Jennifer Lawrence y Malala dan voz a las afganas silenciadas en ¡®Bread & Roses¡¯: ¡°Dejar constancia grabada de todo esto es cr¨ªtico¡±
La actriz y la Nobel de la Paz producen un documental de la directora afgana Sahra Mahni que, a trav¨¦s de testimonios grabados por media docena de mujeres de Afganist¨¢n, muestran c¨®mo est¨¢n siendo despojadas de sus derechos
Cuando los talibanes deshicieron y rehicieron Afganist¨¢n a su antojo, en agosto de 2021, la vida de Zahra Mohammadi florec¨ªa. Su cl¨ªnica dental de Kabul iba viento en popa; su noviazgo, por amor, la conduc¨ªa hasta una hermosa boda. Entonces lleg¨® la oscuridad. Mohammadi, su vida, sus clientas, su romance, se perdieron en las sombras. Pero entre las sombras tambi¨¦n suceden cosas, aunque sean invisibles a los ojos. La dentista se convirti¨®, junto a o...
Cuando los talibanes deshicieron y rehicieron Afganist¨¢n a su antojo, en agosto de 2021, la vida de Zahra Mohammadi florec¨ªa. Su cl¨ªnica dental de Kabul iba viento en popa; su noviazgo, por amor, la conduc¨ªa hasta una hermosa boda. Entonces lleg¨® la oscuridad. Mohammadi, su vida, sus clientas, su romance, se perdieron en las sombras. Pero entre las sombras tambi¨¦n suceden cosas, aunque sean invisibles a los ojos. La dentista se convirti¨®, junto a otras mujeres, en una aguerrida activista, que luch¨® por los derechos de sus conciudadanas, que pele¨® porque los talibanes las dejaran educarse, ejercer sus profesiones, casarse con quien quisieran y vestir lo que gustaran, para acabar huyendo al exilio. Su viaje es uno de muchos, a menudo desconocidos, y uno de los que narra el documental Bread & Roses (Pan y rosas), dirigido por la afgana Sahra Mani y producido por la actriz Jennifer Lawrence y por la premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai.
Las tres presentan ahora el proyecto, que desde este viernes 22 de noviembre se podr¨¢ ver en Apple TV+, con una conversaci¨®n en un hotel de Los ?ngeles. Es la ma?ana despu¨¦s de la alfombra roja por el estreno de la pel¨ªcula en el Museo Hammer de la ciudad. Son una curiosa combinaci¨®n: una directora afgana, una joven activista paquistan¨ª y una actriz de Hollywood. Las ¨²ltimas dos, aparte de sus conocidos roles, llevan unos a?os invirtiendo como productoras en proyectos que cuentan historias complejas, en general protagonizadas por mujeres. Como esta, donde gracias a material en su mayor¨ªa casero y rodado por media docena de mujeres, se puede ver su d¨ªa a d¨ªa, sus esfuerzos no solo por sobrevivir, sino por oponerse al r¨¦gimen y, en algunos casos, su inevitable marcha del pa¨ªs.
¡°Siempre sent¨ª que la historia de Afganist¨¢n y de esas mujeres era la m¨ªa tambi¨¦n. As¨ª que quiero dedicar mi vida a seguir contando sus historias y compartirlas con el mundo¡±, reconoce Sahra Mani, la impulsora del proyecto y directora. En aquel momento, hace tres a?os, empez¨® a conocer esas realidades a partir de organizaciones tanto en Alemania como en Espa?a ¡ªgracias a la ONG People in Need¡ª que ayudaban a afganos. ¡°Hab¨ªa muchos artistas, muchas mujeres, y empezaron a compartir sus v¨ªdeos conmigo, y supuse que esperaban de m¨ª algo m¨¢s que solo archivarlos, probablemente hacer una pel¨ªcula. As¨ª que cuando Jennifer se puso en contacto conmigo, fue un sue?o hecho realidad, y luego empezamos a colaborar con Malala y decidimos hacer la pel¨ªcula y dar voz a las afganas a mayor escala¡±.
Lawrence cuenta que, efectivamente, desde el primer momento esa fue su intenci¨®n. ¡°Empec¨¦ a mantener comunicaci¨®n con Sahra en 2021, cuando cay¨® Kabul, y yo quer¨ªa meter c¨¢maras all¨ª para hacer una pel¨ªcula¡±, relata la ganadora del Oscar a mejor actriz. ¡°Y cuando encontramos a Sahra, ella ya estaba recopilando im¨¢genes de mujeres y arranc¨® la pel¨ªcula. Y entonces Malala a?adi¨® su inigualable voz a nuestra pel¨ªcula¡±.
Para la joven activista de 27 a?os, resultaba fundamental ¡°poner la atenci¨®n en lo que est¨¢ pasando con las ni?as y mujeres afganas tras el retorno de los talibanes¡±. Ese grupo extremista estuvo en el pa¨ªs desde mediados de los noventa hasta 2001, cuando fueron expulsados y el pa¨ªs pudo florecer durante 20 a?os. ¡°Ellas hab¨ªan hecho much¨ªsimas cosas en el pa¨ªs durante dos d¨¦cadas, y sab¨ªan exactamente qu¨¦ pasar¨ªa cuando los talibanes las borraran de la vida p¨²blica. Y vemos que durante los ¨²ltimos tres a?os y medio las han eliminado, quitado todas las oportunidades, incluyendo trabajo, empleo y representaci¨®n pol¨ªtica. Mientras hac¨ªa trabajo de campa?a me encontr¨¦ con que este documental mostraba eso, e inmediatamente dije que s¨ª a formar parte, porque sab¨ªa que los talibanes har¨ªan todo lo posible por invisibilizar a las mujeres¡±. Para ella, una plataforma as¨ª es un modo ¡°muy poderoso¡± de mostrarle al mundo lo que pasa, y le parece que ahora, cuatro a?os despu¨¦s, ¡°es todav¨ªa m¨¢s cr¨ªtico¡±, con cada vez m¨¢s l¨ªmites a las mujeres ¡°que las apartan de oportunidades b¨¢sicas como salir de casa para ver a un m¨¦dico; en esencia, una opresi¨®n sistem¨¢tica en forma de apartheid de g¨¦nero¡±. El t¨ªtulo de la producci¨®n, pan y rosas, expresa esas oportunidades b¨¢sicas que ya no tienen: algo que comer, pero tambi¨¦n ilusiones y sue?os.
¡°Creo en el poder de contar historias cuando se trata de activismo, est¨¢ en su coraz¨®n mismo¡±.Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz, activista y productora
Las im¨¢genes resultan angustiosas, a veces; festivas, otras; llamativas, de tanto en tanto, como cuando las mujeres protestan ante las c¨¢maras contra los talibanes, acompa?adas por ni?as peque?as, y tambi¨¦n por un ni?o, que imita a uno de los extremistas, embozado y armado con una pistola. Al ir conociendo poco a poco a los personajes ¡ªy sin un narrador que gu¨ªe el proceso, m¨¢s que ellas mismas¡ª se va creando un lazo, se sufre con sus tristezas, cuando se ponen en riesgo o cuando huyen. Fue gracias a obtener su confianza por lo que Sahra Mani se decidi¨® a hacer la pel¨ªcula. Entren¨® a varias para rodar, les ense?¨® qu¨¦ ¨¢ngulos mostrar, a sacar detalles de sus comidas, de su d¨ªa a d¨ªa, lo que a ellas les sorprend¨ªa. ¡°Les expliqu¨¦ que es la ¨²nica manera de congelar un momento de nuestra historia, de c¨®mo nos quedamos solas y de c¨®mo las mujeres afganas luchan por sus propios derechos. Nunca esperamos que ning¨²n gobierno nos los d¨¦. Seguimos luchando¡±, afirma, bajo la mirada y el asentimiento de las productoras.
Est¨¢ de acuerdo la Nobel de la Paz: ¡°Creo en el poder de contar historias cuando se trata de activismo, est¨¢ en su coraz¨®n mismo¡±. Poder ver el d¨ªa a d¨ªa de estas mujeres ¡°ayuda a entender; mucha gente no es consciente de la situaci¨®n diaria de las afganas, de ah¨ª que sea tan importante grabarlas¡±. ¡°Nos est¨¢n mostrando c¨®mo las cosas por las que hab¨ªan trabajado tan duro, el derecho a una vida, a la educaci¨®n, de repente les son arrebatadas por los talibanes, que castigan a las mujeres simplemente por atreverse a ejercer su trabajo o ir al m¨¦dico o leer o pensar, simplemente salir de casa porque tienen que ir a los tribunales, porque son el ¨²nico sost¨¦n de la familia. Creo que dejar constancia grabada de todo esto es cr¨ªtico. Creo que compartir sus historias es importante porque se suma al movimiento global que las mujeres activistas afganas est¨¢n liderando desde el pa¨ªs y fuera del pa¨ªs para presionar m¨¢s a los l¨ªderes¡±.
¡°Vivo en un pa¨ªs donde los derechos de la mujer nos est¨¢n siendo despojados¡±Jennifer Lawrence, actriz y productora
Lawrence, que hace unos meses estren¨® el documental Zurawski v Texas, centrado en las dificultades para acceder al aborto en el Estado sure?o y, por ende, en todo EE UU, reconoce que, m¨¢s all¨¢ de Afganist¨¢n, los pa¨ªses occidentales tampoco est¨¢n en la mejor situaci¨®n. ?Le preocupa que los derechos de las mujeres est¨¦n en riesgo en el resto del mundo, y en concreto Estados Unidos, muy especialmente con el nuevo escenario que encara en los pr¨®ximos cuatro a?os? ¡°S¨ª, lo estoy. Es aterrador. Vivo en un pa¨ªs donde los derechos de las mujeres nos est¨¢n siendo despojados. Vivimos en un mundo donde las mujeres son oprimidas. Y cuando esta apat¨ªa empieza a extenderse y rompe nuestra empat¨ªa y nuestra humanidad, perdemos el contacto entre nosotros. Arruina el mundo y se extiende. Y realmente me asusta¡±.
Mani explica que siguen teniendo contacto con las mujeres protagonistas de su historia, que habl¨® con varias de ellas hace un par de d¨ªas, y que la mayor¨ªa han dejado el pa¨ªs. ¡°Pero hay millones de mujeres en situaciones a¨²n peores¡°, advierte, ¡°que no pueden marcharse porque los procesos de evacuaci¨®n no funcionan¡±. La propia Zahra Mohammadi las acompa?¨® en la presentaci¨®n en Cannes. Lejos de su pueblo, de su gente, de su trabajo, del amor de su vida. Pero libre.