las investigaciones hasta desembocar en un final que, sin llegar a alcanzar los edulcorados de Frank Capra, dejan un buen sabor de boca en los espectadores.
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