Eurovisi¨®n Junior 2024 y la verdadera diversidad de su p¨²blico: de grupos de padres del colegio a jubilados

Tres hombres esperan este viernes en el acceso a la Caja M¨¢gica de Madrid, poco antes de acudir al Jury Show de Eurovisi¨®n Junior 2024, el ensayo general en el que el jurado eval¨²a las propuestas. Son de Arroyomolinos y no tienen aspecto de saber qui¨¦n represent¨® a Albania en el a?o 2015 en el festival europeo de la canci¨®n. Ni siquiera qui¨¦n represent¨® a Espa?a el a?o pasado. Son integrantes de un grupo de padres del colegio que han acudido con sus mujeres y sus hijos a este ensayo, que es pr¨¢cticamente un calco de la gala que se celebra este s¨¢bado y que acoge a aquellos que no lograron entradas para el evento oficial.

¡°La profesora de los ni?os les ha contagiado la pasi¨®n por la m¨²sica en general. No creemos que nos aburramos, al fin y al cabo es una fiesta¡±, comentan Sergio, Jos¨¦ Manuel y Juan mientras acompa?an a sus hijos. Cada entrada cuesta entre 25 y 50 euros, algo menos del precio de las del s¨¢bado.

No es el ¨²nico desembolso econ¨®mico de estas familias. En la cola de los puestos de comida, muchos adultos con ni?os pagan con resignaci¨®n 2,5 euros por caf¨¦, del tama?o de los que se sirven en m¨¢quina, y mucho m¨¢s por un bocadillo. Est¨¢n all¨ª para legar su fanatismo por Eurovisi¨®n a sus hijos, sobrinos o ahijados o simplemente para acompa?arles en un espect¨¢culo de m¨²sica en directo pensado principalmente para los menores. Aunque sus audiencias globales no son tan millonarias como las de la versi¨®n adulta, la edici¨®n junior es clave para el futuro del festival: es una incubadora de peque?os eurofans, seguidores en potencia que mantengan el certamen vigente y lo renueven en cada salto generacional.

En esa cola para comprar comida est¨¢ Magdalena, madre treinta?era de una familia polaca residente en Londres. Ella, su marido y sus dos hijos de 12 y 9 a?os han viajado a Espa?a exclusivamente para acudir a este evento. Son el ep¨ªtome de lo que buscaba ser la Uni¨®n Europea antes del Brexit y el sue?o de Madrid Destino, la organizaci¨®n tur¨ªstica del Ayuntamiento de la ciudad que ha colaborado en que Espa?a sea sede de esta edici¨®n de Eurovisi¨®n Junior. ¡°Es nuestra primera vez. Lo intentamos para Liverpool [en mayo de 2023], pero es muy dif¨ªcil conseguir entradas. Venimos a apoyar a Polonia, aunque mis hijos tienen como cinco canciones favoritas cada uno¡±, comenta Magdalena. Armenia, Portugal, Ucrania y Espa?a son los pa¨ªses que m¨¢s se repiten a la hora de nombrar candidatos a la victoria.

A pesar de ser andaluz, Pedro, de 15 a?os, luce una camiseta de Portugal, mientras que su madre lleva la bandera espa?ola. No les importar¨ªa que ganara el pa¨ªs vecino porque les gusta su propuesta y ¡°porque as¨ª el a?o que viene se celebra all¨ª, que tambi¨¦n nos pilla cerca¡±, comenta el adolescente. A su lado, Nela acompa?a a su ahijado de nueve a?os, Joaqu¨ªn, un fan¨¢tico de la geograf¨ªa, de las banderas y pa¨ªses que ha terminado por aficionarse a Eurovisi¨®n. Viajan desde San Fernando de C¨¢diz, de donde es la joven representante espa?ola, Chloe DelaRosa, de tambi¨¦n nueve a?os y que ahora reside en Badajoz. Todos ellos son debutantes en un Eurovisi¨®n en directo.

Tony San Jos¨¦, redactor de OGAE Espa?a, ha participado esta vez, en el primer Eurovisi¨®n espa?ol en m¨¢s de 50 a?os, como voluntario de la organizaci¨®n. Un ej¨¦rcito de personas que se han postulado a trav¨¦s de Voluntarios por Madrid llevan trabajando de forma altruista durante m¨¢s de una semana para servir de acompa?antes y anfitriones de los ni?os que son los 17 participantes de esta edici¨®n y de su equipo art¨ªstico. Son su cara amiga local en esta experiencia. Como experto en el festival, San Jos¨¦ aprecia ¡°todav¨ªa m¨¢s compa?erismo y uni¨®n¡± entre los candidatos de la versi¨®n infantil: ¡°se intercambian regalos entre delegaciones, se apoyan unos a otros y no les importa en qu¨¦ puesto quedan, lo primero es que los ni?os disfruten¡±, explica.

Ya lo explicaban a este peri¨®dico Ana Mar¨ªa Bordas, jefa de la delegaci¨®n espa?ola en Eurovisi¨®n desde 2017 y miembro del Grupo Directivo de RTVE, y el austriaco Martin Dietmann, director art¨ªstico de esta gala: la intenci¨®n es huir de un espect¨¢culo que explote a los ni?os. Por eso han decidido partir en dos la green room (el espacio en el que se sientan los candidatos durante la final) para que rodee el escenario y que todos los participantes se sientan cobijados por sus compa?eros.

A pocos minutos de que empiece el viernes el espect¨¢culo que organiza RTVE junto a la Uni¨®n Europea de Radiodifusi¨®n (UER) y para el que ha invertido m¨¢s de cuatro millones de euros, un matrimonio de jubilados irlandeses ya est¨¢ sentado en una de las gradas laterales de La Caja M¨¢gica. ¡°Nuestro hijo es m¨²sico y ha participado en la composici¨®n de la canci¨®n irlandesa. Jam¨¢s hubi¨¦ramos venido a Eurovisi¨®n si no es por eso, pero parece que va a ser espectacular¡±, comentan, algo abrumados por el griter¨ªo de un recinto que ocupan 3.500 personas, la mitad de lo que lo har¨¢n el s¨¢bado en la que es la gran prueba de fuego de RTVE para volver a ser una de las superpotencias eurovisivas.