¡®Luc¨ªa en la telara?a (II)¡¯: un homenaje necesario a una v¨ªctima de la Espa?a m¨¢s negra
La segunda entrega del documental ahonda en la red de corrupciones que costaron la vida a Luc¨ªa Garrido y sigue el segundo juicio celebrado contra los acusados de su muerte
En estos tiempos en los que se encuentra tan vivo el debate sobre el modelo de televisi¨®n p¨²blica conviene recordar la necesidad de un espacio de todos para emitir y difundir piezas documentales como esta segunda parte de Luc¨ªa en la telara?a, esencial y pertinente relato de un asesinato y acta cinematogr¨¢fica de toda la trama de corrupci¨®n oculta detr¨¢s. Dirigido por Sof¨ªa Urwitz y Santi Aguado y producida por Capa y RTVE, ...
En estos tiempos en los que se encuentra tan vivo el debate sobre el modelo de televisi¨®n p¨²blica conviene recordar la necesidad de un espacio de todos para emitir y difundir piezas documentales como esta segunda parte de Luc¨ªa en la telara?a, esencial y pertinente relato de un asesinato y acta cinematogr¨¢fica de toda la trama de corrupci¨®n oculta detr¨¢s. Dirigido por Sof¨ªa Urwitz y Santi Aguado y producida por Capa y RTVE, Luc¨ªa en la telara?a se adentra en un asunto muy peligroso, un avispero, ¡°el mayor caso al que se ha enfrentado asuntos internos de la Guardia Civil¡±, en palabras del Capit¨¢n 510 A, de Asuntos internos, pero sin perder por ello de vista el asunto primordial: Luc¨ªa Garrido fue v¨ªctima de la violencia machista.
El documental se sit¨²a 15 a?os despu¨¦s del asesinato de Luc¨ªa Garrido en su piscina de la Finca de Los naranjos, en Alhaur¨ªn de la Torre, M¨¢laga. El primer juicio contra el sicario Angel Vaello, El rana y la expareja de Luc¨ªa, Manuel Alonso, qued¨® anulado por graves defectos e irregularidades clamorosas y por el camino se perdi¨® la posibilidad de acusar a dos guardias civiles, metidos de lleno en la trama de corrupci¨®n en la que participaban Alonso y varios agentes del orden. Luc¨ªa Garrido vio o averigu¨® o estaba dispuesta a contar algo que le cost¨® la vida, pero era una mujer maltratada por el sistema, que desoy¨® a todos los niveles todas las llamadas de socorro de alguien que se ve¨ªa contra las cuerdas y que era continuamente acosada, maltratada y vejada por Alonso.
Esta segunda parte entra de lleno en el proceso judicial, en la ¨²ltima esperanza para Ignacio Carrasco (ex guardia civil que ha dedicado 15 a?os de su vida a que el caso no cayera en el olvido), Luis Portero (abogado de la acusaci¨®n), la hija de Luc¨ªa y todos sus seres queridos. Se agradece que los realizadores elaboren con este material 90 minutos de ritmo y tensi¨®n narrativa divididos en dos cap¨ªtulos estrenados ayer lunes en RTVEPlay. No le sobra nada al relato (desde el emocionante inicio antes de los t¨ªtulos de cr¨¦dito) y han resistido muy bien la tentaci¨®n de la sobreexposici¨®n, tan habitual en el g¨¦nero estos d¨ªas.
Lo de la telara?a va mucho m¨¢s all¨¢ de un t¨ªtulo acertado: en realidad la trama forma una tupida red que salpica a distintas fuerzas del Estado en la zona de M¨¢laga. El espectador se tiene que repetir continuamente que esto es verdad. El grado de corrupci¨®n es pasmoso. Y este episodio tan negro, sin olvidar que antes de nada y por encima de cualquier cosa es un caso de violencia machista, representa su reflejo m¨¢s pr¨ªstino y cruel.
El relato se puede seguir hasta la parte final como un thriller si no se conoce la noticia: la narrativa lo permite, est¨¢ as¨ª organizada, pero no es la clave de esto. Aqu¨ª se trata de ver la pintura completa: la red de corrupci¨®n que va de sicarios a empleados p¨²blicos, las v¨ªctimas colaterales (la hermana de Luc¨ªa, que muri¨® de c¨¢ncer sin conseguir que se hiciera justicia o la hija de la v¨ªctima, que ha crecido esperando a que ocurriera) los luchadores del lado bueno de la historia y los que eligieron el bando equivocado (esos peritos que reconocen su mentira, una manipulaci¨®n que permiti¨® anular el primer juicio) porque s¨ª, esto es una cuesti¨®n de bandos y del bien y del mal y es el espectador el que elige: ah¨ª Luc¨ªa en la telara?a narra y respeta.
¡°Es un caso horrible, pero horrible es el pa¨ªs en el que vivimos¡±, asegura Rosa Garrido, hermana de Luc¨ªa y adalid de la causa al inicio de este documental. La justicia, al final, no llega: es demasiado tarde. Todos los implicados en la lucha reconocen que no se ha llegado al fondo de la cuesti¨®n, que falta gente, que hay culpables en la calle. Queda el consuelo de que este documento levante acta del desastre en la televisi¨®n p¨²blica, que s¨ª cumple aqu¨ª su deber, y sirva de homenaje a Luc¨ªa Garrido.
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